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Salió de la habitación sintiéndose más tranquilo, pero no relajado, todas aquellas emociones que había estado reprimiendo menguaron gracias al llanto. Sin embargo, no dejaba de sentir su cuerpo pesado y rigidez en cada una de sus articulaciones.

Volvió a frotarse los antebrazos mientras caminaba por el pasillo tratando de alejar el frío de su piel.

Descubrió que Taehyung se encontraba en la sala de estar cuando llegó al final, usaba ropa más casual, pantalones de lana y una playera de mangas largas de color blanco, parecía que estaba al teléfono. Su voz era muy suave y no podía escuchar demasiado, pero creyó oír su nombre.

Taehyung giró en su dirección cuando reparó en su presencia y lo saludó con una sonrisa que el rubio devolvió. Se siento como si estuviera preguntándole si todo estaba en orden, entonces le pidió que se acercara con un movimiento de mano.

—Es tu papá, parece que está preocupado por ti... dice que no pudo localizarte en toda la tarde —susurró tapando el auricular del teléfono con la mano.

La expresión de su rostro era un poco complicada y al principio no fue capaz de comprender la razón, pero después de lo que escuchó a continuación fue mucho más claro.

—Jungkook también está ahí... fue a buscarte para hablar contigo ¿Quieres tomar el teléfono?

El rubio negó con la cabeza casi en automático, retrocedió un paso y alzó una mano.

—Por favor, dile a mi papá que... que volveré mañana —Jungkook no iba a marcharse fácilmente de ahí, su papá podría echarlo, pero sabía que eso no lo detendría.— También dile que voy a estar bien... que estoy bien.

Tae asintió, una sonrisa conciliadora en el rostro.

Señaló en dirección a la mesa de centro en la sala antes de volver al teléfono, habían dos tazas de chocolate sobre esta. Jimin le agradeció con una sonrisa apagada, se dirigió al sofá y tomó una de las tazas con sus fríos dedos.

La acercó lentamente a sus labios, disfrutando de su calor y su dulce aroma; bebió un sorbo mientras observaba furtivamente al más alto.

Él sabría como tratar con su papá, sus padres le tenían en mucha estima y a él le agradaban por lo que no le extraña ver una suave sonrisa en su rostro, sin embargo repentinamente esa agradable expresión pasó de una serena y calmada a una ligeramente más agitada y molesta antes de colgar el teléfono con un sonido sordo y apresurado.

Lo escuchó suspirar con pesadez, parecía exasperado, pero la calma estaba volviendo a él.

—¿Sucedió algo malo?

—Jungkook —respondió.— No le hizo muy feliz saber que estás conmigo.

¿No? ¿Por qué debería importarle lo que hiciera a partir de ahora? ¿Por qué tomarse la molestia de aparecer en un vecindario de clase baja para buscarlo?

—Lo siento, sólo ignóralo —Jimin apretó la taza.

La relación de Jungkook y Taehyung nunca fue buena, siempre pudo percibir una gran tensión entre los dos cada vez que se reunían. Probablemente debido a la amistad entre sus familias y la rigurosa educación que recibieron.

A menudo la madre de Jungkook exteriorizaba su deseo de unir ambas familias mediante el matrimonio de sus nietos, pero esa idea nunca hizo muy feliz al moreno... estaba seguro de que Tae tampoco estaría muy entusiasmado de emparentar con él.

Su relación era muy complicada.

—Creo que deberías pasar la noche aquí

Jimin lo miro dudativo, no estaba seguro sobre si debía aceptar su propuesta...
incluso si no tenía a dónde ir.

—Tú amigo no está en la ciudad, ¿verdad? Tus padres van a estar más tranquilos si te quedas aquí.... yo también.

—¿No te molesta que lo haga?

—Tu sabes que no.

Ese era el problema. No quería abusar así de su amabilidad.

Taehyung ya estaba haciendo demasiado por él al manejar su divorcio como su abogado e iba a sentirse muy avergonzado si se atrevía a pedirle más incluso si sabía que él lo hacía porque era su deseo, si le aseguraba que era así.

—¿Estas seguro? Yo... creo que podría encontrar...

—Por favor —le interrumpió.— Quédate.

Apretó la taza entre sus dedos, Jimin quiso creer que la repentina oleada de calidez que le había recorrido el cuerpo se debía al chocolate caliente y no a la sonrisa gentil del castaño, buscó convencerse de ello, pero ya lo sabía. Taehyung era capaz de desvanecer cualquier clase de emoción negativa en su pecho.

—Gracias.

Estar con Tae siempre le hacía sentir tranquilo y en paz. Quizá era porque el más alto siempre mantenía un porte seguro y tranquilo o quizás era porque él era la única persona con la que no tenía que fingir que estaba bien, no lo sabía, pero siempre hubo algo en él que le hizo, y aún le hacía sentir, seguridad.

Estuvieron juntos por un año y descubrió muchas cosas de él, pequeños defectos que terminaron encantándolo, pero también muchas virtudes que le gustaron todavía más.

Taehyung era el tipo de persona con el que uno podía sentirse cómodo muy pronto, jamás podría negar eso. Era muy reservado, sabía muy bien cómo leer el ambiente y no le extraño que no hiciera algún comentario acerca de Jungkook o le pidiera explicaciones o más información acerca de su divorcio.

Agradeció que se quedara ahí para ofrecerle su compañía, que tratara de hacerle sentir su apoyo y que le ofreciera su mano cuando creía que estaba a punto de sucumbir a la desolación que anidaba en su pecho.

Incluso se aseguró de que se alimentará apropiadamente y de que no tuviera fiebre. Jimin realmente se sentía mal por abusar de su amabilidad, pero como si pudiera leer su mente, Tae le reiteraba con palabras y acciones que no era ningún problema para él.

La calma volvía nuevamente a su pecho y Jimin se permitió sonreír una vez más.

Breaking-off [Vminkook]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora