CAPITULO TREINTA Y CUATRO - VISITA INESPERADA

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      Sábado, 25 de noviembre del 2023

Aún no eran las once y media de la mañana y ya estaba por fuera del restaurante, esperando a que Mark me dejase entrar. ¡Lo que hacía no tener vida social! 

Antes de tocar a la puerta, oí a mi mejor amigo que llegaba en su bicicleta.

- ¡Buenos días, Ellie! – me gritó Marcos a millones de metros de donde me encontraba.

- Serán buenos para ti – contesté enfadada.

No te enfades con Marco, él no tiene culpa de lo que ha pasado.

Si no recordaba mal, él tuvo la idea de no decirle nada a mamá.

Pero tampoco es el fin del mundo y ya no puedes hacer nada. Además, nadie te obligó a hacerle caso.

Ahora no podía ni estar enfadada, desde cuando mi vida se había vuelto tan aburrida.

- Vaya, ya veo que estás de buen humor. ¿Es por el castigo? – preguntó, cuando estuvo a mi lado, como si no fuese lo más obvio del mundo.

- No, es porque hoy no está el tiempo agradable para ir a la piscina – mascullé como pude por no ponerme a pegar puñetazos.

- Yo solo venía a hacerte una visita inesperada y a darte saludos de Claudia y Mónica. Nos las encontramos anoche cuando salimos a dar una vuelta. Pero tranquila, no te perdiste nada, fue de lo más aburrido.

- Aunque parezca increíble, que no se lo pasaran bien, no me quita en absoluto las ganas que tengo de matar a alguien – respondí con un poco de mejor humor.

- Ya me dijo mamá que esta mañana recibiste un paquete – me dijo haciéndose el gracioso.

- ¿Hablaste con mi madre? – le eché en cara sin creerme que se hubiese atrevido.

- Ellie, tu madre está enfadada contigo, muy enfadada. Pero a mí me sigue queriendo igual. Es lo que tiene ser el preferido de la familia, aunque Matt me está robando protagonismo. Él muy traidor la llamó ayer y le pidió permiso para enviarte un paquete. ¡Qué pelota!

- ¿Qué pelota? ¿Y tú para qué la llamaste? ¿Le pediste, al menos, que me quitara el castigo? – le dije enfadada.

- Ni loco, Ellie. Yo prefiero no interferir en las relaciones de madre e hija. Por cierto, ¿qué te envió Matt?

- No te lo voy a decir – le dije para molestarlo, quería que estuviese tan enfadado como yo.

- Déjame adivinarlo. ¿Una caja de bombones y una carta de amor incondicional? – me dijo para enfadarme aún más.

- Creo que hoy te levantaste con tendencias suicidas – le amenacé.

- Está bien. ¡Qué haya paz! Sabes que no vas a ver a tu mejor amigo y platónico amor de tu vida hasta el lunes, ¿verdad? – me dijo haciendo pucheros y lo peor de todo es que ambos sabíamos que tenía razón, en lo de amor platónico no, en que no nos íbamos a ver hasta el lunes.

- Sí, y aunque seas un pesado, te voy a echar de menos. Aunque no me hayas enviado un paquete para alegrarme la mañana. ¿Cómo lo habrá hecho para que llegue tan rápido a mi casa? Cuando bajé a las nueve de la mañana a desayunar, ya me estaba esperando.

- Matt siempre ha tenido muchos recursos cuando le interesa y tú le interesas mucho. ¿Me vas a decir lo que te mandó?

- Una Nintendo DS – le contesté.

- ¡Noo! ¿Su Nintendo DS? Es su tesoro más preciado. ¿Con qué juego? – gritó Marco, no entendía que le había hecho alucinar tanto.

- Me envió varios, tres juegos de Pokémon, Brain Training, Nintendodogs y otros tres de Mario.

SOMOS CINCO RUBIOS - COMPLETADonde viven las historias. Descúbrelo ahora