~¿Pero qué diablos?~

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Desperté malditamente enojado por la culpa de algún jodido idiota que me estaba enviando mensajes tan temprano en la mañana, cortando mi divertido sueño con Lisa. 

Mis padres felizmente me compraron un nuevo aparato, olvide por completo sacar el puto sonido de las notificaciones y una seguidilla de mensajes me atacaba. Inmediatamente tuve que tomar el aparato del demonio para saber a quien debía romper en pedazos. 

Irene Bae.

Hola

Hola

Jungkook

Kook

Kookie

Necesito ayuda

Veo que leiste mi mensaje 

Contesta por favor...

Kook

¿Que demonios quieres? ¿No ves la maldita hora?

Lo siento, si. Pero es realmente importante.

¿Que quieres?

Jimin me dijo que tu tienes una copia de la llave del gimnasio ¿es cierto?

Si, ¿que diablos quieres con eso?

Lo siento pero olvide algo importante, vine temprano aquí y está cerrado aún. Por favor necesito que vengas a abrir. Por favor haré lo que quieras.

Ok. En un rato estaré allí.

***

Finalmente me encuentro camino al jodido gimnasio, es tan temprano que apenas veo el camino sobre mis pies de lo somnoliento que me encuentro. Jodida Irene ¿que demonios habra perdido alli? Cuando llegué al gimnasio estaba allí esperando por mí, sonriendo ruborizada e  inquieta al verme.

-Jungkook, gracias por venir- saludó emocionada.

-¿Que demonios sucede? ¿Que es tan importante?- pregunte serio mientras abría la puerta. Ella estaba sonrojada.

-Te lo diré pero por favor no digas nada, prometo que haré lo que pidas.- insinuó. Alce la ceja, en realidad no quería nada de ella, pero no me venía mal alguna vez cobrarme este dia.

-No necesito saber nada, pero si en algún momento necesito algo, aceptaras sin chistar.- dije. Asintió e ingresamos. 

Resultó que ella había follado con alguien del equipo en el gimnasio, no la interrogue, no era necesario para mi saber con quien se había acostado, pero por quien sabe que, ella olvidó sus bragas junto con su mochila el viernes. ¿Quien demonios se olvida las bragas?

***

Finalmente fui directo a clases, no había un jodido alma por lo que decidí dormir un rato en mi asiento, estaba agotado y quizás si tenía suerte la muñeca aparecía en mis sueños un rato. Pero no sucedió eso, solo dormí unos minutos cuando comenzaron a llegar los demás, las voces y ruidos no me permitieron seguir durmiendo más.

Nada me importo en absoluto cuando la vi ingresar al salón, tan malditamente bonita. Pero poco duró aquello, Tae ingreso tras ella y una energía extrañaba los envolvía a los dos, eso dolió como una jodida patada en el corazón.

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