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Se miraron en un silencio frágil e incómodo, la tensión entre ellos no hacía más que aumentar, se volvía cada vez más pesada. No estaba arrepentido de haber insinuado aquello, no estaba mintiendo, siempre quiso a Taehyung.

El tiempo no había cambiado eso y no lo haría jamás. Jungkook lo sabía y cuando este se decidió a abrir la boca, la puerta se abrió de golpe y la suave voz del papá del rubio rompió la atmósfera.

—Bien, ya es suficiente de peleas por hoy ¿No lo creen? — él caminó con firmes pasos hasta quedar entre ellos y se dirigió a Jungkook.— Jimin necesita descansar, ya ha pasado por suficiente este día...por eso te pido que por favor te marches y le des un poco de espacio.

El señor Jin siempre era gentil, sonreía la mayor parte del tiempo, era muy dulce y cálido, pero su firme tono de voz, aumenta la fiereza de su mirada oscura, no daba pie a discusiones para ninguno.

—Lo lamentó mucho, señor.

Jungkook se disculpó con su papá agachando un poco la cabeza y se pasó los dedos entre el cabello cuando volvió a alzarla.

—Jimin... — se dirigió al rubio, pero este desvió la mirada, negándose a hacer contacto visual.— Entiendo que hice mal, no soy tan mezquino como para no sentir remordimiento...entiendo que el fin no justifica los medios y sé que una disculpa no es suficiente, pero si me lo permites...

El papá del rubio carraspeó callándolo. Era suficiente por ahora, la conversación había terminado.

—Voy a venir mañana por ti ¿De acuerdo? Descansa.

Jungkook les dio la espalda con un suspiro y caminó hacia la puerta en silencio, por unos segundos se sintió como si fuera a voltear en cualquier momento, pero no lo hizo.

Cerró la puerta detrás de ellos y Jin liberó la tensión acumulada en su cuerpo. Parecía muy tranquilo y seguro cuando irrumpió hace un momento, pero ahora parecía que no era así. Jimin sabía cuando pesada era la atmósfera, sin embargo su papá lo soportó todo hasta el final y le regaló una cálida y preocupada sonrisa paternal.

—¿Cómo sabias que estábamos discutiendo?

—Cachorrito, soy tu papá, lo sé todo.

Él se aproximó a Jimin, se sentó sobre el borde de la cama y le acarició tiernamente el cabello, enredado sus dedos entre sus doradas hebras. Jimin frunció los labios.

Siempre odió que hiciera eso, ya no era un niño pequeño, sin embargo resultaba tan reconfortante y dulce que terminaba cediendo a él todo el tiempo...y en realidad, adoraba cuando lo estrechaba entre sus brazos como hizo a continuación.

—Estabas escuchando detrás de la puerta ¿No? — él simplemente se limitó a sonreír dulcemente.— Eres igual que mi hermano.— murmuró el rubio.

Sin embargo también entendía que sus voces se elevaron varios decibeles en algún punto y podrían haber subido todavía más dado el contexto de la discusión que estaban sosteniendo.

Jin se apartó unos centímetros y Jimin se sintió nuevamente cálido sólo son su mirada.

—Y tu eres igual a tu padre, siempre guardándote y soportándolo todo solo. Jimin...— besó su frente.— Hablar de tus sentimientos con alguien no va a matarte, tampoco va a hacer que te veas débil.

El rubio bajó la cabeza por un instante, no era como que no supiera que su papá tenía razón, sin embargo no era tan sencillo...había cosas de las que no podía hablar tan fácilmente y que le provocaban una intensa amargura.

—Por cierto...es una curva muy bonita la que tienes ahí.

—¡Oh! — Jimin se llevó una mano al vientre y acarició suavemente sobre su ropa la pequeña curva que siempre le hacía sonreír frente al espejo.— Todavía no se nota demasiado pero...si, está ahí ¿verdad? Es bonita.

Sonrió sonrojándose con una tímida sonrisa en su rostro.

—¿Desde cuando lo sabes? — podría haberlo descubierto cuando la notica de Taehyung y Jungkook salió a la luz pero sintió que necesitaba preguntarlo.

—Tal vez desde antes que tú lo supieras — él sonrió acunando su rostro. Jimin ladeó la cabeza con confusión.— Es difícil de explicar y tal vez no lo entiendas ahora, pero hay cosas que simplemente puedes percibir...es un poco extraño y a veces no parece que tenga mucho sentido, pero lo tendrá para ti. Lo sabrás todo de él cuando lo sostengas entre tus brazos, sabrás cuando esté triste, feliz, aburrido, molesto y también cuando esté enamorado.

—¿Así fue como lo descubriste?

—Si, y también fue porque estabas actuando de forma muy inusual. Te vi ponerle catchup al helado después de la cena...yo hacía lo mismo antes de que tu hermano naciera — el rubio le dio una sonrisa cansada.— Siempre quise un nieto suyo.

Continuó hablado él con aire soñador.

—Tú eres muy dulce y Jungkook tiene una sonrisa muy agradable...de esas que erizan la piel y te aturden un poco.— volvió a suspirar.— Taehyung también me habría dado nietos muy lindos, es muy gentil y sus ojos son tan electrizantes y bonitos. No sonríe mucho, pero cuando lo hace es...

—¡Papá! — exclamó escandalizado y muy sonrojado ¿Por qué estaban hablando de esto? Era vergonzoso.— Basta...por favor — murmuró.

Él se rió suavemente y tomó sus manos entre las suyas, Jimin las apretó con suavidad. Quería llorar, no de amargura, sino de alivio. Lo necesitaba, necesitó a su papá todo este tiempo.

—Lo siento, amor...creo que estaba pensando de más. Lo importante ahora es que mejores, tuviste un día muy largo así que recuéstate, descansa. Yo te prometo que no soltaré tu mano ¿Si?

—Ya no soy un niño — protestó el rubio pero aún así le permitió ayudarlo a recostarse, dejó que lo arropara con cuidado y sostuvo su mano, Jimin la apretó con fuerza, pidiéndole silenciosamente que no se marchara.

—Crecieron más rápido de lo que imaginé, viven sus propias vidas pero ya sea que tenga cincuenta años, Suga y tú nunca va a dejar de ser mis niños...y papá nunca va a dejar de cuidarlos — respondió él.— Ahora descansa. Tu charla con Taehyung tendrá que esperar a mañana...los dos sabemos que va a volver sólo a verte.

Cerró los ojos mientras su papá le acarició suavemente el cabello. Jimin comenzó a sentir el cansancio apoderarse de su cuerpo y lentamente su mente iba sumiéndose en una tranquila y acogedora calma.

—Jimin, necesitas tiempo para ti — volvió a hablar él en un suave susurro gentil.— Los vi ahí afuera, estaban desesperados y aterrados, ambos se preocupan tanto por ti...pero no creo que sea lo que necesites ahora. Estoy seguro de que ambos te aman y que sólo quieren cuidarte, pero me da la impresión de que podría estarte confundido. Sé que debe ser muy difícil para ti...y creo que entiendes que no podrás tomar decisiones acertadas si estás confundido.

—Tal vez.

Podía ser verdad. Lo que sentía por los dos era tan diferente y a la vez tan similar, estaba confundido y probablemente eso no cambiaría si ellos seguían alrededor. Jungkook y Taehyung, tormenta y calma.

Eran abismalmente diferentes y parecía que ambos tenía algo que no sabía que siempre estuvo buscado, algo que iba más allá de las palabras y que no lo abrumaba, pero que lo hacían sentir de una forma que parecía maravillosamente antinatural. Era tan perfecto, tan único y lo envolvía.

Quizá su papá tenía razón, estaba confundido como un adolescente inmaduro y si seguía así iba a lastimar a Taehyung otra vez... y no era justo para él ni para nadie que siguiera actuando así. Quería mejora para que la historia no volviera a repetirse, para que no volviera a ver esos ojos tan llenos de dolor y angustia.

Para que no tuviera que volver a perderlo y para que pudiera verlo una vez más a la cara sin remordimientos... para que volviera a sonreírle.

Breaking-off [Vminkook]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora