Bangtan cubaneando

30. La chupó.

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-¡La chupé! -gritó a los cuatro vientos lo que había echo. ¡Pero Jimin! ¿Qué tú chupaste? -Sabe muy mal esa pastilla.

Era la pastilla que sabía mal, bueno, ya esos son otros veinte pesos o menos.

Nuestros bellos chinos habían llegado bien. Su viaje a casa había sido tranquilo, pero para el perrito caliente no. El perrito caliente (el que me diga Hot Dog que se de tres esqiusmis y no se me haga el cubano americano) no había tenido buen camino, había sido asaltado y asesinado por Jungkook y Taehyung.

En pocas palabras, Yoongi se había quedado sin probar el perrito caliente. El susodicho ni sé enteró de eso, así que no quedaron mal con él pero no se quitaron de encima el regañón del líder.

La PNR no llegó.

Así que, quitando eso, había sido un bonito día. Pero no sólo para ellos, sino para Daniela y Patricia. Pasarse el día fangirleando es bueno y sano como la opción del parque Lenin.

Aunque para Daniela no fue tan buena, al llegar su mamá del trabajo todo se derrumbó para ella.

¿Qué es lo que le dijo? Pues fue algo más doloroso que no vas a ir a Corea porque eres pobre o que nunca te vas a casar con tús chinos, sino fue que iba al dentista. En esos momentos, cuando los oídos de Daniela recepcionaron la información, se quería poner en medio de la calle como vaca en carretera y esperar a que un tour la arroyara (con clase). Que el somatón te acompañe, o tal vez no. No sé que decir.

Pero, ¿cuál era la situación en estos momentos?

El nalgón del grupo, Jimin a media mañana de aquí en Corea es mañana y ayer aquí (ustedes saben ese enredo) había comenzado a sentir una molestia. Aunque, la verdad decir molestia era poco. ¡Jimin se estaba cagando hasta en su suegra! Ni que se hubiera dado un golpe en el codo.

El líder del grupo fue a buscar a Daysi, ya que el amor de su vida se lo había sugerido. Y con todo el poder y experiencia que la vida le ha dado a Daysi (período especial, por ejemplo experiencia de por vida), resolvió el problema dándole dos pastilla. Para específicar, dos duraginas.

Aunque para nuestros chinitos que se escuchan en todo Occidente y Oriente fue extraño. Ellos estaban acostumbrados ver unas pastillas verdes que no sabían a nada y que se llamaban Advil. Hasta dudaron un poco y le preguntaron de que era la pastilla. Ustedes saben, muy precavidos nuestros coreanos.

Coreano precavido, vale para toda la vida.

-Me duele mucho... -se quejó Jimin mientras se retorcía del dolor en el sofá.

-Calma muchacho -,Daysi le acarició el hombro.- Con las pastillas se te pasará.

Le tenía envidia a los alambritos que hay en Corea, pero, eso ha cambiado ahora le tengo envidia a una señora de como sesenta años que tiene mucha experiencia y vive al lado de BTS. ¡Qué cosas!

-Pienso que sería mejor ir a un dentista.-opinó el caballo. Que carne por dios.

-Y hablar con el CEO.-agregó Yoongi.

Coño Yoongi estabas perdido y no en el llano.

Cuando el que no cree en nadie mencionó esa sugerencia, todos se quedaron callados. El gato les comío la lengua.