Toque la puerta con mis nudillos. Me encontraba sola, en un corredor en penumbras esperando que Itachi me abriera. Decidimos vernos en su apartamento, así que aquí me hallaba. No sabía que me deparaba cuando le viera frente a frente. En mi estomago una sensación de vértigo comenzó a esparcirse como lo haría una ceniza ardiendo sobre el papel. Escuche unos pasos secos del otro lado y luego el seguro de la puerta, para finalmente ver como Sasuke aparecía frente a mí.
"Que demonios" pensé mientras Sasuke me veía impasible. Seguramente mi expresión era un chiste porque él bufo y negó con la cabeza.
— No te preocupes, yo voy de salida — le escuche decir mientras se perdía dentro del apartamento.
Me quede quieta en el sitio. Itachi apareció y me pidió que entrara, yo lo hice, mientras me fijaba como Sasuke se ataba los zapatos y colocaba una gabardina negra.
—Yo te contactare luego — dijo Itachi atajando algo que Sasuke estaba a punto de decir.
Vi a Sasuke fuera en el pasillo mientras Itachi sujetaba la manilla de la puerta. El menor dijo algo en voz baja que no logre codificar, Itachi negó con la cabeza. Observe como Sasuke fruncia el ceño y antes de marcharse me sujeto la mirada dos segundos.
¿Qué pasaba? ¿habían discutido? ¿pero por qué? Itachi cerro la puerta y se volteo para enfrentarme.
— ¿Qué sucede? — hice la pregunta más obvia y que él seguramente vio venir.
— Esta enojado porque lo he suspendido de unas tareas en la comisaria.
Vi los orbes de Itachi, oscuros y misterioso. Por qué sentía que esa respuesta era una excusa improvisada. Sin embargo, ¿qué podía hacer? Negarme a creer no iba a cambiar nada. Deje escapar un resuello y asentí con la cabeza mientras me volteaba para dirigirme a la sala de estar. No le diría en su cara mentiroso, pero le haría saber con mis gestos físicos que no le creería. Era la forma de atacar pasivamente.
El Uchiha se colocó detrás de mí y yo me gire. Sus manos estaban a cada lado de mi cintura, yo alce el rostro para verle a los ojos, el ambarino brillo de la lampara en la sala se reflejó en sus oscuros orbes. Me quede viéndole unos segundos, las marcas que nacían desde sus lagrimales hasta la mitad de sus mejillas le agregaban un aire cansino. Algo que note y me pareció un detalle fresco fue su cabello, este estaba atado en un moño alto, algunos cabellos caían desordenados por su cerviz, pero en vez de restarle, le agregaban un estilo más casual.
— Me gusta como recogiste tu cabello hoy — le confesé.
— Y a mi tu nuevo corte, te vez aún más encantadora.
Una de sus manos subió y tomo unas hebras de mi pelo. Pensé que nuestro encuentro seria más tenso. No habíamos hablado desde aquel día que se entero que Gaara se encontraba conmigo. Deje escapar un resuello y me separe de Itachi, esto debía terminar, yo realmente deseaba acabar con esta ambivalente situación.
—Itachi creo que debemos dejar de vernos — dije y me arrepentí inmediatamente.
Me abracé y aprete mis parpados. Quería llorar percibía como mis ojos me escocían, pero me trague cada lagrima. Itachi me abrazo, sus labios rozaban el pabellón de mi oreja, sentía su aliento tibio y oí su profunda voz cuando dijo:
— No quiero.
— ¿Entonces qué es lo que quieres? — exigí saber aun sin abrir la mirada.
— Quiero seguir viéndote.
— Pero no me quieres como tu pareja, ¿cierto? — entre abrir los parpado y vi el contorno de mis pies y los de él a cada lado de los míos.
— No puedo ofrecerte nada más, créeme cuando te digo que deseo tenerte únicamente para mí, pero no puedo.
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Tus mentiras
RomanceLa primavera llega para Sakura cuando se encuentra con un misterioso y guapo joven de cabellos tan rojos como el fuego y mirada cristal. Los días en blanco y negro cobran color con este casual encuentro, que nos llevara a un romance a escondidas por...