Breaking-off [Vminkook]

23

—Ahí va mi almuerzo — murmuró con la voz cansada y ronca, al mismo tiempo que tiraba la cadena del inodoro.

Sollozó suavemente y se limpió las pocas lágrimas que escaparon de sus ojos con el dorso de una temblorosa mano.

¿Ahora qué demonios pasaba con él? ¿Por qué se sentía tan angustiado, tan molesto, tan indefenso y frustrado? Sin duda se sentía fatal, la habitación estaba dando vueltas a su alrededor, sus palmas estaban cubiertas de sudor y no se sentía con la energía suficiente para levantarse del suelo.

Y todo lo que quería hacer era estallar en llanto sin comprender siquiera la razón real.

—Jimin ¿Estas bien? ¿Qué fue lo qué pasó? Estábamos hablando hace un momento y tú... —Jungkook estaba llamando a la puerta, la golpeaba suave, pero insistentemente.

Después de esto probablemente no iba a dejarlo tranquilo, el moreno era ese tipo de persona también.— ¿Estás enfermo? ¿Debería llevarte un médico? o ¿quizás debería llamarlo?

No necesitaba verlo a la cara para adivinar que estaba preocupado, su voz temblaba un poco y su falta de respuestas había provocado que el golpe aumentara.

—Por favor dime que todo está bien...Jimin, responde...Jimin...

—No estoy enfermo — habló finalmente, se levantó del suelo con un poco de dificultad, un ligero mareo lo atacó, pero fue capaz de avanzar sin problemas hacia el lavabo y observar su cansado reflejo.— Esto es sólo por... — guardó silencio por un instante apretando los labios, vio su propia angustia reflejada en el espejo y la inquietud que suponía la presencia del moreno reflejada en sus ojos.— Estoy bien, esto es...nada, no debe ser nada.

—¿Nada? Estás enfermo — afirmó Jungkook.

El pomo de la puerta comenzó agitarse, afortunadamente Jimin había conseguido cerrarla en tiempo recorrer antes en medio de su frenética carrera por alcanzar el inodoro.

—Si no sales voy a llamar a un médico.

—Por favor, déjame solo — le pidió.— Esto no es asunto tuyo, lo único que necesito es descansar.

—No puedo dejarte solo si estás....

—¡Jungkook, esta no es tu casa...quiero que te vayas! —exclamó apretando las manos sobre los bordes del lavabo, su voz aún se sentía rasposa y apagada, pero estaba seguro de que había tenido el volumen suficiente como para hacer saber al moreno que, al menos por el momento, no era bienvenido a quedarse y que tenía que marcharse ahora.

Realmente necesitaba que lo hiciera, ya no se sentía con la energía suficiente como para enfrentarlo, no quería tener que responder a sus preguntas, no quería tener que verlo los ojos, no ahora.

Pero el moreno no decía nada. Hubo silencio detrás de la puerta, Jimin se aproximó lentamente a esta, tuvo que pegarse a la madera para escuchar los pasos de Kook y lo que parecía ser el sonido de la puerta abrirse y cerrarse.

¿Se había ido? ¿Había logrado que se marchara? ¿Sin protestas o más insistencias? Jungkook era testarudo, no podía imaginarlo yéndose sin ofrecer resistencia primero.

Dudó.

Esperó unos segundos sin escuchar más que el sonido de su respiración y después de enjaguarse y tratar de calmar sus emociones, abandonó el cuarto de baño.

No había nadie en el pasillo, parecía que todo estaba bien y comenzó a sentirse tranquilo mientras avanzaba por este, sin embargo las emociones que deberían haber vuelto a la calma lo estremecieron y su aliento tanto como el tiempo se congeló al descubrimiento de la persona que no debería estar ahí.