#34

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-Elizabeth no es tu hermana, no debes temer el amor que le tienes, por el simple hecho de que ella según me has expresado. Es tu confidente, cofre con candado el cual solo tú tienes la llave para poder acceder y almacenar tus sentimientos más valiosos, sinceros, honestos, detalles en especial que no nadie más conoce de ti, tu fidelidad hacia ella es como un capitán que se quedará con su barco aún así este se hunda, porque, ¿Qué es el capitán sin su barco?.- expresó.- La ejemplificaciones que te estoy dando, es la relación que tienes a la que llamas mejor amiga y el amor que tienes por ella es más fuerte acorde a los años pasan tanto los pasados como los venideros, lamento ofenderte con lo que voy a decir, pero... en realidad tienes la vista más borrosa que la de un miope. Creo querido que hasta un ciego saca mejores conclusiones e identifica más indirectas que tú.

Vamos Daniel tu puedes entender toda esta información... ¿Verdad?

-En resumidas cuentas, los dos están enamorados y ni cuenta que te das. - mi psicóloga toma aire de la rapidez en que dice las cosas.

-Espera, entonces, ¿¡El chico que le gusta a Elizabeth soy yo!?.- exclamo en voz alta.

Y como si dijera la pregunta más estúpida del mundo y vaya que si lo fue, la señorita Stephany se pega la mano en la frente. Tal acción me hace contestar mi pregunta y me quedo callado.

Mi siguiente es la próxima... ¿Qué haré ahora?, ¿Me le declaro? Mm... No muy apresurado, ¿La invito a salir?, quizá no me acepte, pero intentaré-

-Ya han pasado dos horas y medio querido, la sesión ha terminado vuelve, en tres semanas para monitorear tu avance, aunque creo que, si tomaras iniciativa en tener relaciones románticas con Elizabeth, tu diagnostico estará resuelto.

Cuando salgo del consultorio una brisa choca fuertemente contra mi cuerpo, el día de hoy está muy helado, espero mi pequeña esté bien, mis pensamientos son interrumpidos por el brusco choque entre una persona, los vellos de mi cuerpo se erizan casi automáticamente, me disculpo y continuo mi camino con un extraño sentimiento, volteo mi rostro y observo como esa persona sigue su camino hasta el consultorio y entra.

Mierda tengo un mal presentimiento. Llamo a mi psicóloga y solo espero dos pitidos para que me conteste.

- ¿Stephany sigues en el consultorio?. - Algo en mi desconfía de ese hombre, hace mucho tiempo no vuelvo a estar incomodo frente otra persona.

- Oh no te preocupes estoy en la panadería cercana, regreso dentro de unos dos minutos. - Debe de estar en la de la siguiente cuadra.

- No quédate ahí, voy para allá tengo que contarte algo. - camino una cuadra y observo si hay alguna panadería, mientras le doy la vuelta observo como el hombre sale del consultorio, antes de que me vea doy vuelta en la esquina.

Entro en la panadería el olor a pan recién horneado es de maravilla, pero mi inquietud no me deja apreciar bien el aroma.

- Daniel, ¿Qué pasa?, te veo pálido. - Comentó preocupada. - Dios, estás sudando. -

-Acabo de ver un hombre, no sé, me da muy mal espina, choqué con él en la calle, luego se metió a tu oficina, sé que puedo sonar como un paranoico, pero, desde hace tiempo no he vuelto a tener este tipo de...- limpio el sudor de mi frente que comenzaba a bajar. - olvídalo, creo que estoy loco.

- Lo que he aprendido en esta vida, es nunca dudar de tu intuición, si dices que percibiste algo malo en él, te creo. - dijo tomando mi mano para tranquilizarme, gesto que agradecí porque estaba extremadamente nervioso.

- ¿Daniel?.-

Una voz conocida llega a mis oídos y puedo reconocerla el instante, mi querida Elizabeth está ahí viéndome, para luego ver mi mano con la de Stephany haciendo un gesto algo extraño que no supe identificar ya que a los segundos miro para otro lado.

- Pequeña, ¿Cómo estás?, ¿Qué haces por aquí?.- exprese emocionado mientras la abrazaba, extrañaba su aroma a flores, su tacto. Pero esta me empujo algo suave, mi ceño de frunce en el acto, ella nunca negaba mis abrazos

- Pues me dio ganas de comer pan, ¿Qué haces tú aquí... con ella?.- Miró a mi psicóloga como si estuviera analizándola, para luego arquear una ceja. Se ve tan tierna enojada..- ¿Son novios o algo?.-

Intente tocar la mano de mi pequeña pero esta la quito con brusquedad como si mi tacto le quemara.

- Olvídalo, se me quitaron las ganas de comer, Tengan un muy buen día. - salió de la tienda, yo estaba por seguirla, pero la voz de mi psicóloga me interrumpe.

- Déjala, esta sensible, las mujeres somos muy complicadas, capaz y no te escuche, si vas hablar con ella, hazlo cuando esté tranquila, mañana quizá. - dijo mientras se levantaba para pagar su café y alguno que otro pan.

- Por favor llega a casa bien y ten cuidado, intenta pensar en la situación amorosa que tienes con ella, tus sentimientos, no puedes seguir así Daniel.- Su mano reposo en mi hombro.- Con lo que me contaste voy a ir directo a mi casa, mis nenas ya han de haber llegado.- Nos despedimos mientras yo camino en dirección a mi casa.

Al llegar observo alrededor, tengo la inquietud de que me estén observando hasta podría decirse que miedo, miro que en la casa de Elizabeth tiene las luces prendidas, por lo que me da a entender que está adentro, unas ganas inmensas me dieron de ir y aclarar las cosas, pero esperaré a que esté más tranquila.

Tomo una ducha para relajarme y me acuesto en mi cama, no sin antes ver que Elizabeth se encuentre bien.

Un suspiro cansado sale de mi boca, recapitulando en mi mente el día de hoy.

Vaya mierda.

Capítulo corto, pero de recompensa lo siguiente serán un poco más largos, y Feliz año nuevo (Atrasado)🎉❤

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Capítulo corto, pero de recompensa lo siguiente serán un poco más largos, y Feliz año nuevo (Atrasado)🎉❤

Utilizando a mi mejor amigo gayDonde viven las historias. Descúbrelo ahora