Breaking-off [Vminkook]

68

—¡Jimin!

Se estaba ahogando. Hundiéndose y luchando por salir a flote.

—¡Jimin!

El rugido de una voz, como un eco, llenó sus oídos, la calidez de un brazo alejó el frío; pero no la humedad que cubría a sus mejillas o el nudo que apretaba su garganta.

Emitió un sollozo desgarrador.

—El bebé... el bebé... mi bebé — sollozó con desesperación, liberó el llanto de su agonizante alma, revivía el dolor que había cargado por mucho tiempo.

—Nuestro bebé está perfecto, Jimin... está perfecto — él lo abrazó y apretó su cuerpo con la misma desesperación con la que lloraba.

Temblaba, fue entonces cuando Jimin fue consciente de su propias emociones, de la pesadilla en la que estaba atrapado y de quien era la persona que lo abrazaba; Jungkook.

—El bebé está bien, no llores.

¿Estaba bien? ¿Era verdad? ¿En serio?

Pero en ese entonces no fue así. Aturdido, confundido y con el corazón bombeando puro dolor con cada vertiginoso latido, Jimin se aferró.

Lloró deseando que el dolor desapareciera, deseando poder arrancarlo de tajo y frustrando al ser imposible, porque era consciente de que probablemente jamás podría desaparecer... lloró con todo el corazón, con toda el alma.

—¿Tuviste una pesadilla? ¿Te sientes mejor ahora? — Jimin permaneció observando el agua del vaso desechable que Jungkook le ofrecía, su mirada ausente.— ¿Jimin?

—No... — Desearía que solo hubiera sido una pesadilla, pero todavía recordaba ese momento como si aún lo estuviera viviendo.— ¿Dónde está Hoseok? ¿Cómo llegué aquí?

Jungkook dejó el vaso sobre la mesa y se sentó al borde de la cama. Hizo amago de tomar su mano pero desistió de hacerlo y terminó apretándose en un suave puño.

—Ellos te trajeron, Hoseok dio a luz hace próximamente una hora, debe estar descansando... a ti, se te bajó la presión, Jackson me llamó y me lo dijo...he estado aquí desde entonces.

—Entiendo — murmuró en un hilo de voz.— Me alegro por él — trató de sonreír, pero le fue imposible.

Hubo silencio por un rato.

—¿Quieres que llame a tus padres?

Jimin negó con la cabeza,

—¿Un médico?

Volvió a negar.

—Entiendo, tal vez solo estás cansado, ha sido un día muy largo para ti ¿Por qué no te recuestas y... — negó.

Entonces la expresión del moreno se rompió y lo abrazó con desesperación. Sus brazos temblaban alrededor de su cuerpo, lo hacían de la misma manera que su voz.

— Por favor, Jimin, dime algo... lo que sea, cualquier cosa. Si quieres que me vaya, si mi presencia te molesta, si me odias..lo que sea, pero por favor dime algo... te lo ruego.

—Quiero ir a casa, Jungkook... quiero ir a casa, mi casa, no quería estar aquí... no quiero.

Estaba ausente, su mente divagaba, sus pensamientos eran vagos y espesos; Jungkook tenía la impresión de que el alma de Jimin había abandonado momentáneamente su cuerpo y que si lo sostenía iba a dispersarse hasta desaparecer ¿Qué estaba pasando?

—Taehyung ¿Quieres que lo llame a él? Puedo buscarlo.

Si era el deseo de Jimin, si era lo que necesitaba para volver con él, lo que sea que necesitará para hacerlo sentir mejor, lo haría.

—No quiero verlo — el cuerpo del rubio se removió suavemente entre sus brazos, la voz de Jimin era tan débil como el susurro del viento.— ¿Nuestro bebé está bien? — volvió a preguntar.

—Si.

Se apartó de él y tomó ambas manos para colocarlas sobre su vientre con cuidado, esperaba que pudiera creerle si lo sentía por sí mismo.

—Está bien. Puedes sentirlo, está aquí y crece muy fuerte, tú proteges al pequeño Jungkookie... lo has hecho todo este tiempo.

—¿Pequeño Jungkookie? ¿Es... es un niño?

—Si, Jimin, nuestro niño.

Sonrió y fue como si la luz volviera a sus opacos ojos, su cuerpo dejó de temblar y, al igual que sus manos, comenzó a tornarse cada vez más tibio. Sus dedos presionan suavemente sobre su abultado vientre y acariciaron con ternura y como respuesta recibió un ligero golpecito que arrancó una pequeña sonrisa de su rostro.

Su corazón volvió a latir con tranquilidad, el calor volvía. Jimin no apartó su mano de su vientre ni Jungkook de las suyas.

—¿Crees que pueda irme a casa ahora? No me gustan los hospitales. — estaba aturdido y cansado.— Diles que me dejen ir ¿Puedes?

—No creo que haya ningún problema, Jackson me lo dijo antes, pero... creo que deberías quedarte conmigo... al menos esta noche, es tarde para que vayas a casa de tus padres y no quisiera dejarte solo después de lo que acaba de pasar.— le apretó las manos.— Prometo no molestarte, voy a quedarme en otra habitación... solo por esta noche ¿Si? Tu condición aún es delicada y no me perdonaría si algo pasara y no estoy ahí.

Alzó la cabeza y lo miró, estaba preocupado, genuinamente y la alargada y confundida mente de Jimin no pudo encontrar ninguna razón para rechazarlo.

Él comprendía sus razones aunque no lo hubiera expresado abiertamente. Asintió.

—Fui a ver a Hoseok, estaba preocupado por ti ¿Seguro que no quieres ir a verlo? — preguntó Jungkook mientras lo ayudaba a bajar de la cama.— Le dije que todo estaba en orden contigo, pero todavía seguía insistiendo en bajar de la cama para venir.

—No quisiera ser una molestia.

Sin duda ese chico estaba lleno de energía pero seguro Hobi debía estar cansado ahora. Además, ese era un momento que debía vivir en familia. Se aseguraría de llamarlo en la mañana y visitarlo cuando esté de vuelta en su casa.

—¿Nos vamos?

Jimin asintió y mientras empezaban a caminar por los pasillos del hospital pensó en Seo Joon. No imaginaba que sería su despedida, fue tan repentina y memorable como su primer encuentro.

Pero no podía quedarse, sin embargo le agradecería siempre todo lo que hizo por él, puede que haya sido molesto algunas veces pero, sin dudas sus encuentros les habían servido para despejarse, relajarse y reír, jugar.

Sentirse como un niño y en serio lo lamentaba por el chico, por sus sentimientos pero...

—No habría funcionado — se murmuró a sí mismo.

Note:

¿Quieren matarme por esta historia tan larga? Pues lo siento, pero aún faltan cosas por solucionar y descubrir así que no se desesperen :(