CAPITULO CINCUENTA Y CUATRO - NADA SALE BIEN

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          Viernes, 26 de julio del 2024

Hace una semana que había acabado mi sustitución de vacaciones en la empresa de mi madre y parecía que había pasado una eternidad. Como los chicos trabajaban, aunque fuese a media jornada, no tenían tanto tiempo libre como antes y a Matt mejor ni nombrarlo. Llegó el lunes por la noche de su viaje con mi padre y casi no había tenido tiempo ni para llamarme.

El último fin de semana que estuvimos juntos fue en el que me contó su planificación. No había podido gastarle alguna broma al respecto, aunque intentaba no mencionarlo por teléfono, era un tema muy sensible para él.

Ese viernes se quedaron en casa Matt, Marco y Yjo. Los chicos volvieron a ser los mismos idiotas de siempre delante de Matt y el sábado lo pasamos todo el día en la piscina haciendo el bobo, pero por la noche cada uno se fue para su casa, incluido mi novio.

***

Esta semana he ido a entrenar al gimnasio todos los días. El entrenador me quería apuntar a una competición, pero necesitaba el permiso de mis padres y Matt les había convencido para que no me lo diesen.

¡Será maldito!

Sí, era un maldito, pero lo echaba mucho de menos. Así que aproveché que mi padre tenía una reunión cerca de las oficinas de Matt y he venido a verlo. Por supuesto que no le he dicho nada. Iba a ser una sorpresa, aunque no sabía si sería una sorpresa buena o mala. Desde que llegó del viaje ha estado muy raro conmigo y no sé si ha pasado algo que afecte a nuestra relación.

Quizás esta planificación que él tenía le ha estallado en la cara y el no haber tenido sexo durante tanto tiempo, le estuviese afectando. Al fin y al cabo, ya él era mayor de edad y seguro que lo echaba de menos. Ya no estaba en fase de duelo y tenía sus necesidades.

Nosotras también las tenemos.

Pero ahora la prioridad no éramos "nosotras". La prioridad era Matt y qué diablos le estaba pasando.

Había venido en vaqueros y zapatillas, pero había escogido una camiseta que sabía que le gustaba. También me había peinado y recogido el pelo con una pinza, lo que había hecho que recibiera bromas de todos en casa.

Mi padre me había indicado donde estaba el edificio con las oficinas de la compañía de Matt y cuando estuve delante, me acobardé un poco. ¿Qué pasaría si no quería verme? Seguro que tenía cosas más importantes que hacer que pasar un rato conmigo. Además, que el edificio fuese enorme y tuviese a dos gorilas en la puerta, no ayudaba a que me tranquilizase.

Cuando entré al edificio, saludé a los gorilas y ellos me devolvieron el saludo, pero no dijeron nada más. Así que me dirigí hacia una señora de la edad de mi madre que estaba sentada en lo que entendí sería la recepción.

- Buenos días. ¿Puedo ayudarle en algo? - me dijo la señora con una sonrisa.

- Buenos días, estoy buscando a Matt Harb - le indiqué un poco nerviosa.

- ¿Le está esperando? - me preguntó sin juzgarme por ser tan ingenua de venir sin tener una cita.

- No, pero soy una amiga de la familia - fue lo único que se me ocurrió decir.

- ¿Quién le digo que lo visita? - me preguntó la señora tan amable que hasta yo la contrataría en mi empresa.

- Ellie, creo que con Ellie sabrá que soy yo - le dije devolviéndole la sonrisa.

- No está en su despacho. Lo siento, Ellie - me dijo después de haber marcado la extensión de Matt dos veces sin que él contestara.

- Pues parece que hoy nada sale bien. ¿Podría intentarlo con Samanta? - le pregunté, porque no quería irme sin ni siquiera entrar en el edificio donde mi novio pasa la mitad de su vida.

SOMOS CINCO RUBIOS - COMPLETADonde viven las historias. Descúbrelo ahora