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Devolvió las cosas a la caja, tratando de borrar los recuerdos que repentinamente le llenaron la mente y tomó el paquete más pequeño para quitar el papel que lo envolvía con el mismo cuidado que el anterior.

No era un libro como inicialmente pensó, parecía ser un diario, el diario de la hermana de Taehyung. Él le había hablado sobre eso en un par de ocasiones antes, en ese diario ella documentó sus experiencias como madre primeriza.

Pasaba por un mal momento y tenía entendido que lo había hecho como una especie de terapia: sabía que esto era muy importante para el castaño, un muy preciado recuerdo.

Pasó rápidamente las páginas, parecía muy bien conservado y estaba lleno casi en su totalidad.

No le sorprendió también encontrar una nota en su interior, de alguna manera sentía que estaba buscándola y leyó una vez estuvo entre sus manos, su mirada deslizándose por cada letra con la que estas fueron trazadas.

Espero que la experiencia de mi hermana sirva para ampliar tus conocimientos sobre esta nueva etapa en tu vida. No tengas miedo, se fuerte, Jimin. Tu sabes mejor que yo que puedes hacer esto.

K. Taehyung

Jimin se permitió suspirar como no lo había hecho antes, con anhelo, y río con ironía.

Jungkook y Taehyung se encontraban a kilómetros de distancia y aún así los sentía más cerca que antes... e incluso más que antes lograban confundirlo más de lo que lo habrían logrado estando ahí.

Se mordió el labio inferior ¿Qué era lo que estaba haciendo? ¿Por qué quería sonreír? ¿Por quién deseaba hacerlo?.

Jungkook y Taehyung podía llegar a ser personas realmente problemáticas y también personas realmente similares a pesar de la abismal diferencia que existía en sus personalidades ¿Por qué había tenido que conocerlos? ¿Por qué había tenido que amarlos? ¿Podría haberlo cambiado?

No tenía sentido pensar en eso a estas alturas.

Dejó ambos obsequios sobre la cama y abandonó la habitación, aún era demasiado temprano como para mortificarse con sus propias ideas y recuerdos.

Bajó por las escaleras y describió a Hobi en el recibidor, el mayor aún no había reparado en su presencia. Parecía estar hablando animadamente por teléfono, fruncía los labios de forma infantil y se sonrojaba en algunas ocasiones.

Era demasiado obvio para Jimin que debía estar hablando con Jackson. Tenía entendido que el rubio cenizo aprovecharía para adelantar trabajo y de paso relajarse un poco en su departamento en la ciudad, sin embargo parecía muy pendiente de ellos y también muy preocupado por su bienestar.

No era un secreto para nadie que amaba a sus dos pequeños hijos y que podría llegar a ser un padre celoso y sobreprotector y ni hablar de como es con Hoseok.

Jimin había sido testigo de ese hecho innegable y definitivamente jamás olvidaría la expresión del rostro de Jackson cuando, hace sólo unos meses, Min-Jae, compañero del kínder de los niños, le entregó un obsequio de san Valentín a un muy confundido Yohan.

Fue tan gracioso y, verlo discutir con el maestro para que no dejara que ese niño se le volviera a acercar a sus hijos, fue aún más gracioso.

Pasó junto a él sin hacer mucho ruido y salió al exterior. Lo primero que llegó a sus oídos nada más abandonar la residencia fue un par de alegres risas y sus ojos se entraron con la agradable imagen de dos niños jugando entre las flores del jardín. Sonrió.

Breaking-off [Vminkook]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora