5. Cagándose en la Big Hit y lo que no es Big Hit

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Namjoon y Yoongi entraron a pesar de que la cosa le olía a manteca, pero avanzaron como Toyota

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Namjoon y Yoongi entraron a pesar de que la cosa le olía a manteca, pero avanzaron como Toyota. Los demás también entraron con los ojos abiertos y cagados del miedo. Gente, es Centro Habana, no tu casa de noche, mi casa de noche da miedito. ¡Sigamos!

Cuando vieron el departamento, no se veía nada peligroso, ya que todo era de la shopping. El CEO se esmeró, nuestro CEO está tiza.

Ahora que lo pienso, no vendría mal empatar al CEO con mi tía. Ella todavía está en la flor de la vida.

—¿Les gustó? —preguntó un toh durako, toh tiza, toh intenso CEO que te hace poh.

—S-sí... —respondió dudoso Jungkook. Ay, que mongo quejándose de su casita hecha prácticamente de la shopping.

—Está bien —dijo nuestro fin de curso. Yo lo amo con locura.

El toh tiza CEO que te hace poh le dió a RM unas líneas y unos mil cuc. —Aquí tienes.

—¿Esto? —RM lo cogió pero se encontraba confundido. Ay, este negro, no vaciles, bueno, a mí si me puedes vacilar. Si te dan dinero, ¡cógelo! Él no sabe que con mil cuc uno en su casa hace maravillas, pero de todas maneras faltaría dinero, la construcción es cara.

—Bueno, ahí tienes unas líneas para que puedan llamar y mensajearse, y este dinero es para que compren lo que necesiten y eso —que fácil él lo dice, ya tú sabes a lo muy claro Clarita. ¡Sigamos!

—Gracias —agradeció RM, ¿para qué tú agradeces? Ay, mis chinos, esa educación se les va a ir, los estoy midiendo y no es para ropa, es para quitarles la ropa.

—No hay de que. Cuidense mucho y disfruten su estadía —eso último sobre todo.

El CEO con su muy buena cara se fue por esa puerta. Cuando la puerta cerró, el águila no hizo nada... ¿tenía qué hacer algo?

Se quedaron en silencio y mirándose al más puro estilo: ¿qué pinga es esto? Pues y que les puedo decir están en casa de la pinga, así que no puedo decir ni pinga. ¡Sigamos!

—Si lo miramos por un cierto lado, no está tan mal —¡qué cuántas veces te voy a decir que tu casa es prácticamente de la shopping! Este Jungkook a ti no te deberieron dar de pequeño leche en polvo, que bueno que te la quitaron a los siete años porque sino te perdemos. Mejor seguimos que este Jungkook se dichava mucho.

—Hay calor, ¿no lo creen? —cuestionó Jimin, y de paso descubrió el agua fría.

Y ya chicas y chicos, nuestros chinos están probando los primeros síntomas de Cuba: calor. Y esto es sólo el comienzo, cuando ustedes se vean sudando sólo por respirar se van a quedar anonadados. Para nosotros acostumbrados a esto ni nos sorprendemos, sólo nos pasamos el día diciendo: ¡Pinga qué calor! Porque sí, hace un calor de pinga. Vaya, es ver la pinga de Tae y te entra calor, pero ese es otro calor. ¡Sigamos!

Bangtan cubaneandoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora