Jugó un momento con él envase de pudín entre sus manos, lo miró atentamente sin realmente hacerlo y volvió su mirada a Jimin.
Se estaba comiendo el último trozo de sándwich, mientras veía absorto aquel documental sobre los rituales de apareamiento de las vacas marinas. Ese se había transformado en su rutina nocturna favorita, no lo hacía muy a menudo, pero sucedía incluso durante la época en la que estuvieron juntos y Jungkook la odiaba, pues sabía muy bien por influencia de quién había adoptado ese hábito.
No podía estar tranquilo después de saber que Taehyung estaba frecuentando el edificio y que se encontraron. La idea no le gustaba y la inquietud que lo atormentaba era similar al tiempo en el que ellos reanudaron su amistad.
No le hacía feliz. Su presencia y todo lo que representaba para Jimin. Lo que fue para él, lo que sería siempre, todo. Era una realidad que no podía soportar.
Quería que lo mirara solo a él, ser la primera persona que llegara a su mente cuando tuviera algún problema, que sintiera que siempre podría contar con él, que lo buscara solo a él simplemente porque era su deseo y nada más.
Incluso si sabía que había cosas que no podía hacer por Jimin y Taehyung sí o sí estaba dispuesto a traerlo a rastras solo para hacerlo sentir mejor... jamás estaría dispuesto a entregárselo.
Se sentía incapaz de hacerlo, la idea era simplemente imposible.
—Jimin —el aludido volteó distraídamente, tenía restos de pudin sobre la comisura de su labio.
Este lo limpió lenta y distraídamente con la punta de la lengua, su mano no había dejado de acariciar su vientre.
—Feliz cumpleaños —finalizó el moreno.
La primera reacción de Jimin fue parpadear con confusión, incluso ladeó la cabeza, había escuchado antes esas palabras, por supuesto que sí. Sin embargo, escucharlas de Jungkook era como un evento poco común, un muy extraño evento por el que no sabía exactamente cómo reaccionar.
Su cumpleaños coincidía con el aniversario de la fundación de la empresa de su familia, era una fecha muy importante y por la que se celebraba un cóctel con los altos ejecutivos y socios de la empresa y sus familiares.
Era un gran evento social que atraía a los medios de comunicación y consumía el tiempo y la mente del moreno en su totalidad.
Ya ni siquiera recordaba cuando había sido la última vez que lo recordó.
—Sé que es muy temprano para esto, pero... —continuó hablando Jungkook ante su mutismo.— Tengo algo para ti y quiero dártelo ahora.
—¿Algo para mí? No tienes que darme nada, no es necesario.
Jungkook pareció ignorar sus réplicas y tomó una caja de unos veinte centímetros envuelta en brillante papel azul de uno de los compartimentos de la repisa que sostenía al televisor y se la tendió.
Jimin dudó, una parte de él no creía que esto fuera lo más adecuado, estaban separados por lo que esta clase de rituales ya no eran necesarios, pero tampoco sabía qué hacer.
Miraba la caja y a Jungkook, quién parecía un poco nervioso, alternadamente y finalmente la tomó.— En verdad no tenías que hacerlo, es solo un día como cualquier otro.
Jungkook se frotó nerviosamente la nuca con una mano.— Solo ábrelo, ¿si? Si no te gusta puedes devolverlo, no hay problema.
Esas eran palabras muy despreocupadas, pero devolverlo así sin más sería algo que no le sentaría bien. Podría ser que en algunas ocasiones pareciera un poco grosero o a veces desconsiderado. Sin embargo, no era tan cruel como parecía.
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Breaking-off [Vminkook]
FanfictionUn plan de vida roto, una noticia que podría cambiarlo todo y la perspectiva de un nuevo comienzo. [Triangulo amoroso] ‼️EN EDICIÓN‼️