53. Cuando Estela te diga que no quiere

133 28 144
                                    

Te voy a contar algo que te va a dejar en China

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Te voy a contar algo que te va a dejar en China. Sí, te voy a dar tremenda botella hasta allá. Cuando estés en el gigante asiático, coges un bicitaxi y ya, ¡llegaste!

Bueno, después me agradeces. A lo que iba: ¿tú sabías qué cuando Cristobal Colón descubrió el Caribe en 1492, creyó que había llegado a China?

Cristóbal estaba toh loco por ir pa' llá para meterse en el bisne de traer especias para Europa. En Europa no te encontrabas a Estela, ni a Comino, ni a Laurel, ni a Orégano, y mucho menos, a su amigo Pimentón. Se dieron cuenta que el Team de Estela le daba un saborcito de lo más rico a sus Fabadas en España, a sus Pasteles de Belém en Portugal, a sus Tarte Tatin en Francia o a sus Currywurst en Alemania.

Ay, si hubieran existido los sazones Goya, Estela y sus amigos no se hubieran escapado por la ventana.

Entonces, ya, Colón estaba puesto pa' meterse en el negocio. El viaje a realizar llevaba las mismas siglas que una pila triple "A": agotador, agitado y arriesgado; pero como dice la frase que compartió tu tía en Facebook: "El que no se arriesga, no gana". Los tiburones experimentados (no los que acechan por tu arrecife) dicen: "Si nunca sales de la pecera, nunca sabrás nadar con tiburones".

Cristobal Colón aplicaba en sus negocios la mentalidad de tiburón*. Es lo mismo que tú haces cuando aplicas en tus estudios la filosofía de Pied Piper.

Estudia, ponte pa' la cosa. Después puedes analizar el MV de BTS.

Colón que sabía que tenía una formidable competencia con los compatriotas de Cristiano Ronaldo, pero, como dicen los tiburones experimentados: aprende a nadar con tiburones, así los peces no serán un problema.

Él iba a ser el tipo. Él iba a ser Carcharocles megalodon* del comercio y el descubrimiento en toda Europa.

Se un tiburón, se Cristóbal Colón.

Entonces, en una tarde de agosto, respaldado por los Reyes de España, tomó a La Niña; ese día andaba con tremenda Pinta y terminaron en Santa María. Pero, por hacerse el de cortar camino terminó en Guahaní*. Ni hizo mucho jugo ahí y vió la tierra más hermosa que sus ojos humanos habían visto. Un mes más tarde terminó en un Bohío* cerca de la tierra que ojitos le había tirado.

Él estuvo mucho tiempo enredado en eso. Tiburoneó como demente. Una vianda exótica por aquí, un aborigen por allá, una de secundaria por tu secundaria. Bien forrado como libreta terminó; pero, al final de su vida útil se quedó, ni siquiera, con una presilla enganchada y oxidada en el forro.

Y ahí quedó el Carcharocles megalodon*.

Se otra especie de tiburón que el Carcharocles megalodon se extinguió por el enfriamiento de los océanos, junto con la disminución del mar y la pérdida de áreas de crías adecuadas. Se distinto, se diferente, se cualquier selaquimorfos*.

Bangtan cubaneandoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora