SOMOS CINCO RUBIOS - COMPLETA

CAPITULO VEINTIDOS - ¡FELICIDADES, EDU!

            Sábado, 7 de octubre del 2023

Hoy me tocó levantarme muy temprano para despertar a mi hermano y felicitarlo por su cumpleaños. Cumple trece años, una edad muy importante para un chico. Eso es lo que llevaba diciendo Edu desde que cumplió los ocho. Parece ser que todos y cada uno de los años de un chico son fundamentales a partir de los ocho.

Mi madre lo tenía todo planeado, incluso habló con el entrenador, desde hacía más de un mes, para que intentara que el partido de esta semana fuese el viernes o el domingo y, por supuesto, lo consiguió.

Marco se quedó anoche en casa, con la excusa de que quería ayudar a prepararlo todo desde muy temprano, y Matt debería de llegar sobre las nueve y media.

Hemos hablado alguna vez por teléfono y nos enviamos varios mensajes al día, pero casi no lo veo desde el lunes que hicimos la broma con la sal. Por supuesto que nos ayudó como prometió, pero desde ese día ha estado muy ocupado y no ha vuelto a nuestra ciudad, salvo a ver dos partidos de Edu, a los cuales Marco y yo también fuimos, pero luego se tuvo que ir, porque él también tenía que jugar.

Tampoco había ayudado mucho con lo de la fiesta de Halloween, aunque si les dio a Alex y a Hugo su parte del dinero y nos dejó la nave a nuestra disposición, la cual está genial. Ya habíamos empezado a arreglarla un poco para que quedase como nosotros queríamos.

Las clases eran prácticamente iguales a las del año pasado, mismos compañeros y casi los mismos profesores. Lo único que había variado era que algunos de mis compañeros estaban nerviosos por su ingreso en la universidad. Yo me había reunido con la orientadora y lo tenía todo más o menos claro. Contaba varias opciones, pero no quería decidirme hasta después de Navidad. 

Tal vez me fuese a estudiar al extranjero. Había una universidad a cien kilómetros de Berlín que había captado mi interés, primero, porque era donde se conocieron mis padres, y segundo, porque quiero estudiar Ciencias Económicas y especializarme en estudios de mercado y la Unión Europea y en esta universidad tenían un programa de postgrado europeo muy prestigioso y podría elegir como optativas algunas de sus asignaturas. Además, mi padre tenía familia en Berlín, por lo que de vez en cuando podría visitarlos.

La otra opción era quedarme por aquí y hacer cualquier cosa y tomar la decisión el año siguiente. Pero no había hablado todavía de mis planes a nadie, ni siquiera a mis padres, solo se lo había dicho a Edu y a mi orientadora, por supuesto, que iba a ayudarme con mi solicitud. Sabía que mi hermano nunca diría nada, ni siquiera me lo nombraría a mí a no ser que yo le hablase del tema.

En este momento, solo quería disfrutar de un par de meses de tranquilidad. Seguía con mi trabajo en la comunidad y me pasaba por ella antes de ir al instituto y muchas veces entre semana me quedaba en el piso a dormir. Por supuesto que mi hermano siempre me acompaña. Lo adoro, pero creo que me quiere demasiado.

Si él no se quedase, posiblemente tú tampoco.

Me solía quedar sobre todo los martes y los jueves por las noches, porque estaba estudiando en una especie de escuela para trabajadores que podía cursar gracias a que había estado contratada durante los últimos doce meses. Eran cuatro horas a la semana y con cuatro horas de prácticas, las cuales estaba haciendo en la empresa de mi madre.

Me había venido bien para aprender teoría. Habíamos visto mucho de contabilidad y pronto empezaríamos con fiscal. Alice no podía esperar a que empezara con la parte laboral. No nos enseñaban mucho en clase, pero nos daban bastante material para que leyéramos y estudiáramos por nuestra cuenta, la mayoría online. 

Seguía trabajando ocho horas a la semana en el restaurante, aunque le había dicho a Mark que a partir de mayo debería buscar a otra persona. Aun así, solía hacer más de ocho horas y ya tenía acumuladas unas de veinte horas extras, yo siempre le decía que no se preocupase y que ya lo arreglaríamos de alguna manera.