Breaking-off [Vminkook]

21

Se divorció apenas una semana atrás y no se encontraba en el mejor momento de su vida, estaba roto en muchos sentidos, aún sentía que se caía a pedazos y no quería aferrarse a nada o nadie en este momento. Quería levantase por el bien del bebé que esta esperando y por si mismo.

Taehyung merecía ser mucho más que el soporte de una persona herida o un medio para escapar del dolor, él era más que eso, mucho más y Jimin no sentía que lo mereciera a su lado.

Volvió al edificio con la mente en continuos pensamientos que flotaban sin descanso. Trató de reflexionar un poco cuando estuvo en la soledad de su departamento, su mente siempre volvía a la misma dirección, a una misma persona y su estómago se apretaba cada vez.

Conocía los sentimientos de Tae, sabía que el castaño todavía podría sentir algo por él e intuía acerca de sus intenciones. Le halagaba, le hacía sentir bien y no iba a mentir diciendo que era indiferente, pero dudaba.

Tae siempre iba a ser una persona muy importante para él, no podía solamente aceptar sus intenciones, no cuando Jungkook era el único en quien pensaba y la única persona que ocupando su corazón.

No sería justo para él y no lo decía solamente por lo que sentía por Kook, Jimin no se sentía merecedor de su afecto o de ninguna de sus atenciones, mucho menos de su amabilidad...no después de haberle hecho algo tan horrible en el pasado.

Hace varios años atrás.

—Jimin, lamento mucho esa interrupción.

Taehyung se dirigió a él después de colgar el celular, había demorado mucho más de lo que imaginó y aunque no había escuchado nada sobre esa conversación, le parecía que debía ser algo serio.

Sin embargo la expresión en el castaño le dejó un poco confundido y dudoso acerca de su conclusión, y tenía la impresión de que podría estar un poco molesto.

—¿Pasó algo? — sea lo que sea que estuviera ocurriendo había conseguido cambiar así su estado de ánimo entonces debía ser algo serio ¿No?

No debería haberse equivocado, pero sentía que era así, podría sólo ser una impresión suya, pero no estaba muy seguro de que Taehyung tuviera  deseo de acudir a ese repentino llamado.

—¿Todo está bien? ¿Hay algún problema?

—Está todo bien, pero creo que tengo que ir a recoger a un...viejo conocido — Tae suspiró, no parecía muy feliz.

Eso aumentó la extrañeza y curiosidad de Jimin, no conocía a todos los amigos del castaño, pero si a las personas más cercanas a él y no recordaba haber escuchado algo sobre un viejo conocido.

—¿Quieres venir conmigo? El desfile esta a punto de terminar y hay otro lugar al que quiero llevarte...supongo que podemos ir después de recogerlo — carraspeó y el rubio se ruborizó.— Si está bien para ti, por supuesto.

¿Tan pronto? No, en realidad no lo era. Habían pasado toda la tarde juntos, pasearon por el parque y probaron algunos juegos como dos niños curiosos, el tiempo había pasado tan rápidamente que ni siquiera lo notó.

Todo sucedió en un parpadeo, sin embargo lo sentía intensamente...como la eternidad que no deseaba terminara.

—Claro...si — Jimin asintió un poco nervioso, pero también expectante, sabía cuál sería su próximo destino y lo que podría pasar esta noche.

Este era su primer aniversario y si todo resultaba como ambos esperaban, también sería su primera vez estando juntos en la intimidad. Decir que estaba nervioso sería poco, a duras penas pudo dormir un par de horas, nunca había estado con nadie de esa manera.

Hasta ahora todo lo que habían compartido habían sido besos y algunas caricias superficiales en las que Jimin había sido capaz de percibir la intensa pasión que despertaba en el castaño y la que este despertaba en su cuerpo.

Sin embargo, jamás fueron más allá, Taehyung lo respetó hasta el final, pero ya era el momento y estaba un poco asustado por todo lo que esto implicaba.

También estaba un poco emocionado. No sabía lo que iba a pasar, pero confiaba en Tae lo suficiente como para que sus miedos no fueran nada.

Abandonaron el parque de diversiones y se dirigieron a la dirección donde se suponía encontrarían al amigo del castaño. Jimin pensó en el aeropuerto o la posibilidad de la estación del metro, sin embargo esas ingenuas ideas fueron echadas rápidamente a la basura cuando el auto se detuvo frente a una jefatura de policía.

Creyó que podría tratarse de una broma o una confusión, pero Taehyung negó con la cabeza antes de que siquiera pudiera preguntar nada, confirmándole que, efectivamente, era ese su destino.

Tenía muchas preguntas, pero no sabía si quería recibir más información de la que ya tenía.

Ambos salieron de auto, sin embargo Taehyung le pidió que esperara afuera mientras se encargaba de aquel asunto.

Jimin no estaba demasiado interesado en conocer a una persona que había terminado en un lugar como ese, por cualquier clase de delito que ameritara su encierro, pero le sorprendía un poco que el castaño conociera a alguien así.

No deberían ser muy cercanos si no estaba tan entusiasmado de verlo, sin embargo no lo había abandonado, lo que podría ser un indicio de que ese nuevo individuo no podía ser una persona tan terrible.

Estaba dispuesto a darle el beneficio de la duda, no quería juzgar a nadie sin conocer al menos el contexto de la situación...pero otra vez sus ideas, al mismo tiempo que su buena voluntad, fueron derrumbadas cuando, minutos después, el mismo tipo moreno que horas atrás había usado una desagradable técnica para hacerle pasar un mal rato, salió con Tae.

Parpadeo, creía que podría estar confundido, quería estarlo con todas sus fuerzas, pero sus ojos hicieron contacto visual y el reconocimiento llegó a sus rostros. Entonces ese tipo, Jungkook, sonrió como un felino a su presa y se aproximó a él irradiando una aplastante seguridad.

Parecía encantado de verlo, mientras que Jimin no era capaz de escapar de su estupor inicial...ni de la intensidad de esos brillantes ojos como el oro ardiente.

—No pensé nos veríamos tan pronto, debe ser el destino...tiene que serlo.