Breaking-off [Vminkook]

24

—¿Ya no me amas?

—Te amo, Jungkook ¿Crees que podría olvidarlo tan fácilmente?

—Entonces ¿Por qué? — susurró Jungkook.

Lo amaba con cada trozo de su corazón roto y probablemente Jimin jamás amaría a nadie como a él. Pero su relación empezó mal, mintieron y engañaron sin consideración alguna a una persona que no se lo merecía, cometieron un acto imperdonable.

Quizá lo comprendió desde el principio; empezaron mal y probablemente estén destinados a terminar de una forma similar.

No hicieron las cosas bien, ni antes o después de casarse y esa cadena de malas desiciones jamás se rompió.

—Porque a veces el amor no es suficiente — su amor era fuerte y había superado muchos obstáculos, pero necesitaban algo más que eso, algo que Jungkook olvidó hace ya mucho tiempo, cosas que los dos habían pasado por alto.

Compromiso, honestidad y el valor suficiente como para simplemente sentarse y hablar de frente.

—Nosotros...no estoy seguro de que podamos hacer esto, no así y necesito que lo entiendas.

Se miraron en silencio. Los ojos del moreno profundos, cálidos e intensos no se despegaron ni un solo segundo de los suyos. Lo absorbían, tomando todo de él y lo sumían en la profundidad de sus caóticas emociones.

Agitaban todo de él, hasta la más pequeña partícula y lo llenaban de algo que disparaba su pulso y despertaba sensaciones que explotaban en sus terminaciones nerviosas, estremeciéndolo hasta casi hacerlo suspirar.

Odiaba esto, pero era tan increíble, tan sobrenatural y maravilloso que lo hacía sentir lleno de vida. Y Jimin se preguntó si algún día su corazón dejaría de acelerarse hasta amenazar con explortarse con tan sólo una mirada suya, si dejaría de sentir que el mundo se detenía o esa añoranza que le atravesaba la piel.

Supo que no sería así jamás, cuando Jungkook comenzó a acercarse lentamente hacia él, cuando le tocó el rostro con las yemas de los dedos, arrancándole un suspiro bajo y no pudo moverse de su sitio o rechazarlo...el moreno también debió haberlo hecho, debió notarlo y se prometió acercarse aún más, dispuesto a tomar sus labios.

Sin embargo, repentinamente, el timbre de la puerta anunció la llegada de un nuevo visitante, sacando a ambos del trance en el que se habían sumido.

Fue su salvación, sin embargo no dejó de sentirse decepcionado.

—¿Esperabas a alguien? — Jungkook se apartó un paso del rubio. Jimin hizo lo mismo y exhaló el aire contenido en sus pulmones al mismo tiempo que negaba lentamente con la cabeza.

—No...

Los ojos de Jimin viajaron en dirección a la puerta y volvieron fugazmente a Jungkook que parecía haber entrecerrado los suyos con desconfianza. Quería preguntarle qué era lo que se suponía que trataba de probar con eso, pero decidió evitar otra posible discusión.

Tenía que atender la puerta, pero el moreno se apresuró a esta adelantándose a sus deseos.

Detrás descubrieron a un chico que cargaba con un vistoso y alegre ramo de flores. Era precioso, estaba hecho con girasoles, lirios azules y bonitas margaritas blancas que le daban un aspecto sofisticado sin parecer ostentoso.

—¿Kim Jimin? — preguntó el mensajero.

—Si, soy yo — respondió Jimin acercándose lentamente a la puerta, para su sorpresa Jungkook se hizo a un lado permitiéndole el paso y el mensajero le entregó el ramo de flores después de terminar con las formalidades.— Gracias.