ᝰ Choi Soobin es un exitoso científico millonario en todo Corea. Él decide crear un robot humanoide llamado JUN01, basándose en su novio; kim Yeonjun, quien había tenido un terrible accidente años atrás.
Choi Beomgyu desea a JUN01 para entregárselo...
─ ¿¡Ustedes lo perdieron!? ─gritó Soobin enojado mientras se levantaba de su asiento a gran velocidad y estampaba las palmas de su mano en su escritorio.
─Lo sentimos, solamente lo dejamos sólo por unos minutos y...al parecer la maquina se descompuso y lo dejó caer.
─Lo dejó caer... lo dejó caer. ─repitió Soobin esas palabras con simpleza─. ¡Estan todos ustedes despedidos! ¡Cada uno va a pagar los daños hechos y no me importa si les toma toda su vida! ¡Ahora lárguense de mi vista!
Los trabajadores salieron de su oficina de inmediato y Soobin aventó algunos papeles para desquitarse y soltar un grito en alto. Alguien se adentro a su oficina.
─Estuve rastreandolo y...no pude encontrar nada. ─comentó Sungchan acercándose a él temeroso─. Al parecer el golpe que tuvo causó que algunas partes de su sistema dejaran de funcionar.
Soobin llevó sus manos hasta su cabeza frustrado. Estaba metido en un gran lío.
─Pudimos ver las cámaras de seguridad de las calles y lo identificamos. ─Sungchan se acercó a él y le entregó la tableta para que pudiera ver el vídeo que las cámaras habían captado esa noche.
Él de mala gana lo miró. Se podía notar a JUN01 saliendo del lugar para observar a su alrededor confuso y seguir caminando hasta llegar a una caja de carton, Soobin apagó la tableta para dejarla a un lado.
─No debe de estar lejos.
─No ha causado ningún escándalo, las noticias no han hablado sobre él.
─Eso es bueno. Encárgate que nadie se entere de esto, sólo comunicaselos a los que ayudaran con la investigación.
─Claro. Veraz que todo saldrá bien. ─dijo Sungchan tratando de subirle el animo. Cosa que no funcionó ya que Soobin casi lo mataba con la mirada.
─No quiero gritarte así que sólo haz tu trabajo.
Sungchan asintió para después salir de su oficina. Soobin soltó un largo suspiro y comenzó a sentir el estrés atacándolo lentamente hasta que su cabeza doliera.
Tenía que encontrarlo, tenia que.
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K
ai no durmió nada en toda la noche. Éste solamente se quedó en el sofá mirando la puerta de su casa sintiendo el miedo en su cuerpo, por cada pequeño ruido que se escuchaba afuera, él daba un pequeño salto del susto.
Al final no llamó a la policía y sólo se enfocó en vigilar la puerta. Había estado tan paranoico que tenía un cuchillo en su mano derecha mientras que trataba de mantenerse despierto.
Kai estaba apunto de cerrar sus ojos de nuevo para descansar pero escuchó un sonido extraño proveniente de afuera causando que de inmediato abriera los ojos y se enderezara en su lugar.
