Never say Goodbye - EunHae (+18)

DISTANCIA

La noche anterior DongHae no había podido dormir, así que ahora tenía la cara hinchada, las ojeras inmensas debajo de los ojos y los labios partidos.

Aquel día decidió no ir a la universidad, y aunque era raro que el faltara, no tenía ganas de salir de su cama.
Aviso a sus amigos sobre su decisión, llamo a su Madre para hablarle de la situación, omitiendo los detalles de la pelea con HyukJae ya que no quería preocuparla, sobre todo sabiendo que ella estaba hasta el cuello de trabajo. Se despidió de su mamá y luego puso el celular en silencio, así nadie podría molestarlo.
Necesitaba estar solo, lo necesitaba más que nunca.

Tampoco tenia hambre así que se quedó ahí cubierto con las sábanas, pensando en todo lo ocurrido el día anterior y en lo complicado que sería ahora ver a HyukJae a la cara, el no poder abrazarlo ni besarlo.

Aparte de todo estaba el amor que sentía, era algo que no podía borrar de un día para otro y peor aún imaginando que estaría con ella, en sus brazos...
Lo celos podían con el y la rabia le carcomia entero.

Muchas situaciones pasaban por la frágil mente de DongHae y resultaba difícil poder controlarse.
Si bien antes el lloraba o sufría, lo hacía por el mismo.
En cambio ahora estaba ahí, solo, llorando, sufriendo por el y también por su gran amor.

Aquí aplicaba aquella frase que resonó en su mente en un pasado no muy lejano... "La única persona que podría lanzarlo al abismo más profundo, era HyukJae" y vaya que lo había logrado. Estaba cayendo en picada.

Maldita sea.

Confío en el, creyó cada palabra que salió de su boca y le entrego sus primeras veces con un hombre.
Se entrego en cuerpo y alma a una persona que pensó era distinta y sincera. Pero una vez más se equivoco.
Y ahora quería olvidar, deseaba poder tener el poder de arrancarse el sentimiento de un solo tirón.
Poder borrar de su memoria aquella preciosa sonrisa.

Todo era un mierda.
Pero también era todo culpa suya, por haber creído y aceptar tan rápido ser novio de aquella persona.
Porqué sí, ahora no deseaba ni siquiera mencionarlo.
Iba a ser difícil, pero si pudo con su la muerte de su padre, entonces también iba a poder con esto.

Aunque duela, olvidaría a Lee HyukJae.

La mañana paso muy rápido, no salio en ningún momento de su habitación y tampoco reviso el celular, ya que no quería leer mensajes y ni responder llamadas, solo necesitaba más que nunca su soledad.

A la hora del almuerzo su estómago empezó a quejarse así que muy a su pesar tuvo que levantarse y arrastrar los pies hasta la cocina, una vez ahí se preparó ramen y comió solo. Acompañado del vacío de su hogar.

Recordó como tantas veces había comido con el pelinegro en el mismo lugar, compartiendo su comida y riendo como un par de tontos enamorados.

¿Acaso algo en HyukJae era verdad? Lo dudaba.

Al final de cuentas las promesas terminan siendo simples palabras que vas olvidando con el paso de los días y el querer no es lo mismo que poder.

El día anterior DongHae se había prometido no ser débil, sinembargo le resultaba bastante complicado serlo y más aún sabiendo que tendría que verlo todos los días en la universidad. Aquello sería difícil.
Debía de prepararse mentalmente para lo que se venía

Las horas pasaron más lentas de lo normal, una vez termino de comer se fue directo a su habitación y ahí pasó el resto de la tarde, tocando su amada guitarra.
Cantando amargamente mientras que pesas lágrimas saladas caían por sus más que tristes ojos.

No supo cuanto tiempo había pasado, más cuando vio a través de su ventana, se percató de que el sol ya no brillaba y supuso que la noche había llegado al fin.
Se levantó y se dirigió al baño, dispuesto a darse una ducha, pero antes de llegar el timbre de su casa llamó su atención. Detuvo sus pasos y se quedó quieto como si alguien pudiese verlo, espero y espero a que el timbre dejara de sonar, pero eso sencillamente no pasó