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Jimin se detuvo abruptamente sobre el último escalón de las escaleras y apretó las bolsas de sus compras; una figura conocida se encontraba parada frente a la puerta de su departamento, alguien cuya presencia lo había hecho sentir repentinamente agitado y cuya imagen estuvo rondando más de lo que debería en su cabeza.

Taehyung.

A pesar de que su aspecto era impecable y sereno como siempre, parecía un poco cansado. Ya era tarde, probablemente acababa de salir del trabajo. Sin embargo eso no impidió que la sonrisa que se dibujó en su rostro tuviera la fuerza suficiente para hacerlo contener el aliento.

Había pasado un tiempo desde la última vez que se vieron, largas semanas en las que Jimin estuvo debatiéndose acerca de cómo abordarlo la próxima vez o si debía hacerlo.

Quiso llamarlo, por supuesto, por varios días estuvo deseando volver a escuchar su voz, sin embargo, cada vez que tomaba el teléfono su vergüenza lo frenaba. No tenía idea de que era lo que debía decirle después de lo que Jungkook dijo o lo que había presenciado, tampoco sabía lo que quería hacer cuando pretendía buscarlo.

Pero todavía sentía que quería hacerlo...que quería verlo una vez más.

—Traje pastel — el castaño alzó una colorida caja de cartón, su sonrisa no se ensanchó, sin embargo su ojos se estrecharon ligeramente.— Es de tu tienda favorita.

Jimin sonrió. Sus mejillas se cubrieron de un suave rubor ¿Todavía lo recordaba? No lo esperaba, pero de alguna manera también lo hacía.

Se aproximó lentamente hacia el castaño, las manos apretadas sobre las bolsas de sus compras. Quería verlo, era la verdad y los cortos días de inquietud en los que pasó debatiéndose interminablemente sobre qué era lo que debía hacer, se esfumaron en un instante...en el instante en el que, lenta y tímidamente dejó caer la cabeza sobre el hombro contrario y su cuerpo fue envuelto en un cálido abrazo que no dudó un segundo en devolver.

—El bebé está bien — susurró en medio de un suspiro.

Todo este tiempo estuvo sintiéndose ansioso porque él no estaba. Quizá era solamente un pensamiento erróneo, pero quería compartir esa noticia con Tae, quería que lo supiera incluso más que Jungkook.

No entendía cuáles eran las razones de esto, no quería molestarlo, no quería herirlo, ni quería que esto se transformara en algo extraño para él o en una situación incómoda después de lo que pasó con Jungkook, sin embargo lo sabía. Sabía que quería decírselo.

Taehyung entendía cuales eran sus temores, lo entendía mejor que nadie y estuvo ahí cuando más lo necesitó, en uno de sus momentos más importantes...y no quería que terminara como lo había hecho.

—Lo sé, hablé con el doctor — Taehyung le deslizo los dedos entre el cabello como una suave y lenta
caricia que término sobre su nuca, su piel estremeciéndose bajo el tierno calor de su tacto. Deseó suspirar.— ¿Te sientes mejor? ¿Estás más tranquilo ahora? — el rubio asintió con una tímida sonrisa adornándole los labios al mismo tiempo que se separaba un paso del castaño.

¿Esa había sido la razón por la que estaba ahí?

Le habría gustado hablar con él en ese momento, dejarlo ir así fue muy frustrante, pero las circunstancias no eran las mejores y con Jungkook al rededor iba a volverse peor. No habría querido que dijera algo más para molestarlo, ya había hecho suficiente...ambos lo habían hecho.

Entraron a la casa después de una corta charla en el pasillo, Tae se ofreció a cargar sus bolsas por él, sin embargo el rubio se negó cortésmente alegando no llevar nada pesado consigo, entonces observó al castaño entrar a la cocina y servir el pastel mientras dejaba sus cosas sobre la mesa.

Sonrió sin darse cuenta. Fue una visión un poco relajante y a pesar de qué estaba muy acostumbrado a volver a una casa vacía, se sintió entusiasmado, sólo un poco, sin embargo se vio obligado a apartar rápidamente la miraba cuando el castaño alzó la cabeza y sus ojos hicieron contacto. Fue un reflejo un poco inusual que lo agitó.

—Lo siento...por lo que dijo Jungkook el otro día — inhaló profundamente y exhalo, necesitaba calmarse un poco, ya no era un adolescente o un niño, era un adulto y como tal había asuntos de los que debía responsabilizarse.— Fue muy grosero y...

Taehyung negó con la cabeza, con una tranquila sonrisa y le propuso seguir hacia la sala de estar; Sostenía dos platos con dos rebanada de pastel sobre estos.

—No...yo lo entiendo — le extendió un plato, era la rebanada más grande y la fresa que debía ser para el castaño estaba sobre este, siempre hacía lo mismo.— Es natural que quieran volver a intentarlo, van a ser padres y ese bebé va a necesitar de los dos — señaló el sofá con el dedo índice.

El rubio asintió a su silenciosa pregunta y ambos se sentaron sobre este.

—No fue la noticia lo que me afectó...Creo que podría decirse que siempre esperé esa posibilidad, en realidad fue...fue verlos besarse...Supongo que tal vez estaba un poco en putados...y celoso.

Jimin apretó el plato entre sus dedos.

—Eso fue...él fue quien...— no estaban saliendo, no tenía porque hacerlo, pero la mente de Jimin buscaba darle desesperadamente una explicación.

Quería hacerlo, lo que el castaño presenció en ese momento era una situación que ni siquiera el rubio podía definir y que le había dejado un muy mal sabor de boca.

—Taehyung...la verdad es que no estoy seguro si quiero volver con él, le dije que iba a pensarlo, nosotros...hemos pasado por mucho y no sé...no sé si pueda otra vez...

—Entiendo — Taehyung bajó la cabeza hacia su plato.

Se sumió en sus pensamientos por un par de segundos en los que Jimin se permitió contemplar en silencio su perfil y la perfecta simetría de sus agradables facciones. Entonces volvió mirarlo.

—Es normal que quieras darle una familia tu hijo, independientemente de lo que haya pasado entre ustedes, Jungkook es el padre del bebé y tú lo amas.

Sin embargo, Jimin no sentía que ese amor fuera suficiente. Estaba asustado de qué todo volviera a ser como antes y que el bebé que estaba esperando estuviera sujeto a los deseos y caprichos de esa familia. Pero era cierto que Jungkook seguía siendo su padre, que, al menos un poco, parecía comprometido con esa paternidad y que aún lo quería.

—Entonces ¿Crees que debería hacerlo? ¿Tú quieres que vuelva con él?

—Creo que mi opinión aquí no es importante, lo que importa es lo que tú quieres y lo que sientes — Tae suspiró.— No dejes que nadie más tenga influencia en tu decisión, tu vida es sólo tuya...y nadie tiene derecho a presionarte a forzar su voluntad sobre la tuya, no permitas que suceda.— le sonrió.— Tú sabrás tomar la mejor decisión para ti y para el bebé que estás esperando.

Jimin le devolvió la sonrisa. No iba a negar que estaba un poco nervioso o que Tae nunca dejó de hacerlo sentir inquieto, pero hablar con él siempre era muy sencillo, muy pocas veces se restringía frente a él.

Era verdad que siempre tenía la respuesta a sus inquietudes, sin embargo siempre sabía que decir o que hacer para hacerlo sentir más tranquilo y decidido, a veces hacía parecer todo menos difícil, le daba tranquilidad y estabilidad cuando sentía que su mundo se estaba tambaleando.

Sabía que podía contarle lo que fuera, incluso podía hablar de Jungkook y él lo escucharía sin molestarse, y siempre trataría de ver la situación de la manera más neutral posible.

Siempre le dolió haberlo perdido y jamás pudo perdonarse el haberlo lastimado como lo hizo.

Breaking-off [Vminkook]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora