Never say Goodbye - EunHae (+18)

NAVIDAD

Es veinticuatro de diciembre por la mañana.
Aún estoy temprano pero no pude dormir más, ya que HeeChul me despertó con sus más de quince llamadas.
Por un momento pensé que era algo urgente.

O al parecer acompañarle a comprar bebidas si lo es.

Al menos para el, pues yo no soy muy fan del alcohol
Las veces que lo he probado, nada a salido bien.
Aunque supongo que al estar rodeado de mis amigos, podría tomar aunque sea un poquito.

Me levanto con toda la pereza del mundo, no tenía planeado levantarme de la cama hasta más tarde, pero según HeeChul conseguir provisiones es de vital importancia. Esto es urgente, dijo en la llamada.

Aunque estoy seguro que el alcohol no está incluido en la lista de lo que llamamos provisiones. Pero bueno...
Se la debo. Gracias a él conseguí el regalo para Hyuk
Estoy nervioso, en verdad espero que le guste.
Hubiera querido tener más tiempo para comprarle algo pero hasta hace dos días ni siquiera sabía que pasaríamos la navidad juntos.

Muerdo mis labios, estoy más que feliz.

Tengo ganas de llamar a Hyuk pero sé que el a salido con los chicos a comprar algunas y no quiero interrumpir ese momento. Me encanta que se lleven tan bien, no podía esperar menos de mis amigos.

Luego de una hora estoy listo, el tira de mi casa suena insistentemente, abro la puerta y veo a HeeChul parado frente a mi con una gran sonrisa.

—Hola Hae.—saluda más que animado.

—Hola HeeChul. —respondo tímidamente.

—Ya te he dicho que dejes las formalidades y solo me digas Hee... que va más acorde con mi personalidad.

Sonrió.

El es realmente genial, ahora entiendo porque Hyuk lo quiere tanto y porque Siwon se deslumbró tan rápido con su presencia, definitivamente Hee nació para brillar... es como una estrella... ¿universal? Si eso es.

—Vamonos que tenemos mucho que hacer y debe darnos tiempo para todo.

—Está bien, vamos.

Así pues salimos y subimos a un auto que no sabia que tenia así que me sorprendo, en el camino me cuenta que en realidad es el auto de Hyuk pero que a este no le gusta conducir pues prefiere su moto así que decidió tomarlo prestado, hasta definir su permanencia aquí.

Sé también que trabaja como modelo y que tiene muchas propuestas tanto fuera como dentro de Corea.
Y le creo, pues HeeChul es realmente hermoso, tiene la piel sumamente cuidada que lo hace parecer incluso más joven y su personalidad hace que irradie luz.

Llegamos al supermercado y agarramos un carrito, el cual el se encarga de llenar con cervezas, vinos, sojus y whisky, me sorprende ver tanto alcohol junto.
Pero no soy quien para juzgar los gustos ajenos.

Una vez pagamos, entramos a por algunos bocaditos y alimentos, es temprano aún, así que hemos tenido suerte de encontrarlos, un par de horas más y distinta hubiera sido la historia...

Salimos y no dirigimos al estacionamiento para meter todas la bolsas al coche, hago ademán de subirme pero una mano me detiene. Miro confuso a HeeChul y antes de preguntar me jala del brazo para caminar con el.

—Conozco una cafetería muy cerca de aquí. Siwon me envió el otro día y me gustó mucho.

Asiento en silencio y lo sigo, llegamos a una cafetería muy cerca del centro comercial, esta es pequeña pero muy acogedora y tiene una decoración vintage que me encanta. Buscamos una mesa y nos sentamos.

—Pensé que debíamos apurarnos. —pregunto.

HeeChul me queda mirando fijamente, pero no sé que es lo que piensas, simplemente me quedo quieto a espera de una respuesta o lo que sea.