CAPITULO NUEVE - BUSCANDO A NEMO

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        Viernes, 25 de agosto del 2023

No me podía creer que estuviésemos otra vez en la piscina preparando otra broma.

Pues yo sí me lo puedo creer. Sois unos pesados.

Esta vez nos habíamos lucido para celebrar que los gemelos estaban de vuelta y que los cinco rubios volvíamos a estar juntos. Posiblemente, iba a ser la última broma en la piscina del verano y habíamos conseguido meter dentro siete peces de casi kilo y medio cada uno. Todo había salido bien, el único problema fue que no nos habíamos ceñido al plan y nosotros siempre nos ceñíamos al plan.

Habíamos tenido que improvisar un poco, pero todo estuvo siempre bajo control. Por lo que había siete peces nadando en la piscina, nos estaban echando del recinto porque no nos podíamos volver a bañar y Yjo estaba tan enfadado que echaba humo.

No sabía cómo se complicó todo, pero a unos metros del edificio donde llevaba viviendo dos meses Yjo llamó a Sam descuidado y estúpido, Sam le echó la culpa a su hermano Tom y también lo insultó y luego todos se metieron conmigo y con Marco.

No era la primera vez que, después de la presión de una broma, nos enfadábamos los unos con los otros. Al día siguiente actuábamos como si no hubiese pasado nada y tan panchos. Pero si era la primera vez que tenía que lidiar con una pelea de los cinco rubios cuando tenía el primer fin de semana libre desde que empezó el verano. Habíamos planeado ir a comprar comida, cenar en casa y luego salir por ahí a celebrar la broma de los peces.

Después de la pelea tenía un viernes libre y sin plan para la noche.

***

Cuando llegué al piso Claudia me estaba esperando por fuera con cara divertida.

— Ellie, ¿te has enterado de lo sucedido en la piscina? Dicen que llevan más de una hora buscando a Nemo —me preguntó mi amiga con doble intención.

El secreto para salir impune por gastar las bromas era aparentar que te importaba poco una vez la hubieses hecho, aunque todo el mundo diese por sentado que fuiste tú. Por prestarle atención fue como Marco averiguó que fuimos nosotros en nuestra primera broma.

— Sí, el sol ha vuelto loco a todo el mundo. ¿Quieres pasar? —le pregunté mientras abría la puerta del piso.

— Claro. Esta noche trabajas, ¿verdad?

— No, por primera vez desde hace dos meses no trabajo el fin de semana —le contesté un poco malhumorada.

— ¿Y qué tienes pensado hacer? —me preguntó sentándose en una butaca de la barra de la cocina.

— No lo sé. Habíamos planeado cenar aquí y luego salir por ahí, pero nos hemos peleado todos con todos y no creo que se nos pase hasta mañana.

— La verdad es que sois bastante raros, siempre os peleáis y al día siguiente hacéis como si nada.

— Es que en realidad nos peleamos por verdaderas tonterías y después de dormir, ya no nos acordamos el porqué de la pelea.

— ¿Por qué nos sales con nosotras? Incluso te puedo dejar uno de mis vestidos y te pondremos guapísima. A Mónica le va a encantar la idea.

— No sé, Claudia. ¿Yo y un vestido? No considero que sea una buena combinación —le dije dudando.

— Claro que sí. Y los zapatos no tendrán mucho tacón.

— Lo de salir, no me importa. Pero un vestido no, por favor.

— Te pondremos unos vaqueros y ropa de tu talla. Esta noche ligas seguro —me dijo riéndose.

Sí, en ese momento, entendí por qué se reía. Se estaba riendo de mí. Mónica y Claudia llegaron una hora después de que tuviésemos nuestra última conversación. Parecían que iban a un evento en Hollywood y ni siquiera se habían terminado de maquillar y peinar.

SOMOS CINCO RUBIOS - COMPLETADonde viven las historias. Descúbrelo ahora