Es viernes cuando Theo me llama al teléfono. Lo hace justo en medio de la hora de comer, mientras intento presionar a Dante para que coma un poco; sólo picotea la comida lo justo para poder moverse lo mínimo. Por descontado, la ausencia por su tristeza le ha hecho que le echaran de su trabajo como fontanero, lo cual lo hundió tanto que el jueves no puede sacarlo del sofá de ninguna manera. Estaba devastado; su orgullo también herido. Pero no lloró, no le quedaban lágrimas.
Dejo a Ewan con el pelinegro para meterme en la otra parte en la guarida para hablar con el viejo, mientras me restriego en todas las paredes para que aquí también huela a mí. No sé si servirá, pero al menos quiero intentarlo aunque me duela la piel conforme doy restriegues de un lado a otro, incluyendo las puertas.
—¿Qué pasó con Pyro? —Es lo primero que le pregunto, interrumpiéndole esa estúpida verborrea que siempre tiene conmigo para intentar sonar cercano. Me importa una mierda que sea mi abuelo, no merece mi cariño.
—Está recuperándose, pero llegó gravemente herido cuando nos lo trajeron —explica antes de beber algo—. Fue gracias a tu aviso de que decidió estar fuera del edificio, ya que inspeccionaba los alrededores; la explosión del avión sólo le dio tiempo a alejarse lo justo antes de que cayera una par de bicicletas encima.
Suspiro un poco más calmado tras cerrar los ojos. Me hubiera dolido mucho haber perdido al viejo Pyro después de todos estos años, pero es mejor herido que fenecido.
—Bien, ¿cuál es el trabajo que tienes para mí? —exijo saber, aunque me espero cualquier mierda por su parte.
—Verás, pequeño Rowen, he estado hablando con Kaya y... —Mi gruñido lo silencia, ha sonado enfadado porque ya me huelo que ha hecho algo para garantizarme algo demasiado bueno, y no lo quiero; yo elegí un trabajo de mierda para escalar por mis propios esfuerzos—. Como te iba a decir, hablé con mi Alfa a puerta cerrada para estudiar un poco nuestra situación y hemos llegado a varias conclusiones. ¿Te gustaría oírlas, o prefieres seguir gruñendo como un cachorrito malhumorado?
—Habla ya o te colgaré y me buscaré la vida.
—Con las pérdidas que hemos recibido por ese evento tan catastrófico, muchos lobos de nuestro sector han sido trasladados al territorio continuo para que las defensas y el ataque sea alto. Estamos estudiando qué y quiénes han jodido un puto aeropuerto entero, llevándose la vida de más de cuarenta de nuestros chicos en su primera misión —explica, dándole otro trago a lo que tenga ahí antes de que lo deje sobre algo—. Necesitamos mucha ayuda porque carecemos de personal y...
—Dije que no voy a trabajar directamente para una manada, abuelo, lo dejé muy claro desde el principio.
Theo gruñe un poco enfadado al otro lado de la línea y yo también lo hago. Tercos somos y moriremos siéndolo, así que esto es una carrera de fondo y no de velocidad. Sabía que me la iba a jugar de alguna forma, nunca cambiará.
—No tienes que hacerlo directamente, Rowen —dice después de unos largos segundos de silencio, posiblemente para que ambos nos calmemos—. Kaya se comunicó con tu ex-Alfa y...
—¡¿Qué hizo qué?! —rujo tan alto que, la puerta que separa una guarida de otra, se abre directamente para que encontrara a un Dante hiperventilado. Le hago una señal para que se acerque, hasta que le froto la espalda y niego con la cabeza—. Lo siento, Theo, han pasado cosas... importantes y estoy algo alterado.
—Lo entiendo, todos estamos igual de alterados, muchacho —su voz suena, ahora, algo más calmada aunque cautelosa para que lo siguiente no me haga gritar—; y por ello hablamos con Dalton sin decirle exactamente dónde te ubicas. Sólo sabe que estás en Texas y nada más —se me escapa un suspiro, por ello prosigue—: Kaya le ha pedido que le mandara tu historial laboral, lo cual ha quedado muy impresionada y ha evitado responder a las provocaciones e insinuaciones de él. Sigue siendo igual de capullo que siempre. Sin embargo... te pedimos que reflexiones antes de responderme. —El chasquido del mechero me da la respuesta de que estará en su despacho posiblemente, ya que los sonidos al otro lado de la línea son mínimos.
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𝕽 o w e n [También en Inkitt]
Werewolf[Libro 1] Ser la mano izquierda de tu Alfa es un honor que no todo lobo puede llevar sobre sus hombros, pero es aquello a lo que muchos aspiran alcanzar en algún momento de su vida. Dicen que ese rango especial es lo más cercano a la perfección, al...