Miércoles, 26 de marzo del 2025
NARRADO POR ALBERT KRANZ.
Nunca en mi vida me he sorprendido tanto como cuando recibí la llamada del joven Harb esta tarde. Pensé que le había llamado Samanta, pero, por lo que pude averiguar luego, fue Dónovan quien lo contactó.
No sabía que se llevase tan bien con él, al fin y al cabo, es un Greco y toda la familia tiene fama de mafiosos y pocos se atreven a juntarse con ellos. Aun así, me alegré mucho de que estuviese dispuesto a ayudarme tan desinteresadamente.
Lo primero que me pidió fue que fuese a la oficina y le sacase una foto a la ficha de Ellie para que pudiese verle la cara mientras él había quedado con Frank Biona y ahora lo estaba siguiendo.
El plan era sencillo, pero necesitábamos estar las próximas horas libres de cualquier obligación, por lo que llamé a mi mujer para decirle que iba a estar reunido con el joven Harb entre otros por unos temas muy importantes, que dormiríamos en un hotel y que la llamaría al día siguiente en cuanto tuviese ocasión.
No suelo hacer estas cosas, suelo dormir siempre en casa, a no ser que sea estrictamente necesario el quedarme en algún hotel, y mi mujer lo sabía. Por lo que no dijo nada, sino que me deseó suerte y que fuese todo bien.
Una hora después, estaba sentado en la parte trasera de una limusina, con un conductor llamado Jack y esperando a que Mathew Harb nos dijese a dónde dirigirnos.
A la una de la mañana, cuando ya estábamos cansados de esperar e incluso habíamos echado una cabezadita, Jack me llevó a la dirección que nos envió el joven Harb. Mientras esperábamos, un motorista nos tocó la ventana y Jack le quitó el seguro al vehículo para dejarlo entrar. Era el mismísimo Mathew Harb.
- Buenas noches, señor. No lo reconocí con el casco de moto – le dije yo cuando se quitó el casco y dejó su cara al descubierto.
- Por favor, Albert, llámame Matt. Espero que podamos tutearnos, si no te importa – me dijo.
Matt parecía cansado y triste. Sé que había perdido a sus padres en un accidente, yo mismo conocía muy bien al señor Harb, pero la última vez que lo vi, no estaba tan mal.
- Claro, Matt. Sin problema – le contesté.
- Albert, hazme un resumen de la historia de Ellie. Creo que Biona va a dormir en este edificio esta noche, por lo que tenemos tiempo – me pidió.
- No hace mucho que trabaja con nosotros, empezó en enero. Desde el primer día destacó en el trabajo. Es muy responsable, inteligente y muy madura para su edad – intenté resumirle.
- ¿Cuál era exactamente su trabajo? – me preguntó con los ojos llenos de curiosidad, igual que a veces lo hacía su padre.
- Ella revisaba los informes de las familias morosas los lunes por la mañana y los martes por la tarde, y los lunes por la tarde visitaba a dos o tres inquilinos para ver las razones que tenían para no pagar y, si era posible, les cobraba la deuda.
- Vaya, ¿y cómo descubrió lo de Frank Biona? – me preguntó.
- La segunda semana que llevaba con nosotros, hizo pagar a un tipo que nos estaba tomando el pelo desde hacía un tiempo. Ni siquiera era inquilino de uno de nuestros inmuebles, sino que nos contrataron para cobrarle. Yo la felicité y ella me pidió si podíamos tomarnos algo antes de irnos a casa y yo accedí, sin segundas intenciones – le aclaré rápidamente pensando en cuando le conté a Dónovan la historia.
- ¿Y luego?
- Le hablé de los cambios en la empresa estos últimos años. Ellie es una buena chica y tiene un don para escuchar y hacerte hablar. Yo creo que ella ya sospechaba que había algo raro porque estaba muy interesada en Frank Biona. Al final quedamos en que ella intentaría averiguar lo que pudiese sin levantar sospechas y yo la ayudaría. Así fue como, además de su trabajo, Ellie empezó a hacer unas horas de prácticas en contabilidad y así recopilar información.
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SOMOS CINCO RUBIOS - COMPLETA
Teen FictionEste año es mi último curso en el instituto. Después tendré que saber que voy a hacer con mi vida. He tenido una vida muy fácil, como todos los adolescentes que conozco. Mi mayor problema ha sido elegir mis asignaturas a principio de año, e incluso...