CAPITULO QUINCE - VALE LA PENA

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Sábado 26 de agosto del 2023

Colocar las cosas en mi habitación fue bastante sencillo. No encontré mi pijama favorito que había dejado en casa, pero encontré mil camisetas viejas de las cuales me avergonzaba terriblemente en estos momentos.

Nunca mires debajo de las piedras.

No me había llevado tanto tiempo deshacer las maletas y cuando estaba ordenando los libros, mi madre apareció.

- ¿Puedo pasar? – preguntó desde la puerta.

- Claro, mamá.

- Hace mucho tiempo que no pasamos las horas hablando, riéndonos y haciendo tonterías – dijo mi madre nostálgica.

- Lo siento mucho, mamá – le dije arrepentida.

- No, hija, no lo sientas. Estoy muy orgullosa de ti, sobre todo por ser sincera conmigo y decirme que necesitabas irte. Yo solo quiero verte feliz.

- Lo sé, mamá.

- ¿Y has resuelto lo que te rondaba por la cabeza?

- En realidad, me he dado cuenta de que fue una tontería, pero, aunque trabajé mucho, este verano lo he disfrutado de otra manera. He conocido a muchas personas en la comunidad y he aprendido a valorar el trabajo. Hasta me ha entusiasmado todo lo que he aprendido en tu empresa.

- Ya me han dicho que has aprendido muchísimo y que has sido de gran ayuda. Creo que incluso quieren ofrecerte un trabajo de estudiante, ya sabes, solo unas pocas horas a la semana.

- Para hacer eso tendría que dejar el restaurante.

- O hacer menos horas con Mark.

Mi madre siempre te hacía ver las cosas de manera más sencilla, como si en el mundo no hubiese complicaciones y siempre existiese una solución para cada problema.

- Me lo pensaré – me comprometí.

- ¿Y qué te parece tu nuevo amigo? – me preguntó mi madre con una sonrisita.

- No es mi amigo, o por lo menos, es lo que él dice.

- ¿Y eso por qué?

- Yo siempre he dicho que no mezclaré una amistad con una relación y según Marco, él prefiere dejar abierta esa posibilidad.

- ¿Y tú?

- Yo no lo sé, no tengo experiencia en eso de las relaciones y no sé si me sentiría cómoda.

- Pues yo te vi muy cómoda de su mano incluso cuando habían acabado con la broma – me echó en cara mi madre con una risita como si fuese una quinceañera.

- ¿A ti qué te parece? ¿Te gusta?

- A mí me gusta, es divertido, respetuoso, inteligente y parece buen chico, pero a quien le tiene que gustar es a ti. No te precipites y sigue tu ritmo, si él no puede esperarte, no es para ti. Pero creo que vale la pena arriesgarse y ver lo que pasa.

- Gracias, mamá. Siempre haces que me sienta mejor. Lo único que me molesta es que Edu lo quiere casi tanto como a mí y se supone que yo sería siempre su gran y fabulosa hermana. Además, te llama mamá.

- Sí, ¿no es adorable? Seguro que Marco le ha hablado mucho de nosotros y ya lo conoces, de vez en cuando se le escapa un mamá.

- Sí, no sé de dónde saco a mis amigos, son un desastre.

- ¿Por qué no bajamos a la cocina y preparamos alguna maravilla de las nuestras?

- No habrías podido tener una idea mejor.

SOMOS CINCO RUBIOS - COMPLETADonde viven las historias. Descúbrelo ahora