Never say Goodbye - EunHae (+18)

Reencuentro Inesperado

Casi una semana ha pasado desde que vi a HyukJae en la universidad, y desde aquel entonces he tratado de escapar de él lo mejor posible y es que no me siento preparado para verlo.
Sé que me prometí a mi mismo que lo ignorarla y haría como si no existiera pero, vamos, del dicho al hecho hay mucho trecho y soy Lee DongHae el rey de la cobardía.

Al tener el Literatura somo como material adicional, sólo compartimos clases dos veces por semana, y quizá esto a facilitado mi tarea de huir sin problemas.
Respecto a KyuHyun y Yesung, he tratado de evitar el tema por completo e invento excusas tontas con tal de no verlo a la cara.
Sé que al llevar el mismo apellido, compartimos carpeta y eso me pone nervioso porque se que no podré evitarlo para siempre. Pero bueno, el tampoco sabe sabe que estoy ahí ¿cierto? De lo contrario hubiera buscado la forma de encontrarme.

Me detengo ante mis propios pensamientos, ¿Enserió aún le tengo fe a esa persona? ¡¡Claro que no!!
Y es que estoy completamente seguro de que ni siquiera me reconocería si me tuviera frente a él.
¡¡Maldita sea!! Odio tener este tipo de pensamientos...
Suspiro y decido ir al baño del primer piso, necesito refrescarme un poco antes de volver a clases.
Camino perdido entre mis propios pensamientos y perdido en la nada, cuando de repente siento que tiran tan fuerte de mi que termino en el suelo.

Llevo una mano a mi pecho para calmar mi corazón después de aquel susto y suelto una exclamación de dolor, abro los ojos y observo mis piernas, me he lastimado con la caída, puedo ver sangre en las rodillas. Pero eso no es lo importante ahora...
Levanto la mirada lentamente, y encuentro la divertida mirada de YunHo y para mí mala suerte no está solo, tres idiotas lo acompañan.

Quiero levantarme y correr, quiero huir lejos de ellos
Pero ni tengo el valor y tampoco puedo hacerlo, el dolor en mis rodillas es fuerte. Justo hoy se me ocurrió venir con bermudas, ¡¡menuda mi suerte!!

— Pero miren nada más que tenemos por aquí — YunHo me mira como si fuera un objeto de diversión
— ¿Que pasa niñato? ¿Es que acaso vas a llorar?
¡¡Pero si nisiquiera hemos empezado contigo!!

—Levantenlo y llevenlo al baño que está al final del pasillo, casi nadie entra ahi a esta hora así que es perfecto.

Mis ojos se humedecen sin poder evitarlo, estoy solo y tengo miedo, no tengo manera de avisar a mis amigos porque he dejado el móvil en el salón, así que solo me queda esperar, cerrar los ojos y rogar por que esto termine pronto.
Maldigo internamente mi cobardía, ¡¡Hasta cuando!!

Un golpe seco me interrumpe, levanto la mirada y los veo frente a mi, todos con una sonrisa dispuestos a lastimarme hasta que se cansen.
Trago saliva, el miedo forma un nudo en mi garganta
Esperaba muchas cosas de este día, todas malas obviamente, pero no pensé que terminaría golpeado.
Aunque ya ha pasado esto antes, igual es algo que nadie esperaría, ni siquiera yo.

— ¿Sabes que le pasa a los niñatos como tú? — Niego con la cabeza, la voz no me sale. — ¿Enserió no lo sabes? .Vamos DongHae, te crei más inteligente...
Va siendo hora de que aceptes que gente como tú nació para divertir a personas como yo.

Y sin decir más, recibo un golpe en el estómago que me deja sin respiración, vuelvo a caer sobre mis rodillas y termino haciéndome más daño, si es que eso es posible
El dolor va en aumento y las lágrimas resbalan sin control por mis mejillas.
Quiero gritar y pedir ayuda, pero eso seria quedar en vergüenza mayor a la de ahora, así que me aguanto.
Siento un par de golpes más, no quiero abrir los ojos, solo le pido al cielo que esto pare pronto.

Después de algunos insultos y unas carcajadas ellos deciden dejarme ahí en el piso, y yo me hago un ovillo sin más, me arrastro como puedo y lloró sin cesar.
Entre mis sollozos escucho la puerta principal del baño abrirse, hago lo posible por entrar a algún cubículo y así evitar que me vean, apenas y logro poner el pestillo
Vuelvo a caer sobre mis pies, estoy temblando por el dolor que siento, me es imposible aguantar un sollozo.
Cuando me doy cuenta de que he sido muy ruidoso me tapo la boca con ambas manos, esperando que la otra persona no me me haya escuchado.