Aceptando

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Años atrás....
Eran tiempos difíciles para HyukJae.
Por un lado tuvo que dejar la vida que conocía en su país natal y por otro dejó a sus amigos, pero sobre todo a su precioso castaño, su pequeño mejor amigo.
Ellos habían pasado muchas cosas juntos, se conocían desde pequeños después de todo, la confianza que se tenían mutuamente resultaba hasta envidiable.
Había pasado ya un tiempo desde aquella despedida, donde no se permitió decir adiós, pues el sabía, lo presentía adentro de su pecho que se volverían a ver.
No sabia realmente cuando, pero estaba seguro de eso.

Conforme iba pasando en tiempo, la comunicación entre ellos pasó de mucha a ser poca, y no era a propósito en sí. La diferencia horaria resultaba complicada para ambos, pero a pesar de todo trataba de prestarle atención. Sus días eran ocupados, pues sus padres los pusieron a estudiar casi de inmediato.
Y claro, ante la nueva cultura y el tratar de acostumbrarse, todo se volvió realmente complicado.

Llegaba la noche y estaba realmente cansado, no solo se trataba de una nueva escuela, sino de otro idioma, otras personas y por momentos casi parecía un nuevo mundo, en el cual se sentía muy perdido.
Al no tener amigos con quien conversar, pasaba sus días dedicándose a su pasión, el baile...
Estar en un país nuevo y con costumbres distintas, le otorgaba a la vez cierta libertad.
No de hacer lo que quisiera, pero si de atreverse a más cosas sin que lo juzguen o lo señalen.

Una noche regresando de una intensa práctica de baile
decidió sentarse en el parque, el cielo estaba despejado y el amaba demasiado poder observar las estrellas y sobre todo la luna...
Por algún motivo el sentía una conexión demasiado especial con ella, y quizá podría parecer loco, pero hasta lo más locos han logrado cosas increíbles.
Y además cada uno hace de su propia locura su felicidad,  mientras pensaba en cosas que le hacían reír consigo mismo, siento a alguien sentarse a su lado.
Maldijo mentalmente a la persona que irrumpió su paz

— ¿Hace buen tiempo, no te parece? — Escucho que le decían. — Aunque me da curiosidad, ¿que hace un chico tan lindo como tú aquí solo?

Lentamente levantó la cabeza y en el proceso no pudo evitar preguntarse, ¿Un chico lindo como yo?
El no se consideraba para nada lindo en aquel entonces, tenía muchos problemas con su aspecto, tenía tenía impresión de ser el "patito feo" y eso tenia su autoestima por los suelos.
Cuando tenía a DongHae junto a él, este se encargaba de recordarle a cada momento lo guapo que le parecía.

"Eres tan guapo" le susurraba al oído y el no hacia más que reír, porque sabía lo decía por consolarlo.
Y ahora en un país distinto y con una persona extraña, no pudo evitar sonrojarse tremendamente,  y es que se podría decir que era tímido.
La única persona con la que se sentía totalmente libre, ahora se encontraba a miles de kilómetros de distancia

Cuando finalmente se atrevió a mirar a la persona, vio que era un chico muy guapo con cabello negro, este tenía una sonrisa en lo labios y  estaba vestido de una manera bastante interesante...
Un pijama nada más y nada menos que de un tigre.
HyukJae no pudo evitar mirar a su alrededor y preguntarse que hacia una persona vestida así y sobre todo en la calle, más no se atrevió a preguntarlo.

De pronto el chico sacó un cigarrillo y cenicero y empezó a fumar, le ofreció el cigarro más el se negó a recibirlo, porque jamás había fumado en su vida.
A lo mucho había tomado cervezas y sin alcohol.
Este chico en cuestión parecía unos años mayor y por alguna razón no le daba miedo estar ahí con el.

—Por tu cara debo suponer que te preguntas que estoy haciendo a estas horas y vestido de esta forma, ¿cierto?

Tímidamente HyukJae asintió en silencio, y espero una respuesta de tarde un poco en llegar.
Soltando el humo por la nariz, el chico misterioso le respondió.

Never say Goodbye - EunHae (+18)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora