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Recordar el pasado devolvía inevitablemente emociones un tanto amargas, Taehyung debía saberlo, debía sentirlo como él y tiró lentamente de él, el rubio permitiéndose descansar entre los brazos que decidieron ofrecerle un cálido refugio de sus emociones.

Estaba siendo egoísta. Jimin sabía que no merecía su cariño, era perfectamente consciente de ello y le dolía con el corazón.

Todavía sentía amargura, lo traicionó de la peor forma posible, fue un tonto desconsiderado que seguía siendo egoísta por desear que se quedara a pesar de todo lo que había sucedido entre ellos. Por sentir que necesitaba de su compañía, por querer verlo, escucharlo y sentirlo cada vez...por no desear que se marchara todavía.

—Estaba a punto de prepara la cena ¿Quieres quedarte?

—¿Puedo? — Jimin asintió.— Hace mucho tiempo no pruebo tu comida.

Jimin se levantó del sofá y caminó hacia la cocina bajo la atenta mirada de Tae, era lo mismo también para el rubio. Hace mucho tiempo desde la última vez que hubo alguien más en la mesa durante la cena. Varios años.

—No te sorprendas si el sabor no es el mismo de antes, hace muchos años que no cocino algo.

Jungkook insistió en que ese trabajo debía realizarlo la empleada de servicio y ni siquiera podía preparar café o té por sí mismo en las mañanas.

Entendía que, en su nueva posición, podía descansar de ese tipo de labores, nunca le molesto hacerlo, sin embargo Jungkook nunca estuvo de acuerdo y quizá lo entendía; el paladar del moreno estaba acostumbrado a platillos que jamás podrían compararse a su modesta cocina.

A veces le avergüenza no estar al nivel que él esperaba, se sintió así muchas veces.

Aceptó que no podría preparar algo con lo que estuviera completamente satisfecho y decidió renunciar a la idea casi desde el principio para seguir con la corriente.

Renunció a muchas cosas después de casarse con Jungkook, él también lo había hecho para poder estar a su lado. Le hizo muy feliz que lo eligiera por sobre todo, pero a veces parecía que el moreno trataba de enmendar el hecho de que se casó con él, y no con la persona que su familia había dispuesto, trabajando y cumpliendo cada orden que le era dada.

Nunca dijo nada, por supuesto, pero tampoco necesitaba hacerlo, su madre nunca fue muy discreta, las personas pertenecientes a su círculo social tampoco hacían mucho por mantener la boca cerrada y nadie nunca se molestó en ocultarle que no estaba a su altura o que era una pena para Jungkook que estuviera con alguien con poca clase como él y sabía que siempre se esforzó por llenar sus carencias.

—Jimin ¿Vas a tener una fiesta? — habló Taehyung, estaba ayudándole a guardar algunas de las cosas que había traído consigo del supermercado

Estaba a punto de terminar, sin embargo el castaño decidió detenerse sobre una bolsa en específico, la más grande de ellas.

—No...

—Entonces ¿Te estás comiendo todo esto tu solo? — dejó cada una de las bolsas sobre la mesa alineándolas casi perfectamente por tamaño.

En su mayoría, bolsas de papas saladas, pero también habían algunas pequeñas de frituras de queso y algunas botellas de condimentos para acompañarlos.

—Creía que odiabas la comida chatarra.

Jimin lo miró nervioso ¿Por qué estaba sintiéndose expuesto? No estaba haciendo nada malo, pero repentinamente tuvo la sensación de que estaba apunto de ser regañado.

—No me gustan, pero me quitan las náuseas...así como en la mañana.

Nunca le gustaron, pero estaba comenzando a descubrir que su sabor era más agradable de lo que imaginó y pensó que no estaría mal tener algunas reservas.

—No me extraña que esté subiendo de peso.

Jimin frunció el ceño y Taehyung trató de disculparse con el con la mirada, sin embargo el rubio no sintió que quisiera hacerlo del todo.

No estaba haciendo nada malo, tampoco tratando de ofenderlo, pero esa palabra se escucha demasiado desagradable, no le gustó y estaba descubriendo que podría odiarla un poco otra vez, estaba haciendo irracional.

—Eso no es bueno para tu salud, el doctor dijo que tenías que alimentarte apropiadamente y de forma balanceada ¿Recuerdas? Está bien si es sólo un pequeño aperitivo debes en cuando, pero ¿Cuántas te comes al día?

¿Qué tenía de malo? ¿Tae no estaba haciendo un problema de esto? Pero estaba en lo cierto, jamás escuchó que la comida chatarra estuviera catalogada como un alimento nutritivo o balanceado...pero sabía muy bien.

—Una — dijo. Taehyung Lo miró incrédulo ¿Era en serio? ¿Por qué no estaba creyéndole? — Sólo una — repitió cruzándose de brazos.

Pero Tae no cambiaba su semblante de sospecha y Jimin comenzaba a sentirse a la defensiva y acorralado.

—Está bien — estaba dispuesto a ceder un poco, estaba mintiendo antes y obviamente el castaño lo sabía, y a veces odiaba que lo conociera tan bien.— Tres...o tal vez cuatro — confesó finalmente desviando la mirada del castaño, seguía creyendo que no estaba haciendo nada malo.

—No puedes comerte todo esto —  pero Tae estaba pensando lo contrario y Jimin frunció los labios, sabía que diría. Era exactamente la razón por la que habría preferido que fingiera que le creía aunque no era así ¿Por qué no estaba siendo amable y considerado con él? — Voy a llevármelos.

No puedes hacer eso. Se apresuró a tomar dos de las bolsas más grandes sobre la mesa y se aferró a ellas con la intención de no sé del importar lo que dijera.

—Los compré...son míos.

Taehyung lo miró serio, se sostuvieron la mirada como si estuvieran tratando de hacer o decir algo en silencio, en medio de un silencio sin ningún tipo de tensión, pero del que no parecía tener fin.

Entonces el castaño suspiró con resignación, esa debe ser la victoria del rubio, no iba a ceder sin importar lo que dijera y él debía saber que era inútil, sin embargo lo notó tomar el celular.

—¿Qué estás haciendo? — preguntó con curiosidad, pero también con un poco de recelo, de pronto tuvo un presentimiento que no le gustó mucho.

—Llamo a tu papá — respondió de forma natural, como si se tratara de la respuesta más obvio del mundo.

El rubio resopló burlón, no podía creer que realmente estuviera insinuando eso, era una ridiculez de lo que no dudo en reír.

—¿Vas a acusarme con mi papá? Eso no va a funcionar conmigo, ya no soy un adolescente ¿Te das cuenta de que tenga un veinti...

"Hola"

No. Esa voz, tenía que ser una broma, pero no lo era.

Tae iba enserio, entonces palideció al comprobar que la voz atrás de ese teléfono era de su papá y dudó. La convicción que antes era sólida y firme se derrumbó en un instante y comenzó a sentirse inquieto.

No era que le tuviera miedo a su papá, ya no era un niño. Vivía su propia vida y tomaba sus propias decisiones con todas las consecuencias que estas pudieran traerle, pero no quería escuchar un sermón de él y...quizás si estaba un poco asustado, lo adoraba como nadie, pero daba miedo cuando se enojaba.

—Está bien puedes... Puedes llevártelos — tuvo que ceder a regañadientes y abandonar nuevamente, y con mucho dolor, las bolsas que trataba de proteger, entonces lo miro tímidamente por sobre sus pestañas.— Pero ¿Puedes dejarme una al menos? Las náuseas no me gustan y de verdad me ayudan ¿Sí? ¿Por favor?

Taehyung cedió con unos asentimientos de cabeza y una sonrisa a su petición, y se dirigió a la sala a charlar con su papá.

El rubio también le sonrió, lo siguió con la mirada hasta que estuvo lejos de su alcance y cuando toda su atención se centró sobre la charla que decidió sostener con él, se encogió de hombros en un gesto que delataba lo poco preocupado que estaba y sonrió triunfo.

Breaking-off [Vminkook]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora