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—¡¿Le dijiste que no?! — exclamó Hoseok casi con un grito cubierto de sorpresa e incredulidad.

Jimin hizo una dolorosa mueca como respuesta y Jackson, quien también se encontraba en la sala de estar, se limitó a sonreír con más culpa que diversión mientras trataba de encogerse discretamente de hombros como disculpa.

—¡¿Cómo es posible?! — volvió a gritar.

El rubio estuvo seguro de que este había sido más fuerte que el anterior y otra mueca, una todavía más dolorosa se formó en su rostro.

El peli-blanco, Hobi, resopló. Se levantó de su asiento y comenzó a caminar en círculo mientras soltaba murmullos y exclamaciones para sí mismo, deteniéndose sólo unos segundos para lanzarle una mirada incrédula. Parecía estarse tomando esto demasiado en serio y personal.

Jimin suspiró con cansancio y resignación ¿Qué pasaba con este chico? Parecía tan inusualmente tranquilo un momento atrás, debió suponer que algo así podría suceder.

—¿Porque lo trajiste contigo? ¿No se supone que debería está en reposo?

—Lo siento, Jimin — se disculpó Jackson.

Estaba molesto por esta ruidosa escena, pero la culpa en los ojos del rubio cenizo siempre le pareció agradablemente dulce y podía perdonarlo con más facilidad de la que siempre habría querido.

—Pero en primer lugar, él es mi esposo y sabes lo pegajoso que es cuando está embarazado y en segundo lugar, quería venir a verte cuando se enteró de tu hospitalización — los ojos Jackson se dirigieron hacia el aún incrédulo peli-blanco.

—Hobi ¿Quieres algunos dulces? — el aludido volteó aún con el ceño fruncido. Este chico estaba haciendo una exageración de la situación, pero tenía la impresión de que podría volverse más problemático si se atrevía a mencionarlo.— Puedes comerte el pastel que dejé en la nevera.

Hoseok parpadeó, una sonrisa pequeña ensanchándose en su rostro, los ojos brillándole como los de un niño.

—¿De verdad puedo? — Jimin agitó la mano en una despreocupada señal de afirmación.

Le dolía, pero el rubio no podría comérselo de todos modos. Eso fue más que suficiente para Hoseok, quien de inmediato y sin decir nada más desapareció dentro de la cocina.

Entonces las dos únicas personas en la sala soltaron un pesado suspiro.

—Los embarazados son complicados y a veces muy difíciles de tratar — murmuró Jackson en medio de una sonrisa nerviosa.

Jimin lo miró con el ceño fruncido, esperaba que no estuviera tratando de insinuar que él podría estar actuando de esa forma en el futuro. Tenía todo bajo control ahora. Hoseok tenía que ser un caso especial ¿No?.— Pero creo que tú vas a hacerlo genial...estoy seguro de eso.

Entornó los ojos, la nerviosa risa de su amigo aumento. Parecía que Jackson debió haberlo tenido difícil a pesar de lo considerado y empatico que era. Suspiró.

—No lo sé — respondió Jimin con total honestidad.

Esto apenas estaba comenzando, pero ya sentía que estaba saliéndose de control. No imaginaba que pudiera ser tan complicado, todo sucedía a la vez y tan rápido que a duras penas era capaz de reaccionar o pensar. Apretó las manos sobre su regazo.

—Jackson, esta es la primera vez en mi vida que no sé que hacer...no sé nada.

No podía pedirle consejo a Taehyung, correr hacia él no era la respuesta. Tampoco era lo correcto. Ya no podía seguir abusando así de su amabilidad y, después de haber rechazado su propuesta de matrimonio, no tenía el valor de verlo otra vez a la cara.

Todavía no podía creer que algo como eso hubiera ocurrido, aún no era capaz de comprender que fue lo que sintió en ese momento o que era lo que estaba sintiendo ahora. Estaba confuso y en un continuo de emociones que le resultaban muy conflictivas.

—Es extraño verte a ti sin saber que hacer, siempre parecías tener una respuesta para todo, como si no hubiera nada que no pudieras hacer.— habló Jackson sacándolo de sus pensamientos.— Siempre te he admirado por eso.

Jimin dejó salir un bufido amargo.

—Entonces, debo haberte decepcionado.

Probablemente debió haberlo hecho hace mucho tiempo atrás ¿Cómo no hacerlo? El rubio también lo estaba de sí mismo, nunca dejó de estarlo desde aquella terrible primera vez de hace muchos años en el pasado.

Jackson negó con la cabeza y sonrió al mismo tiempo que apoyaba una mano sobre el tenso puño que las del rubio habían formado sobre su regazo.

—Jimin, todavía te sientes culpable por lo qué pasó con Jungkook ¿Verdad?

¿No debería? Lo que hizo fue algo terrible, fue un error que no sólo lo llevó a cometer uno más grande, sino a una gran cadena de malas decisiones.— Necesitas hacer las paces con tu pasado, Taehyung te perdonó, perdónate tú también... no vas a poder vivir tranquilo si todavía sigues atormentándote con eso, hazlo por el bebé que estás esperando.

Perdonar no era fácil, no sabía cómo Taehyung había podido perdonar semejante traición, como podía volver a sonreírle o como podía volver a seguir amándolo después de como lo engañó.

La amargura y el sentimiento que sentía hacía sí mismo le quitaron la paz por mucho tiempo y opacaron muchas veces la calma que sentía.

Su vida con Jungkook estuvo llena de remordimiento y la felicidad que había experimentado durante los años que estuvieron juntos fue, algunas veces, agridulce.

—Creo... — continuó hablando Jackson.— Que tal vez podrías necesitar tiempo para ti solo o un respiro de todo lo que te rodea...

El rubio sonrió, estaba muy seguro de que ya había escuchado algo similar antes, con la misma preocupación, con la misma gentileza en la mirada.

—Suenas como mi papá.

No había tenido muchas oportunidades de verlo en esa faceta, pero estaba seguro de que Jackson debía ser un padre genial, quizá podría aprender un par de cosas de él...ahora Jungkook ya no estaba ahí para decirle con quien debía relacionarse y con quien no por el bien de su estatus.

—Tu paz es más importante que mortificarte pensando en lo que pudo o no haber pasado, o lo que pudiste o no haber hecho — dijo.— Entiendo que trates de hacer lo correcto, pero también tienes que hacer lo que es mejor para tu salud y el bienestar de tu bebé.

—¡Necesitas un viaje! — interrumpió Hobi en una exclamación.

Abandonaba alegremente la cocina, con la tarta entera entre las manos y la boca manchada de merengue, aún estaba masticando.

—Necesitas un viaje — repitió.— Jackson tiene razón, hazlo por el bebé y por ti.

Breaking-off [Vminkook]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora