SOLO TÚ

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Hyemin había tenido que ir corriendo a su trabajo, había recibido una llamada urgente de su jefe y apenas tuvo tiempo para despedirse de su DongHae.
Sin embargo el se sentía más que feliz, habían pasado una horas preciosas juntos y eso no lo cambiaba por nada, pensaba atesorar ese recuerdo en su corazón.

Estaba terminando de comer cuando entro la enfermera empujando un carrito delante de ella

entró a tomar su presión y temperatura, lo reviso cuidadosamente y anotó cosas en su libreta.

—Es raro verte aquí solo—dijo ella de pronto.

—Supongo... siempre hay una primera vez para todo.

—Tú... novio es una gran persona, siempre atento a lo que necesitas, lo hemos visto todo este tiempo aquí sin despegarse de ti, por eso me sorprende no verlo.

—Vendrá pronto.—respondió DongHae un poco incómodo por las preguntas.

—Bueno... volveré a las seis para revisarte otra vez.

—Claro, muchas gracias.

Ella se fue y el se quedó solo por fin, no es que fuera apático ni mucho menos, pero tener que responder preguntas a personas desconocidas nunca había sido de su agrado. Pasó no supo cuánto tiempo, y empezó a cerrar los ojos por puro aburrimiento, últimamente estaba más perezoso de lo normal.

Estaba tan perdido entre sus pensamientos que no escucho la puerta abrirse ni los pasos acercarse.
De pronto sintió un toque en su mano, abrió los ojos de inmediato y miró a su derecha asustado, nada.....
Movió la cabeza en negación pensando que había sido una alucinación suya, cuando otro toque llamó su atención, miro con miedo a la izquierda, tampoco había nada... empezó a temblar del miedo, el nunca había sido amante de las películas de terror ni las cosas paranormales. Otro toque... nada... ni por un lado ni por el otro, todo era un sepulcral silencio.
Cuando de pronto su almohada fue jalada provocando que cayera al piso. Grito muy fuerte del susto.

—¡¡La sangre de cristo tiene poder!!—gritó—Jesucristo es mi pastor y nada me faltará....

Se sentía ridículo diciendo esas palabras en un hospital, sabiendo que afuera de su habitación habían muchas personas que podían oírlo, pero había visto en alguna película o video, no recordaba bien, que decían aquellas palabras para alejar a los malos espíritus.

Se tapo con la sabana por completo y se hizo un ovillo
Asustado y temblando, orando internamente para que lo que sea que estaba ahí se vaya de inmediato.
Y de pronto escucho una risa... ¿una risa? Pero, si los fantasmas no ríen.... muy despacio se destapó lo ojos y lo que vio lo dejo perplejo.

Un pelinegro partiéndose de la risa, disfrutando del éxito de su broma, estaba realmente guapo y parecía ¿feliz? Si, era la impresión de que daba.

—Que inmaduro eres HyukJae. —Dijo DongHae cruzándose de brazos y fingiendo indignación, conteniendo una sonrisa traicionera, el idiota sabía haber sus bromas, pero ya se la devolvería..

—Si... si hu-bieras visto tu cara... JAJAJAJAJAJA no me puedo creer que hayas creído que realmente era un fantasma... y que es eso de ¿la sangre de quien?

—IDIOTA. Eso es lo que eres... —apartó la mirada y trato de ignorarlo, aún estaba algo molesto.

—Vamos pequeño, solo fue un broma inocente....

—¿Inocente? ¡¡Casi me matas del susto!!

Una vez dicho esto, HyukJae se puso serio de inmediato, tanto que asusto a Donghae. Se acercó con pasos firmes y beso su frente dulcemente.

Never say Goodbye - EunHae (+18)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora