CAPITULO TREINTA Y OCHO - SAN VALENTÍN

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     Miércoles, 14 de febrero del 2024

Hoy era San Valentín. ¡Qué viva el amor!

Y otras cosas, que hoy has tenido un sueño muy subidito de tono.

Sí, no me podía mentir a mí misma. Los últimos días había tenido sueños inapropiados con un cierto caballero y no sabía cómo lidiar con eso. No le había dicho nada a mi madre, porque no sabía cómo hablarle del tema, y tampoco se lo había podido contar a Marco por razones obvias. 

¿Por vergüenza y por miedo a que se lo cuente a Matt?

Sí, sobre todo por vergüenza, incluyendo la que pasaría si se lo contase a Matt. Pero la culpa no era mía. En primer lugar, no he hablado con él desde el sábado, solo nos habíamos enviado mensajes porque había estado muy ocupado y, en segundo lugar, el sábado se quitó la camisa cuando estaba apoyada en él. Seguro que lo había hecho para provocarme.

Tu hermano le mojó su camisa cuando se acercó empapado.

Aun así, yo era una persona de carne y hueso y Matt no me lo ponía nada fácil. Estaba casi segura que lo hacía con la intención de volverme loca.

Has estado loca toda la vida, no le eches la culpa al pobre chico.

Pero nunca había tenido esta clase de sueños, además, cuando estaba cerca, tenía unas ganas terribles de besarlo.

¿Por qué no lo haces?

No lo sabía. A lo mejor él no quería lo mismo que yo.

Pero si ya te ha dicho que está desesperado por besarte.

Sí, yo tampoco me entendía. No sabía a qué estaba esperando. Debería de hablar con Marco del tema, pero siempre que me había aconsejado, yo lo había entendido todo mal.

Y él se explica peor.

El día empezó fatal. Matt me escribió anoche y me dijo que no sabía si iba a poderme llamar hoy, lo que hizo que mi humor empeorara bastante. ¿Quién intentaba conquistar a una chica y, como mínimo, no la llamaba por San Valentín? Hasta Eric vendría a ver a Christian desde la universidad. Me dijo que se pasaría a verme en cuanto llegase. Menos mal que lo de Christian se quedó en un susto y a mí ni me dolían los nudillos ya.

El chat del grupo de los cinco rubios estaba que ardía desde la noche anterior. Todos los chicos tenían citas, todos menos Matt y yo, y eso sumaba puntos a mi mal humor.

Hoy en clase todo estaba relacionado con el amor y todas esas tonterías. Aunque todo no eran chorradas, Claudia le regaló a Yjo una caja de bombones que repartió entre nuestro grupo y estaban buenísimos, eso sí, todo muy documentado en el grupo, incluso Sam puso una foto comiéndose un bombón con su hermano donde casi se besaban. Son unos pesados. Lo que no entendía era cómo todos habían conseguido citas esta noche.

Yjo estaba claro que saldría con Claudia. Aunque a Yjo no le gustase reconocerlo, cada vez se les veía pasando más tiempo juntos. Marco también saldría con ellos y con Mónica. Menos mal que Mónica iba a lo que iba. Creo que no era la primera vez que habían salido juntos porque Marco siempre atacaba a todo lo que se movía, incluso había estado con Claudia en al menos una ocasión, pero antes de que comenzara esa extraña relación que existía entre ella y Yjo. 

Los que más me sorprendieron fueron Tom y Sam. Los hermanos tenían dos citas de verdad. No era que fuesen unos santos, pero ellos eran del estilo de Marco, solo que no triunfaban tan a menudo, pero nunca quedaban con las chicas, sino que las conocían en el bar o la discoteca y si te he visto no me acuerdo. Pagaría por ver esa cena, además irán a dos restaurantes diferentes porque en realidad los han invitado y las chicas han elegido el sitio.

SOMOS CINCO RUBIOS - COMPLETADonde viven las historias. Descúbrelo ahora