14

3K 376 27
                                    

Nunca supo que era lo que Jungkook pensaban respecto a su matrimonio, omitiendo a los desplantes de su madre, Jimin fue muy feliz a su lado, pero siempre sintió que podría no encajar en ese mundo y probablemente el moreno también lo hacía...el amor no siempre era suficiente ¿Verdad?

—Si hay algo que no te guste del contrato o si hay algo más que quieras, puedes decírmelo.

Nunca imaginó que terminaría así, no es ese entonces. Se casaron estando llenos de ilusiones, de sueños, perdidamente enamorados, y esperaban al futuro y todo lo que este podría depararles con ansias.

Encontraron muchos obstáculos en el camino que los llevó al altar y sabía que ese no era el final, que no iba a ser fácil, pero se amaban con toda el alma. Se amaban y deseaban, esperaban, creían...Jimin creía que podrían conseguirlo, que podían hacer cualquier cosa, que nada podría derrotarlos.

Creyó que podían estas juntos para toda la vida, pero no fueron lo suficientemente fuertes para regularse de su primer golpe.

—No es necesario, mi abogado va a encargarse de todo a partir de aquí...es probable que tengas noticias suyas hoy o mañana, yo... —suspiró suavemente.— No tengo nada más que decir... no lo hay.

Quería dar por terminada esa conversación e irse, no parecía que Jungkook estuviera a punto de decir nada más. Jimin decidió tomarlo como el final de su corta reunión y tomó las llaves que traía consigo para abrir el portón, sin embargo, el moreno volvió a hablar.

—Taehyung — musitó Jungkook como si estuviera escupiendo veneno, Jimin volteó a verlo con el ceño fruncido. — De todos los abogados de esta maldita ciudad ¿Por qué demonios tenías que ir corriendo hacia él?

Se contenía, pero la tensión ya se encontraba sobre los hombros y mandíbula apretada de Jungkook, sus centelleantes ojos les decían que esperaba por una explicación que no iba a darle.

Nunca entendió porque Taehyung le desagradaba tanto. Jamás los comparo y nunca lo haría, sin embargo esos dos no eran muy diferentes a pesar de que había un inmenso abismo en sus personalidades y en todo lo que alguna vez sintió por alguno.

—¿Te molesta?

—Te he dicho antes que no me gusta que ese tipo esté cerca de ti.

Probablemente tenía mucho que decir al respecto, siempre lo tenía, pero la principal y más importante cuestión aquí era que Jungkook ya no tenía derecho a molestarse por eso.

Su separación era casi un hecho y era sólo cuestión de horas antes de que su firma también estuviera en esa demanda de divorcio.

Esta discusión era una que no tendría ninguna clase de sentido, era ridículo pensar que tuviera que darle explicaciones a estas alturas y no estaba dispuesto a hacerlo; no tenía la energía para eso.

No la tenía para absolutamente nada en realidad.

—Jungkook, estoy cansado, no quiero hacer eso ahora — apretó el borde de la reja entreabierta sorprendiéndose de lo tibia que esta se sentía en sus manos frías.— Es suficiente, esta discusión se termina.— suspiró muy lentamente, tratando de que Jungkook no lo notara mientras hablaba.

Las náuseas aún no desaparecían, estuvo haciendo un esfuerzo terriblemente enorme por no ceder a estas desde que abandonó el departamento de Tae y en este momento sólo quería recostarse y fingir que nada de esto estaba pasando por un jodido momento.

—¿Te sientes mal? ¿Estás enfermo?— preguntó Jungkook preocupado, parecía que tampoco estuvo sintiéndose muy bien en esta última semana, hablaron sobre el tema antes y Jimin desechó la idea, sin embargo no se veía muy bien.— Estas muy pálido, ven conmigo.

Le tomó el brazo con suavidad haciéndole voltear completamente, se permitió sujetarle la mano y acariciarle el rostro con las yemas de los dedos.

—Creo que deberíamos ir al médico, si sigues así tú...

—No es necesario.

Jimin liberó la mano haciendo un esfuerzo titánico por no ser consiente del calor de la contraria, por no sentir nada por su contacto.
El moreno no tenía porque ser tan amable con él, deseaba que no lo fuera...no quería que este fuera el último recuerdo que se llevara.

—Lo único que necesito es dormir un poco...no hagas nada innecesario.

Iba a extrañar las atenciones de Jungkook, el cómo se alteraba por un simple resfriado o un inofensivo estornudo, y lo sobreprotector y dulce que podía llegar a ser.

—Después de esto...creo que no volveremos a vernos así que...— pasó saliva por su garganta volviéndose más consiente del nudo que le apretaba en el proceso, de su angustia y del dolor que le estaba provocando.— Adiós.— empujó la reja, pero la voz de Jungkook lo detuvo nuevamente.

—Jimin, bonito...este no es el final — el moreno lo miró con súplica en los ojos, con desesperación y Jimin hizo lo mismo, no quería que siguiera hablando ¿Por qué no entendí que esto ya era lo suficientemente duro para él? — Todavía podemos seguir viéndonos...era esto de lo que quería hablarte antes, mi intension jamás fue...

Jimin negó fuertemente con la cabeza, los párpados apretados, entonce se cubrió los ojos con la mano y trató de recomponerse por al menos un segundo.

—Jungkook, no sé en qué estás pensando y francamente no me importa...no quiero escucharlo, para mi es el fin.

Le afirmó, sus palabras se tambalearon, sin embargo su convicción no lo hizo. Quizá podría tener una idea de lo que Jungkook pretendía y Jimin no estaba dispuesto a entrar en ese juego tan desagradable...no de nuevo.

—Es el fin — repitió, entonces le dio la espalda y cruzó la reja cerrándola detrás de él.

Jungkook lo llamó, por supuesto, gritó su nombre una y otra vez, sus palabra se clavaban en su mente, su pecho, en su corazón derribando el poco control que había conseguido reunir.

Desbordando sus emociones hasta que se sintió llegar al límite de lo que podía soportar y se abrazó a sí mismo al tiempo que apoyaba la espalda contra la puerta. Era el fin. Se repitió esas palabras una y otra vez cuando supo que podría pasar, tratando de prepararse para lo que era inevitable.

Trató de acelerarlo con todas sus fuerzas, creyó que lo había hecho, que podrá hacer esto con indiferencia.

Pero no era así, era muy difícil, se estaba cayendo a pedazos y dolía tanto que era una terrible agonía, era desesperación, la realidad dolía tanto o incluso más que cualquier herida física.

Era mucho más fuerte que él, una tortura que no había hecho más que empezar. No quería esto, no podía aceptarlo. Lo amaba tanto que no podía soportarlo, que quería que se detuviera...sabía que podría hacerlo ahora, Jungkook seguía ahí afuera.

Lo llamaba, esperando por él. Podría correr a su lado y decirle que podría estar esperando un hijo, era lo único que necesitaba para parar esta locura.

Para recuperar sus vidas juntos y volver a la vida que esta separación le estaba arrancando.

Pero no lo hizo, guardó silencio aceptando la agonía de lo que podría ser una insensatez y avanzó hacia la escalera.

Su papá lo miraba preocupado, había millones de preguntas en sus ojos, se acercó a él y dulcemente le preguntó si todo estaba bien, pero Jimin no respondió, no pudo hacerlo, tenía miedo de que todo lo que salir de su boca a partir  de ahora fueran sollozos y lamentos.

Antes de subir a su cuarto tomó fuerzas para pedirle a su papá que no le contara nada a su padre mientras tanto, no sabría como manjar su reacción, no sabría que podría hacer si lo viera así y no sabría lo que estaría dispuesto a hacerle a Jungkook.

Sólo que esto pasara de la forma más rápida y tranquila posible. Subió las escaleras al mismo tiempo que su alma se fragmentaba y su corazón se desmoronaba lentamente, y se encerró en su antigua habitación, ocultándose de su dolor y de sus emociones que lo atormentaban.

No iba a llorar, ya no más, no podía permitirse seguir haciendo esto. Sólo necesitaba pensar en lo que haría a partir de ahora.

Breaking-off [Vminkook]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora