Martes, 21 de enero del 2025
La vida de casada era alucinante y no solo porque dormía todas las noches con mi marido. En realidad, era porque todo parecía ir muy bien. No ha habido grandes cambios en mi vida y los que habían tenido lugar, habían sido por decisión propia.
Después de que a mi marido se le quitara la paranoia de que me había hecho daño en la noche de bodas, se ha tomado muy en serio eso de ponerme al día en todo lo relacionado con el sexo. Al principio me avergonzaba muchísimo, pero después de todo lo que hemos hecho, he perdido todo ápice de vergüenza. Aunque sigo sin poder hablar tan directamente del tema, de la manera que lo hace él.
Tuvimos que retrasar nuestra luna de miel para dejar todo preparado para que se instalaran Kate y Markus y, unos días más tarde, Martha. No vimos a Markus, porque Kate no quería forzar las cosas, pero hablamos todas las semanas con ella y con Martha y nos dice que está mucho mejor. Martha y Kate se llevan de maravilla y la hija de Martha nos llamó hace unos días para agradecernos todo lo que hemos hecho por ella.
Al vivir en la planta baja, sale mucho al huerto o se sienta en el jardín, lo que ha hecho que su salud mejore muchísimo y han despedido a una de las cuidadoras y ahora solo necesita la ayuda de una que va de lunes a viernes de ocho a dieciséis horas, porque su hija se queda con ella los fines de semana.
No sé cuál era la luna de miel que Matt tenía planeada en un principio, pero los seis días, que al final pudimos disfrutar, fueron increíbles. Imagino que, por falta de tiempo, Matt no quiso salir de Alemania y me llevo a la ciudad de Baden-Baden a disfrutar de las aguas termales tradicionales de la Friedrichsbad.
Aprovechando que estábamos allí, visitamos las Termas de Caracalla y otras fuentes termales. También nos tomamos un día para visitar la ciudad, que es preciosa, sorprendiéndome el casino porque, más que un lugar de juego, era una obra de arte. Igualmente, visitamos un pueblo llamado Gengenbach, donde se rodó la película de Charlie y la fábrica de chocolate.
Llegamos el lunes por la noche a Baden-Baden y, cuando nos vinimos a dar cuenta, ya era domingo por la mañana y teníamos que volver a Berlín.
Al llegar a Berlín, nos estaba esperando Jackie, que es como llamo al conductor de la limusina que nos llevó a casa después de la boda, a pesar de que le molesta, pero él siempre me llama señora Ellie y a mí tampoco me agrada.
Matt había comprado una especie de limusina pequeña, con el separador entre el conductor y la parte trasera, pero la parte trasera era muy práctica. Podía sentarme normal, o poner una pequeña mesa para escribir o quitarla y dormir un rato. Además, tenía conexión inalámbrica incorporada, por lo que podía hacer mis trabajos de clase mientras Jackie me llevaba a casa.
Por las mañanas me iba en tren y a las tres me iba a buscar Jackie, a no ser que tuviese algún trabajo que hacer con algún compañero, y los martes, que terminaba a las dos, me volvía también en tren porque me cuadraba muy bien el horario.
Por supuesto que aún quedaba con mis compañeras de residencia para almorzar, pero solía quedar a estudiar con unos compañeros que también vivían en Berlín y que siempre veía en el tren de ida. Alguna vez habíamos traído en el coche a Stefan y a Ronny, dos chicos tres años mayores que yo, pero que compartían conmigo clases en la facultad y vivían cerca de nuestro piso. Asimismo, hemos quedado algún fin de semana y han conocido a Matt. Se les hacía extraño que estuviese casada, sin embargo, yo me había acostumbrado cada vez más.
Antes de la boda, solicité un puesto de trabajo en la empresa de Matt en Alemania, por supuesto, sin que nadie supiese sobre mi relación con Matt ni que Matt supiese en qué empresa trabajaría.
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SOMOS CINCO RUBIOS - COMPLETA
Teen FictionEste año es mi último curso en el instituto. Después tendré que saber que voy a hacer con mi vida. He tenido una vida muy fácil, como todos los adolescentes que conozco. Mi mayor problema ha sido elegir mis asignaturas a principio de año, e incluso...