Bangtan cubaneando

11. Y empezó la coladera porque el carnicero lo confirmó.

Las colas para ir a ver a esta gente a cantar: Lupita mi amor que empezó la gozadera yaaa no son nada comparables con las colas que se hacen para el pollo por pescado (es que me dijeron a última hora que era pollo por pescado, ustedes saben como son las cosas aquí) y sí nos dieran pescado de vez de pollo... ¿sería pescado por pollo? Nueva duda sobre la raza descubierta y no en 1492.

¿Y en qué andaba Jin? Pues a pie, ¿de qué otra forma el va a andar? Mal.

-Oye Olga, ¿en dónde están Mercedes y Josefa?-pregunta Daysi buscando a las dos viejitas del team (con mucho respeto yo)

-Que sé yo, me ves con cara de saber en dónde están los dos viejas locas y descaradas esas.-bufó nuestra querida Olga molesta.

Comenzaron a mirar por todos lados, pero el bullicio y todas las personas que habían quitaban un poco de campo de visión para encontrar a las dos viejita locas y descaradas, y no lo digo yo, lo dice Olga. ¡Ay Olga usted es la candela! Olga, ¿Ya terminó de arreglar la saya que le dejé la semana que viene? Oiga, que la voy a ir buscar.

Y después de tanto buscar, se encontraron con Mercedes. ¿Quién es Mercedes? Pues una señora mulata, maestra jubilada de setenta y cuatro años que se mantiene muy bien a pesar del tiempo, acompañada y protegida con un largo collar blanco y azul y sus hijos están en Estados Unidos y le mandan doscientos dólares cada vez que puede. Esa es Mercedes.

-¡Daysi y Olga!-acompañado de un fuerte grito que salió de las cuerdas vocales de Mercedes que andaba acompañada de Josefa que andaba perdida como Martí en el bosque escuchando el chisme de las señoras que estaban delante de ellas.

-Miralas ahí.-agregó Daysi.-Vamos.-le tocó el brazo a Jin para avisarle y el sólo asintió y las siguió.

Tuvieron que pasar entre muchas personas que a las nueve de la mañana estaban ostinadas ya. Mucho empuja y poco permiso, ya ustedes saben.

-Buenos días.-dijo Jin a las dos señoras. Josefa y Mercedes se le quedaron mirando con curiosidad.

Y para presentar a Jin vino Olga.-No lo miren así raro, el es Jin, el nuevo vecino de Daysi.

-¿Él fue el qué se mudó para la casa que estaba alquilada?-preguntó Josefa.

Y esperen, ustedes no saben quién es Josefa. Ella parece siempre estar perdida como Martí en el bosque, pero no señores ni señoras, no se le escapa ni uno. Esos ojos azules son candela.

-Uno de los que se mudó, no soy yo solo.-agregó la madre de todas las Armys.

Las dos señoras pusieron una sacar de aceptación si pudiéramos decir.

-Ah okey.-después de un largo "Ah" aceptó Josefa.

Todo se quedó en silencio, bueno entre ellos como tal en el ambiente no había silencio.

-Muchacho, pero tú tienes pinta de extranjero. ¿Eres chino?-preguntó Josefa porque ustedes saben que la curiosidad mata al ratón pero no a la vieja chimosa (con mucho respeto yo).

-Sí, pero soy coreano.-dijo Jin con una leve sonrisa y secándose en sudor.

Josefa hizo una mueca.-Todos ustedes son familia.

Jin se quedó callado al escuchar eso. Parecía el poste que está en la esquina de tú casa.

-Josefa, no son los mismos. Cada vez que yo le digo a la banda de coreanos que escucha mi nieta y la amiguita de ella: "chinitos", se pone mal y me forma una pelea.-cuando Jin escuchó eso se quedó como un témpano de hielo.-Ella a veces dice cosas en coreano y yo no la entiendo.