SOMOS CINCO RUBIOS - COMPLETA

CAPITULO CUARENTA Y DOS - SANOS Y SALVOS

     Viernes, 1 de marzo del 2024

Hoy es el cumpleaños de mi mejor amigo. Ha estado tan celoso últimamente por mi amistad con Júnior, que anoche se quedó a dormir en el piso para que le deseara feliz cumpleaños a medianoche. Edu y yo nos quedamos en mi cama, porque él quería el salón para él solo. ¡Lo que hay que hacer por los amigos!

Levantarse fue más divertido. Mi hermano y yo le teñimos un poco el pelo mientras dormía, pero esta vez de verde. El rosa ya se le había quitado y necesitaba un poco de color. Estaba un poco molesto al principio, pero como le preparé un señor desayuno, se olvidó del pelo y se quedó más contento que unas castañuelas.

Llegamos un poco justos al instituto, pero en el cambio de hora ya todas las chicas se le lanzaron encima. Marco era un chico bastante conocido, sobre todo por el género femenino. Estoy segura de que me sobrarían dedos en una mano para contar las chicas de nuestro curso con las que no se ha acostado mi amigo.

- ¡Oye, Ellie! ¿Le vais a celebrar el cumpleaños a Marco? – me preguntó Susana, mi compañera de mesa.

- Sí, no va a ser una gran fiesta como la del año pasado, solo estarán algunos de los chicos. ¿Te apetece venir? – le invité.

- No lo sé, nunca he hablado mucho con él.

- Claudia y Mónica también estarán – le dije mientras ella ponía cara de que algo le había molestado.

- Creo que no es buena idea – dijo por fin.

- Te seré sincera, Susana. Marco no está buscando una relación seria. Si te apetece pasar una noche con él, es el chico indicado, pero si quieres algo más, puede que te rompa el corazón.

- Entonces iré, siempre me ha parecido un chico muy guapo – me contestó sonriendo.

- Pues te enviaré la ubicación en un mensaje. La mayoría de los chicos llegará a las cinco de la tarde porque hoy no van a ir al entrenamiento, hasta el entrenador se pasará por la fiesta.

- Está bien, Ellie. ¡Eres la mejor! – me dijo regalándome una sonrisa.

Esperaba sinceramente que Susana no tuviese sentimientos por Marco, mi mejor amigo era un desastre en ese sentido. Y pensar que Matt hacía menos de dos años era incluso peor que él. Me alegraba de no haberlo conocido entonces, estaba segura de que no hubiese podido lidiar con ello. 

A las cuatro en punto, tal y como prometieron, llegaron Matt y Júnior a casa para ayudarnos a preparar el cumpleaños de mi mejor amigo. Yo estaba un poco nerviosa porque no sabía cómo saludar a mi no-amigo. Se suponía que lo nuestro era un poco más oficial, le había dicho que le quería.

Sí, eso hace todo un poco más oficial.

Júnior y Matt habían quedado al acabar las clases y vinieron juntos en el coche de Matt porque Júnior se volvía con su padre que tenía cosas que hacer cerca de su facultad y Matt se volvería como siempre solo. Sí, pasaría con nosotros el fin de semana, aunque cada uno en su cama, digo en su casa, por supuesto.

Matt era el encargado de preparar la barbacoa, según nos dijo mi padre, que no podía venir hasta más tarde, y a las cinco menos cuarto debería ir a buscar al resto de los cinco rubios, a Christian y a algún amigo más en el coche. A las chicas las iba a traer la madre de Mónica y Susana iba a venir con un amigo y los traería su madre. Los demás ya se habían buscado la vida para tener una forma para llegar.

Cuando Matt aparcó el coche, no pude evitar echar a correr para recibirlo, tenía tantas ganas de verlo. En cuanto me vio, me sonrió como siempre y me dio un abrazo, pero no me dijo nada especial, ni siquiera me llamó bichito, lo que hizo que me decepcionara un poco.