CAPITULO ONCE - DE VUELTA A CASA ANTES DE NAVIDAD

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        Viernes, 25 de agosto del 2023

El dependiente se puso a recoger y me iba haciendo preguntas. Así fue como empecé a contarle mi historia. Como intentaba vivir por mi cuenta, lo que había salido increíblemente bien hasta ahora, y de que Eric se me iba a declarar en el baño y salí corriendo porque no tenía a mi mejor amigo que me lo quitara de encima y para mí, esas situaciones, eran demasiado vergonzosas. No sabía el porqué le contaba todo esto, era un completo desconocido, pero incluso le conté que me había ido de casa de mis padres y la razón y, entonces, me interrumpió.

— Espera, ¿tú eres Ellie? ¿La Ellie de Marco? —me dijo sorprendido, aunque creo que la que más sorprendida estaba era yo, porque no entendía cómo había adivinado quién era.

— ¿La Ellie de Marco? —conseguí articular.

— Sí, la de los cinco rubios. Marco me lo ha contado todo sobre ti, por eso me sonaba tanto lo que me estabas diciendo.

— ¿Conoces a Marco? ¿Por qué yo no sé nada de ti? —pregunté sin entender nada.

— Yo soy Matt, el mejor amigo de Marco. Somos amigos desde que éramos pequeños. Me dijo que te había dicho que existía, un gran paso para él. Todavía le afecta un poco hablar de su vida anterior, antes de que su familia perdiera su empresa.

— Cierto, me dijo que tenía un amigo y que no me lo presentaba porque era demasiado guapo para mí —le dije arrepintiéndome al segundo de haber abierto la boca.

— ¿Soy demasiado guapo parta ti, Ellie? —se burló el desgraciado de mi metedura de pata.

— Yo no he dicho eso, solo he dicho lo que me dijo Marco —me defendí.

— ¿Crees que tiene razón? —preguntó en voz tan baja que casi no podía oírlo.

— No lo sé, yo nunca me he fijado si un chico es guapo o no, ni siquiera sé cómo tienen que ser los chicos para que sean guapos —me sinceré.

— Tan solo tiene que gustarte mirarlos. A mí me gusta mirarte, Ellie. ¿Y a ti? —me dijo serio.

— A mí me gusta mirarte los ojos, brillan mucho —dije sin pensar, metiendo la pata otra vez.

— Pues es un buen comienzo. Te invitaría a cenar, si no has acabado tu cena, seguro que tienes hambre, pero considero que ahora la prioridad es buscar tus llaves para que tengas esta noche un techo donde dormir.

— ¿En serio te preocupa eso? Yo suponía que a los chicos les encantaba ver a chicas en apuros y ofrecerles un lugar donde pasar la noche.

¿Qué me he perdido? ¿Por qué estás coqueteando con él?

No estoy coqueteando con nadie, solo bromeo, además, es amigo de Marco.

— Yo nunca me aprovecharía de las desdichas de una dama —me dijo mientras tomaba mi mano y la besaba, como un caballero.

— ¿Puedes llamar a Marco? Él tiene una copia de las llaves del piso.

— ¿Y por qué no llamas a tu madre? Seguro que se alegra de que pases la noche en casa, en la de tu familia. Creo que ya has demostrado que puedes valerte por ti misma y es hora de regresar.

— Yo... —le dije nerviosa sin saber cómo actuar.

— Primero buscaremos algo para que te puedas cambiar y estés más cómoda. Tenemos unas ofertas de verano que no puedes dejar escapar. Y no te preocupes por lo que cuesten, ya yo me encargaré de solucionarlo mañana, no iré a la cárcel por unas prendas de nada, además, las pagaré —me dijo evitando que me sintiese incómoda.

SOMOS CINCO RUBIOS - COMPLETADonde viven las historias. Descúbrelo ahora