Capítulo 8: Iguales.

83 13 3
                                    

Notas del autor:

Por favor no olviden Votar si les gusta el capítulo.

Si no han votado por los anteriores capítulos por favor voten, cada voto me ayuda muchísimo.


..... 

Obito-sensei a pesar de todo su triste pasado y sus secuelas a raíz del accidente, él nunca se veía abatido. Siempre sonreía y mostraba un ánimo empalagoso. Muchos lo tachaban de ridículo, yo lo veía como un hombre de carácter fuerte, nunca se dejaba abatir por las miradas desabridas e impertinentes de otro. Siempre tolerante, honesto y humilde.

—Te pedí unos minutos porque me preocupa tu falta de participación Sakura-chan.

Estábamos solos en el salón, por lo que sus modales cambiaron a uno más íntimo.

—La verdad es que no tengo mucho de qué hablar —baje un segundo mi mirada para evadir la de él.

— ¿Hay algo que pueda hacer para que participes más? No me gustaría que te retrases si no entiendes algo.

—Yo estoy bien. Entiendo todo —dije honestamente.

— ¿Entonces, es otra cosa lo que te preocupa para que no participes?

—No, bueno, la verdad es que no quiero pasar por sabelotodo. Los demás pueden pensar que tengo privilegios si se enteran que le conozco.

—Con que es eso —le escuche decir con voz aliviada—. Pensé que había hecho algo que te molestara.

—Para nada. Únicamente pensé que sería un punto de mira si comenzaba a responder a sus preguntas en clases y por experiencia sé que es más fácil difamar que aceptar que a algunos nos gusta estudiar.

—Ya veo. Te conozco desde hace muchos años y sé que prefieres retirarte antes de caer en confrontaciones. No me mal interpretes si piensas que te juzgo como una cobarde, porque no es así. Yo creo que eres muy bondadosa y es por eso que deje pasar estas semanas sin decirte nada, pero no puedo seguir apartando mi mirada. Desearía poder inyectarte un poco más de coraje para enfrentar cualquier calumnia pero tú eres tú, y eso está bien. No obstante puedes tomarme de ejemplo de vez en cuando. Muchos me llaman con apodos groseros y denigrantes, pero yo no me escondo, mi esposa me acepta y mis amigos también, así que si tu respondes a todas mis preguntas y alguien se hoza a tacharte de cerebrito o sabelotodo, tú les puedes detener o ignorar, y si las cosas se salen de control, siempre puedes venir a hablar conmigo y ambos pensaremos en algo.

Me sentí minúscula ante tales alentadoras palabras. Me di cuenta por qué Kakashi-sensei tenía en tan alta estima a Obito-sensei.

—Gracias por sus palabras. Las tendré muy en cuenta sensei. —Sonreí aliviada y feliz de ser amiga de él. —No quiero sonar grosera, ¿pero necesita algo más de mí?

—Sí, sólo una cosa más. Espero no parecer entrometido, pero me da curiosidad la cercanía que tú y Gaara han construido. Rin-chan también me ha comentado que los ha visto juntos en su clase.

—Ah eso... —me sorprendí por el comentario—. Sí, bueno, él y yo somos amigos. —Mentí descaradamente y me sentí como parasito por actuar así después de sus sinceras palabras —Nos conocimos por coincidencia, y luego de notar que asistíamos a dos clases juntos, nos hemos sentado para discutir las lecciones.

—Qué bueno. Él es un alumno de Suna como tú bien debes de saber, con ciertos privilegios para no asistir en ocasiones. —Mi alarma se activó, y una ansiedad por sonsacar toda la información que sensei sabía de Gaara me comenzó a carcomer. —Espero que la experiencia aquí en Konoha sea de provecho para él. Pero con tu compañía estoy seguro que no puede estar en mejores manos. —Detallé como él sonreía y el lado derecho se curveaba desigualmente. —Eso es todo, estaba curioso y le prometí a Kakashi-san que vería por ti.

Tus mentirasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora