capitulo 8

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El demonio de los 5 corazones capitulo 8.

Nos encontramos en tártaro, la prisión más segura de todas, en la cual tienen a los prisioneros más peligrosos de todo Japón, y siendo la cárcel donde tenían a un menor de edad que había cometido varios crímenes, tanto así que logró matar y enfrentar a héroes del top, siendo kakuzu.

El cual se hizo como el rey de tártaro, ya que después de haber peleado contra varios criminales, dejó bien en claro que nadie se tiene que meter con el, ya que todos se habían ido directo a la enfermería con varios huesos rotos con dientes que salieron volando, incluso una vez le saco un ojo a uno de ellos por una patada de izuku.

El midoriya recibía visitas de su nuevo amigo y colega, kaoru hanayama, el lo mantenía informado de todo lo que pasaba, pero un día de sus visitas, no era hanayama quien fue esta vez, si no el señor yaoyorozu, uno de los empresarios más poderosos, el cual vino para proponerle una oferta a izuku, el cual era la mano de su hija para hacer un matrimonio.

Actualmente.

La sala de visitas estaba en un silencio sepulcral, el señor yaoyorozu pensaba que izuku iba aceptar, ya que tenía una sonrisa en su rostro, mientras que izuku se mantenía callado en un rato. Yaoyorozu; y que dices joven?, acepta la propuesta?.

Izuku solo se había levantado de la silla.

Izuku: no, no acepto, y será mejor que sea la primera y última vez que venga para decirme eso, por que la próxima vez no seré tan amable.

Dándose la vuelta para regresar a su celda, pero rápidamente escucho un golpe contra la mesa, y cuando volteo a ver, pudo ver que era el yaoyorozu, el cual se paro de la mesa muy molesto.

Yaoyorozu: como te atreves a rechazar mi oferta maldito mocoso, nos ves que tendrás mucho dinero de tu parte y a mi bella hija, que tienes en la maldito cabeza?.

Izuku: que que tengo?, se llama dignidad, algo que al parecer no ti te falta, mira que ofrecer a tu propia hija para un casamiento, y no creas que puedo ver tus intenciones, se que quieres que me case con tu hija para solo tener más poder y prestigio, pero yo no soy tan idiota como para ser un perro faldero de alguien como tu, espero que te haya quedado claro.

Firme y recto en cada palabra, mirando a los ojos al pelinegro que estaba en frente de el.

En ese momento el yaoyorozu ya furioso, había roto el vidrio, y rápidamente se lanzó atacar a izuku, y rápidamente le comenzó a dar múltiples golpes en todo su pecho, creando unas nudilleras.

La alarma había alertado a los guardias, los cuales rápidamente se fueron para evitar una masacre.

El pelinegro continúo dando múltiples golpes a izuku, el cual en todo momento no se había movido para evitar los golpes.

Una vez el pelinegro terminó de golpear, solo pudo ver que había roto la ropa de izuku y con algunas marcas de golpes golpes apenas se podían ver. Izuku: muy bien, mi turno.

Rápidamente izuku le dio una poderosa patada en toda su mandíbula, logrando que sangre saliera de su boca, pero rápidamente dio un giro que hizo que pie caiga en todo el rostro del yaoyorozu, haciendo que sangre de la nariz.

El hombre pelinegro había caído al suelo sujetándose el rosto por completo de sangre, y en ese momento habían llegado los guardias, los cuales activados sus quirks apuntado hacia izuku.

Guardia 1: aléjate del hombre ahora mismo.

Izuku: calmense chicos, yo no hice nada, el fue que el rompió el vidrio y me quiso enfrentar, por lo cual tendrían que reprocharle a el en vez de a mi.

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