48. 𝙰𝚢𝚞𝚍𝚊 𝚎𝚡𝚝𝚛𝚊, 𝚙𝚎𝚛𝚘 𝚗𝚘 𝚊 𝚌𝚞𝚊𝚕𝚚𝚞𝚒𝚎𝚛 𝚙𝚛𝚎𝚌𝚒𝚘

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—... y esa es la situación que tenemos actualmente. ¿Alguna idea?

 Ewan me despertó a las seis de la mañana para follar a lo bruto y, pese a estar muy cansado porque me acosté tarde, lo di todo durante cincuenta minutos ininterrumpidos. Después me dejó dormir, despidiéndose con un beso en los labios y no volví a notarlo en la cama cuando se largó. Tampoco escuché lo que le gritó a Dante, quien seguramente se la estaba cascando en el baño por no haber follado en todo este tiempo con ninguna humana; y eso, en lo personal, nos jode mucho a los lobos.

Abro la puerta corredera, con la cara más adormilada que habría mostrado en mucho tiempo, y me rasco el culo al aire con pereza.

—¡Rowen, joder, que vas puto en bolas! —grita Dante, al cual sólo le respondo con un gesto vago de que se vaya a la mierda antes de meterme en el baño con la puerta abierta.

—Rowen es la princesa que todas quieren: pelo bonito, educación de mierda, polla grande y esa manía extraña ponerse blandito cuando terminamos. Hasta que se despierta y se olvida de todo lo que le rodea —ríe Ewan, seguramente llevándose un sándwich a la boca porque murmura algo después—. Creo que lo sacudí demasiado antes de irnos, porque nunca había visto a Rowen poner los ojos en blanco durante el folleteo.

El pelinegro gruñe algo que no escucho mientras estoy meando, lanzando un gemido de placer porque sentí que me iba a reventar la vejiga de tanta cerveza que tomé anoche.

—Sobre lo que has dicho...

No presto atención a nada de lo que dicen, sino que salgo nuevamente del baño y me rasco el vello del pubis para ingresar a la habitación para vestirme. No tengo resaca, pero sigo algo atontado y el café me resucitará. Así que me doy prisa para ponerme unos joggers negros, un ajustado jersey de punto gris oscuro, el moño desenfadado y los calcetines para alejar el frío que proporciona el gélido suelo de madera; el cual en algún momento tendré que arreglar en algunas partes.

Concluida la vestimenta, salgo, yendo directamente hacia el rubio para abrazarlo por detrás y depositar un mordisco juguetón en el cuello que le hace reír. Me he olvidado del café en el mismo instante que comienzo a frotar mi barba contra su pelo.

—¿Te has levantado cariñoso o qué? —pregunta, intentando apartarme, pero lejos de conseguir alejarme lo que hace es que me pegue más a él. Suspira tras un minuto de no tener respuesta por mi parte.

—Se acerca nuestro Celo, así que supongo que él será de los que se pongan muy pesados y busquen cariño todo el rato si andas cerca —explica Dante con calma, dándole un ligero sorbo al café—. Por lo que me has dicho, Rowen lo tiene la semana de final de año y yo lo tengo en la semana de Navidad. Ya estoy buscando sitios para pasarlo solo.

La verdad es que es una putada que tengas a una compañera, se acerque tu Celo pero que ella esté bastante lejos y no pueda vivirlo contigo. Seguramente eso provocará cierta inquietud en él, pero también habrá que tener cuidado de que no se pegue demasiado a Ewan o tendré que ponerme serio para alejarlo de él.

—¿Cuánto suele durar un Celo Principal?

—Depende —termina su taza de café y se echa otra. Tras llenársela, me llena la mía y me la acerca con un pequeño guiño que ignoro automáticamente; sin despegarme del rubio—. Alguien como Rowen seguramente tendrá una duración larga, alrededor de los cuatro a seis días si no tiene estrés o tendrás que soportar los estragos de un Celo mal llevado. Y eso es muy malo —dice, llevándose después una magdalena a la boca para tragársela casi sin masticar—. A mí me dura unos tres días, pero son bastante intensos porque descanso poco; él, con suerte, te dará más tiempo de descanso pero no demasiado.

𝕽 o w e n [También en Inkitt]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora