Estaba mal, lo sabía, estaba siendo un egoísta y un idiota ingenuo. No debió haberlo seguido sin pensarlo, podían ser amigos ahora, pero fueron amantes en el pasado, estuvieron pensando en casarse y formar una familia.
Sabía lo que Taehyung sentía por él, conocía el ardor de sus sentimientos, lo amable que era... que un podría seguir queriéndolo y sabía que estaba tomando ventaja de eso, al igual que en el pasado. Tomaba todo del más alto sin consideración, lo usaba para su beneficio y lo lastimaba en el proceso.
Estaba haciendo lo mismo que en el pasado.
Cuando creyó que todo había terminado, cuando creyó que era el final, en un momento en el que se sintió tan derrotado y desolado que no fue capaz de encontrar más consuelo que el que se encontraba entre sus brazos, buscando que aliviara su dolor sin pensar que podría estar lastimándolo, sin pensar en sus sentimientos.
No podía seguir así, estaba siendo ingenuo, esta no era la solución, no podría seguir adelante si seguía dependiendo de él o si seguía cediendo de esta manera a su desesperación.
La única personas que podría ayudarlo era él mismo, tenía que salir del pozo en el que se había hundido solo; si no, no podría salir adelante y no podría superar a Jungkook jamás.
—Tae...
El fuego avivándose, rugía sobre su bajo vientre, apenas podía respirar, su mente se hundía en calor, la boca del castaño sobre la suya no le permitía tomar aire y sus ardientes caricias le robaban el aliento.
—No —Jimin movió las manos hasta el pecho del más alto, su corazón golpeaba como un animal desbocado.
Lo empujó suavemente, pero los labios de Taehyung parecían adheridos a los suyos, impidiéndole sentir el peso de su ardiente pasión.
—Taehyung, no quiero hacer esto... —lo volvió a empujar con ambas manos, poca fuerza restaba a su cuerpo, sin embargo consiguió hacerlo.
Sus labios suspendidos a sólo unos centímetros, la necesidad de un beso explotaba como choques eléctricos en cada jadeó.
—No me siento... bien.
Trataba de recuperar la compostura, sus alientos calientes mezclándose. el castaño tenía los ojos ligeramente entrecerrados, parecían intensamente oscuros con brillantes destellos plateados que le estremecieron hasta los dedos de los pies.
—No... no quiero esto... lo siento —lentamente y tras varios roces sobre sus labios.
Los ensombrecidos ojos de Tae recuperaron su tono natural, la tormenta eléctrica desapareciendo lentamente, entonces se apartó de su cuerpo.
—No, yo lo siento —él se pasó una mano por el cabello al mismo tiempo que abandonaba el sofá.
Aire se deslizó de sus húmedos labios en un suspiro, Jimin volvió a sentir frío.
—No debí hacerlo... te juro que no era mi intención, no tenía idea de que esto...
—Creo que lo mejorará será que me vaya —devolvió los botones de su camisa con dedos torpes y temblorosos.
Su cuerpo no dejaba de vibrar, su piel recordaba el calor de sus caricias, sus labios, el sabor de sus besos y su corazón estaba agotado.
—No... no debí haber venido —murmuró al mismo tiempo que se levantaba del sofá, recuperó su chaqueta del suelo.
Sus piernas se sentían débiles y respondían a sus demandas con pasos tambaleantes, aún así estaba dispuesto a irse, sin embargo Taehyung lo detuvo tomándolo de la muñeca.
—No te vayas —le pidió.
Jimin se sorprendió un poco haberlo visto reaccionar tan rápidamente, por la forma en la que lo miraba, lo suave que fue su voz y como sus dedos temblaban ligeramente.
—Aún llueve y tu ropa está empapada, vas a resfriarte si te vas así... quédate un poco más, date un baño y descansa un poco...hasta que la lluvia pase.
—No lo sé... no creo que sea buena idea —se mordió el interior de la mejilla.
Realmente no estaba seguro de que hacerlo fuera correcto, no después de lo que casi había pasado en ese sofá, pero Taehyung tenía razón. No lo había dicho con palabras, pero sus ojos, la preocupación en ellos, le decían todo y era verdad; no se sentía bien aunque tratara de contenerlo.
Su cuerpo estaba temblando, el calor de la excitación ya había abandonado completamente su ardiente piel dando paso a un frío que le calaba los huesos. No dudaba que a este paso terminaría enfermando y en la situación en la que se encontraba, despertar lastima era lo último que quería en Jungkook.
Quería verse lo menos lamentable posible cuando tenga que enfrentarlo, sin embargo ¿Estaba bien que se quedara? confiaba en Tae como no hizo alguna vez con nadie, pero no confiaba en si mismo.
—Necesitas darte un baño y cambiarte esa ropa —volvió a hablar Taehyung.
Jimin parecía renuente aún. Lo entendía perfectamente bien.
El más alto podía jurarle que no haría nada que no deseara, que lo respetaría, pero no podía prometerle que se detendría si le permitía volver a sentirlo una segunda vez... no era tan fuerte.
—Puedes marcharte cuando pase la lluvia... y si te sientes más cómodo de esta manera, voy a llamar un taxi para ti cuando sea el momento.
No podía ser un insensato ahora ¿Verdad? Hasta Jimin sabía que salir con una lluvia torrencial afuera era un locura, ya había huido sin rumbo lo suficiente. Sus padres harían preguntas si volvía a casa en ese estado y tampoco tenía la confianza para no romperse una segunda vez.
No podía decir que quedarse aquí no era peligroso. Sin embargo, aunque había pasado ago que debería haber vuelto toda la atmósfera incómoda, en realidad no podía dejar de sentirse tranquilo a su lado... como si su presencia fuera suficiente para calmar sus emociones, para contenerlas y dispararlas.
—Si... está... está bien —suspiró al tiempo que trataba de desprenderse del frío en su cuerpo frotándose los brazos.— Creo que voy a tomar prestada tú ducha.
—Te llevaré ropa seca para que te cambies —dijo el más alto, le estaba sonriendo suavemente.— Ya sabes a dónde ir, ¿verdad?
Jimin asintió y caminó por el pasillo hasta la primera puerta que encontró. Sus dedos se posaron sobre la madera por un segundo antes de abrirla, como si estuviera acariciando a los recuerdos que encerraba.
Era una habitación sencilla y acogedora, no había cambiado mucho desde la última vez que estuvo aquí. Estaba compuesta por una cama de dos plazas, había un escritorio en la pared frente a ella, blancas cortinas dobles que, aunque estaban cerradas, sabía que cubrían una ventana que ofrecía una agradable vista de la ciudad. La habitación, esa habitación de huéspedes en la que solía quedarse aquel tiempo, esa época en la que ellos eran una pareja que estaba llena de ilusiones, le hizo sentir melancólico.
Empujó la puerta del baño e ingresó a esta al mismo tiempo que se desprendía de su húmeda ropa.
Lo que tuvo con Taehyung no habría funcionado de todos modos, no habría servido de nada. Familias como las suyas, poderosas e influyentes, jamás aceptarían que alguien como él entrara a su círculo social.
La familia de Jungkook jamás lo aceptó y fue condenado cada día por su madre a cada maldito instante que tenía la desgracia de estar en su presencia.
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Breaking-off [Vminkook]
FanfictionUn plan de vida roto, una noticia que podría cambiarlo todo y la perspectiva de un nuevo comienzo. [Triangulo amoroso] ‼️EN EDICIÓN‼️