CAPITULO CINCUENTA Y DOS - SUSPIROS Y JADEOS

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      Viernes, 22 de marzo del 2024

Cuando acabó mi turno a las diez de la noche, me fui directamente a casa. Me sentía sucia, por lo que me duché y me senté en la barra de la cocina para cenar. Aunque antes de empezar, como ya era costumbre, llamé a Matt.

- Hola, bichito. Te tardaste más de lo normal – me contestó mi novio.

- Sí, me he duchado primero – le contesté.

- Yo ya empecé a cenar hace unos minutos, no aguantaba el hambre – se disculpó.

- Yo casi no tengo ganas ni de comer.

- ¿Por qué? ¿Estás enferma? – se preocupó.

- No, pero hemos estado toda la tarde tirados en el sofá y comiendo golosinas.

- ¡Qué envidia!

- Es la suerte de ser un simple mortal. Por cierto, Marco me ha contado lo del trabajo. ¿Estás enfadado?

- ¿Enfadado? No, no estoy enfadado. En realidad, el problema lo tenía con sus padres, que no lo dejaban trabajar. Él ni siquiera pidió un puesto en concreto, quería trabajar en cualquier tienda de dependiente y podríamos contratarlo como a cualquiera. Siempre se necesitan vendedores. Además, creo que Marco sería como su madre, un fuera de serie. El problema era que quería obligar a su padre a que convenciera a su madre para que lo dejara trabajar.

- Vaya, todos los días me sorprendes, no pensé que lo vieses desde ese punto de vista.

- Siempre tengo algún as en la manga para sorprenderte – dijo en tono insinuante.

- Así que Marco empezará a trabajar. Me alegro por él, siempre está colgado – le dije cambiando de tema.

- También les he buscado un trabajo a los chicos. Marco no me lo pediría directamente, aunque no sé cómo no te lo ha pedido a ti.

- Lo ha hecho y lo he mandado al diablo – le contesté molesta.

- Vaya, bichito. No te enfades. Los chicos van a tener que costearse la vida universitaria y no creo que sus padres puedan apoyarlos mucho económicamente.

- Pero pueden buscar trabajos en otros sitios – le dije yo enfadada todavía.

- Por supuesto que sí, pero yo no podré conseguir a personas tan leales como ellos. Así que, en realidad, soy yo quien se está aprovechando de nuestra amistad y no al revés.

Nunca pensé que Matt fuese tan buena persona, yo sabía que detrás de todo el discurso que me había dado, lo que realmente quería era ayudar a sus amigos.

- Espera un segundo que voy a poner el teléfono en manos libre porque ya terminé y quiero recoger la cocina. Mis padres y Edu cenaron hace siglos.

- ¿Y dónde están?

- Mi hermano se acostó cuando yo llegué, mañana tiene partido temprano, y a mis padres no los vi porque quedaron con el padre de Júnior y con alguien más en ir a probar un restaurante nuevo.

- Me encanta que Edu sea tan responsable, yo también me acuesto antes si tengo partido temprano al día siguiente.

En lo que hablaba me sonó el tono de que había entrado un mensaje, el cual miré.

- Me acaba de llegar un mensaje de Júnior. Habló con su padre esta tarde y le dijo que podía seguir con el empleo en la comunidad hasta diciembre y los muy locos aún siguen en el piso.

SOMOS CINCO RUBIOS - COMPLETADonde viven las historias. Descúbrelo ahora