CAPÍTULO CINCO - ¿IZQUIERDA O DERECHA?

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     Lunes, 19 de junio del 2023

Cuando llegué a casa de Marco, no sabía si tocar a la puerta o llamarle al teléfono. Estaba tan distraída que me olvidé de decirle que me iba a pasar por su casa. Al final decidí tocar al timbre, estaba segura de que abriría él porque sus padres no solían estar en su casa un lunes a esa hora.

— ¿¡Ellie!? —exclamó Marco extrañándose, cuando abrió la puerta de su casa y me encontró con mi mochila donde tenía mis pertenencias más preciadas.

— Perdona, Marco. No sabía a dónde ir —le dije nerviosa.

— ¿Qué ha sucedido? —me preguntó mientras me indicaba con la mano que entrara en su casa.

— ¿Y si te lo cuento después de dejar esto en tu cuarto? ¿Crees que habrá algún problema si me quedo esta noche en tu casa?

— No, Rubia, ya sabes que mi casa es tu casa. Pero no entiendo qué ha pasado.

Marco era como de la familia, él solía estar en mi casa, pero por supuesto que yo había ido a la suya más de una vez. Nunca me había quedado a dormir, salvo cuando asistimos hace unos meses a una fiesta y nos quedamos en su casa porque estaba a dos minutos andando del lugar donde se celebraba el evento.

— Estuve pensando en lo que me dijiste el otro día, en que mi vida siempre ha sido muy fácil y me he ido de casa —intenté explicarme.

— ¿Qué? ¡¿Estás loca?! —me gritó mi amigo.

— Tú fuiste quien me dio la idea —me quejé.

— Sí, yo te dije que tu vida era fácil, pero no para que la hiciese difícil sin razón. Te lo dije para que no le dieras importancia a lo que había pasado con Hugo y con Alex —me contestó enfadado.

— Pero dijiste que yo no sabía lo que era tener problemas y que toda mi vida he tenido todo resuelto y organizado por mis padres. Así que he decidido irme a vivir sola, para ver si soy capaz de vivir mi propia vida sin la ayuda de mi familia.

— No, Ellie. Tú eres una persona muy resuelta y decidida que no necesita de nadie para resolver sus problemas, pero que por lo que veo se ha vuelto un poco loca.

— Entonces, ¿no me apoyarás en esto? —le pregunté.

— Por supuesto que te apoyaré, sabes que siempre lo haré, aunque piense que estás cometiendo el mayor error de tu vida —me contestó Marco, muy serio.

— Tampoco es que me haya enfadado con mis padres. Solo les he dicho que quiero intentar vivir sola. Si sale mal, puedo volver cuando quiera.

— Tu madre es una santa, Ellie. La mía hubiese enviado a la policía tras de mí y eso que soy mayor de edad. Estoy seguro de que incluso te dijo que no te preocuparas, que te entendía y que volvieses cuando quisieras.

— Ahora, ¿yo soy la mala? —me molesté.

— No, pero estás haciendo sufrir a mamá sin necesidad. Deberías de llamarla para ver cómo está.

— Primero quiero organizar mi vida un poco, para saber qué decirle si me pregunta. Tengo que buscar un sitio para vivir. Tengo dinero ahorrado de los trabajos del verano pasado y de los fines de semana en el restaurante, pero no me puedo permitir un sitio muy caro.

— ¿Y por qué no te presentas como portera en el edificio donde vive Claudia, la casi—novia de Yjo? No te exigen mucho y te dejan un pequeño apartamento de una habitación en la planta baja del edificio —me preguntó Marco, dejándome sorprendida.

En realidad, podría aceptar un trabajo de portera. Gracias a mi padre era muy buena pintando y haciendo pequeños trabajos de albañilería, incluso carpintería. Además, sabía un poco de electricidad. No podía ser muy difícil. Incluso hace unos meses mi hermano y yo habíamos arreglado la lavadora de casa. Además, sabía dónde vivía Claudia y el edificio estaba en un lugar céntrico, a cinco minutos andando de la empresa de mi madre y a unos diez minutos del restaurante donde trabajo, aunque en la dirección contraria.

SOMOS CINCO RUBIOS - COMPLETADonde viven las historias. Descúbrelo ahora