Domingo, 3 de marzo del 2024
Cuando entramos en la cocina, estaban mis padres y mi hermano desayunando en la barra. Nada más vernos mi padre y mi hermano agarrados de la mano, miraron incrédulos a mi madre y se echaron unas risitas disimuladas, bueno, no tan disimuladas porque hasta Matt se dio cuenta y me apretó la mano con más fuerza.
Yo no sabía qué hacer, me sentía como pez fuera del agua.
¿Qué hacía en ese momento? ¿Me sentaba al lado de Matt y me comportaba como mi madre lo haría con mi padre?
Creo que mejor abstenernos de besos en público por ahora.
¿Lo apartaba y me sentaba con Marco y mamá y lo dejaba que se sentase con mi padre y mi hermano?
No hay que ser tan drástica.
Matt tuvo que notar mi incertidumbre porque le hizo una seña a Marco, que le dejó su butaca, y yo me senté junto a él.
- Respira, bichito. Se supone que soy yo el que tiene que estar nervioso – me dijo al oído Matt con una sonrisa de oreja a oreja.
Era tan fácil decirlo y tan difícil hacerlo.
Son solo tus padres y tu hermano. ¿Qué vas a hacer cuando te vean el resto de los cinco rubios?
Poco a poco. Primero tenía que acostumbrarme a esta situación.
Pero si no es la primera vez que te da la mano en público.
Sin embargo, antes siempre tenía alguna excusa para dársela.
Después de unos minutos cuando, de la vergüenza, no pude ni involucrarme en la conversación, me preparé un Cola Cao y me partí un trozo de pan para comérmelo con los huevos que había preparado Matt.
- ¿Dónde están los huevos revueltos? – pregunté en alto al no encontrarlos encima de la barra.
- ¿Los que hizo Matt? Estaban buenísimos – dijo mi hermano, cuando asentí con la cabeza a su pregunta.
- ¡No habéis dejado nada! – les dije enfadada.
- No te preocupes, pequeña Ellie, ya habrá tiempo para prepararte huevos revueltos todas las mañanas – dijo tan tranquilo mientras yo me ponía roja como un tomate y rezaba para que se me tragara la tierra.
- Sí, pequeña Ellie – se burló de mí Marco con una sonrisa mordaz que hizo desaparecer en cuanto vio mi mirada asesina.
- ¡Qué privilegio! Huevos revueltos todas las mañanas – dijo mi padre mientras mi hermano y él no pudieron evitar echarse a reír y yo los miré sin un ápice de diversión.
- Rob – le riñó mi madre.
- Perdona, hija. Es que no creo que pueda acostumbrarme a verte como a una chica – dijo sin parar de reír, aunque ahora era mi madre quien quería matarlo.
- Rob, mañana no te llevaré tu café a la cama – le amenazó mamá.
- Vamos, Emma. No me digas que no es gracioso. Nuestra Ellie con un chico de la mano sin que le parta la cara. Hace seis meses no te lo hubieses creído, aunque te lo hubiese dicho yo – dijo papá, lo que hizo que me enojara todavía más.
- Pero en seis meses han pasado muchas cosas. Ya podrías haberte hecho un poco a la idea – le contestó mamá molesta.
- La verdad es que el día que Matt llegó a casa y nos contó sus intenciones con nuestra Ellie, yo hubiese apostado cien contra uno que no lo conseguiría ni en un millón de años. Incluso me dio un poco de pena por ti, pero Emma dijo que tenías muchas posibilidades.
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SOMOS CINCO RUBIOS - COMPLETA
Teen FictionEste año es mi último curso en el instituto. Después tendré que saber que voy a hacer con mi vida. He tenido una vida muy fácil, como todos los adolescentes que conozco. Mi mayor problema ha sido elegir mis asignaturas a principio de año, e incluso...