Epílogo

95 7 23
                                    


Notas del autor:

Por favor no olviden Votar si les gusta el capítulo.

Si no han votado por los anteriores capítulos por favor voten, eso me ayuda muchísimo.

-------------------


Haruno Sakura

Salí al pórtico que daba al patio trasero, me senté en uno de los muebles de mimbre y de inmediato como salido de la nada Shukaku, el mapache de Gaara, se acomodó a mi lado dejando reposar su cabeza en mi regazo. Yo le acaricie la coronilla mientras veía como los gemelos jugaban con agua, la mayor Kokoro salto hacia un lado para evitar que su hermano Ukeru le mojara con la manguera que tenía en la mano.

Ambos reían sin parar, ellos eran tímidos delante de extraños, pero su introversión desaparecía cuando nos encontrábamos en casa. Escuche que alguien abrió la puerta del pórtico, mire a mi izquierda y vi como Shinki se frotaba los ojos. Acababa de despertar de una siesta, le hice una señal con la mano para que se sentara a mi lado, él me vio con sus grandes ojos verdes y sin replicar se sentó a mi lado apoyando su cabeza en mi hombro derecho, le rodee con el brazo y aproveche para tocar su frente. La fiebre había bajado lo que me alegró mucho.

Shinki recogió sus piernas y yo le acune en mi costado, hacía tres años que él llego a nuestra familia, al principio era muy reservado y no decía ninguna palabra, pero poco a poco y con la ayuda de los gemelos él comenzó a abrirse más a nosotros. Recuerdo el día que llego al hospital, con morenotes en todo el cuerpo y desnutrición, lo único que lo mantenía vivo era su voluntad. Había sufrido abusos por parte de unos familiares, sus padres habían muerto y debido a ello se vio obligado a trabajar para aquellos rufianes inhumanos.

Le adoptamos casi de inmediato, pensé que al hacerlo él estaría feliz pero no fue así, debido a los malos tratos él no confiaba en nadie, así que intento escapar varias veces. Hemos recorrido un largo camino con Shinki aunque ahora él entiende que es parte de nuestra familia, y que le amamos incondicionalmente.

Los gemelos voltearon hacia nosotros, ellos parecían sorprendidos y dejando sus juegos corrieron hacia el pórtico. Shukaku les vio y decidido que era hora de irse. El mapache ya no era tan joven como para seguir el ritmo de los gemelos.

— ¿Shinki te sientes mejor? —Pregunto Kokoro.

Shinki asintió levemente con la cabeza.

— ¿Quieres que te traiga algo? —ofreció Ukeru— Kokoro y yo queremos comer un helado.

— ¿Mamá, puede Shinki comer helado? —Kokoro me vio con sus grandes ojos jades.

Yo mire abajo y Shinki alzo el rostro para verme.

— ¿Quieres acompañar a los gemelos a buscar un helado? —le pregunte.

Él abrió sus ojos y asintió en silencio. Vi un brillo de emoción en su carita. Le sonreí de vuelta y le dije que fuera con ellos.

Los gemelos tomaron a Shinki de cada mano y le ayudaron a apearse del mueble. Vi como los tres caminaban hacia la entrada del pórtico que daba al comedor y cocina. Los tres tenían la misma edad, siete años. Kokoro llevaba el cabello largo en un tono rojo claro, mientras que Ukeru quien era idéntico a su hermana lo llevaba corto. Sus rostros eran parecidos a Gaara, con la tez muy blanca, de cejas cortas y narices respingadas. El cabello de Shinki iba bastante corto y su color era de un marrón oscuro, sus ojos verdes esmeralda mostraban una tonalidad más oscura que la de los gemelos.

Les vi desaparecer por el hueco de la pared y yo me levanté para recoger las cosas que los gemelos dejaron en el jardín. Mientras lo hacía, Ai el halcón de la familia aterrizo sobre una rama cerca de mí. Ella me pio y yo sonreí, pronto llegaría Gaara a casa, su madre guardiana siempre aparecía un poco antes para informarnos que él venía en camino.

Tus mentirasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora