Capítulo 13: Enfermos

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Temporada 2


—Sakura. ¿Quieres ir con nosotras a comer algo? —pregunto Shizune. Ella es mi superior, no solamente en el hospital, sino como alumna de Tsunade-sama.

Yo sonreí apenada.

—Sera en otra oportunidad, Shizune. Mi guardia no ha terminado— hice una pequeña reverencia —. Gracias por la invitación— no recordaba cuantas veces me había negado. Seguramente ella dejaría de invitarme pronto.

Eso dijiste la última vez— increpo mi inner.

— ¿De nuevo harás doble guardia? —Shizune mostro una expresión preocupada.

—Prometí que lo haría, hay pacientes que atender y pocas enfermeras— expliqué.

—Pero tú eres aprendiz de médico. Las enfermeras pueden solicitar más empleados si lo necesitan. —Mi superior se vio un poco ofuscada al constatar la falta de personal—. Hablaré con Tsunade-sama sobre este tema.

—Me parece una buena idea. Por hoy mi ayuda es necesaria— ataje. Me sentía algo irritada por la insistencia de Shizune.

—Está bien Sakura. Quería presentarte a un amigo mío, pero será para la próxima.

— ¿Amigo o novio? —mi tirria se convirtió en curiosidad.

—Bueno, aun no es oficial, pero quizás pronto Yamato y yo seamos más que amigos —observé como sus mejillas se sonrojaban.

— ¿Yamato-senpai? ¿El de mirada aterradora? —Solté sin cavilar mis palabras.

— ¿Lo conoces? —Por suerte ella sonaba más asombrada que ofendida.

Me encogí de hombros y asentí. —Fue profesor sustituto por un tiempo en la academia.

—Ya veo. Él trabaja ahora junto al Hokage. Nos conocimos cuando Tsunade-sama y Kakashi-sama tuvieron una junta hace un par de meses atrás. Desde entonces hemos salido un par de veces. Yo pensaba presentárselo a las chicas hoy y preguntar su opinión.

—Yamato-senpai es un buen hombre. Recuerdo que Naruto lo saco de quicios un par de veces, pero él supo cómo controlar la situación. Creo que tu carácter y el de él se acoplarían muy bien— dije con sinceridad. Estaba feliz por ella.

Shizune sonrió amenamente. —Gracias Sakura. —Reafirmando la bolsa que llevaba guindada en sus hombros, ella se despidió.

La vi irse y para cuando se perdió en el recodo de un pasillo, yo di media vuelta y volví al trabajo. Sería una larga noche, aunque prefería eso a volver a mi casa.

....

El sonido del teléfono me despertó. Yo gruñí bajo mi cobertor y tome el aparato sobre la mesita de noche, leí el nombre de Ino-puerca en la pantalla. Gruñí de nuevo y enterré el dispositivo debajo de mi almohada. Sonreí al instante que este dejo de sonar. Mi habitación estaba fría porque la puerta corrediza de la terraza se hallaba entreabierta, sin embargo yo me encontraba protegida bajo el calor de mi colcha. Cuando estaba por perderme en mi tan adorado sueño, el timbre de mi casa resonó despertándome por completo.

Maldije mentalmente, y puse una almohada sobre mi cabeza. El timbre volvió a sonar y yo le ignoré, entonces mi teléfono acompaño a la horrible orquesta en mi casa y fue cuando me rendí.

—Puerca hice doble guardia y estoy en mi lecho de muerte— dije a través de la bocina. Escuche el timbre volver a repicar por tercera vez.

—No quiero excusas— escuche a mi amiga decir—. Me prometiste ir de compras conmigo.

Tus mentirasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora