Maratón 2

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El mismo cariño.- dije mientras la abrazaba

-¿Porque me dejas sola, porque desapareciste?.

-Estoy tomándome un tiempo Eli, estoy analizando mi vida, mi identidad.-

-Pero.- la interrumpo.

- No Eli no puedes pro.- me interrumpio

-No por favor no puedes dejarme, eres mi mejor amigo, mi compañero en todo,  trato de actuar que soy fuerte y no lo soy, he cambiado, no soy la misma de antes, aunque sea vuelve a estar conmigo.- dijo mientras se aferraba a mi.

¿El alcohol hace sacar las partes más sensibles de nosotros?

-Lo prometo.- solté para después sentir como caía en mis brazos.

Escuché alguien gritar su nombre.

-Elizabeth....- dijo para luego verme a mi.

-Tu quien eres.- dijo mientras miraba la posición en que estabamos.

-Soy su mejor amigo.-

-Oh con que tu eres ese hijo de perra que le ha hecho tanto daño.- soltó expectante

- Mira sé que le hecho daño ella misma me lo estaba diciendo, pero estoy tomando mi tiempo, saber quien soy, mis sentimientos, estoy demasiado confundido y no quiero que Eli esta involucrada en todo eso.-

-Espera, ¿Qué más te dijo?.- sus ojos se abrieron sorprendidos, Estaba nerviosa ¿Porque?.

-Nada solo el porque me había ido de su vida, ¿Hay algo que tenga que saber?.- La chica soltó un gran suspiro

-Mira, no me se la historia completa de ustedes pero, ella nunca tuvo amigos solo tú y que tu la hayas dejado sola, desapareciendo cada vez más de su vida.-

-Si lo sé, en cuanto aclare mis sentimiento, volveré a la Uni.-

-¿Sentimientos?.- dijo mientras trataba de levantar a Elizabeth

-Si ya sabes eso de si soy gay o no.- alce a Elizabeth y la cargue como princesa, no pesa casi nada y eso me preocupa.

-Sabes, te voy a dar un consejo, solamente piensa en esa persona, si tu corazón se acelera, te sientes nervioso, te da esa cosa en tu cuerpo y lo u la aprecias mucho, esa o es el indicado.- dijo abriendo la parte de atrás del coche.- Sube, te dejaré en tu casa.

-Cuidala mucho, esta muy delgada.-

-Si su alimentación no es la más buena se mantiene encerrada en su cuarto, en la casa, las únicas maneras en que sale es o por la universidad o por mí.-

A los minutos llegamos a la casa de Elizabeth.

-Yo me encargo, vivo al lado.-

-Agarra mi número del celular de Elizabeth y si pasa algo llamame.-

Asiento mientras la cargo, abro la puerta a como puedo y la cierro, llego a su habitación, la dejo en su cama y busco una pijama.

Quito su vestido lentamente, hasta que me doy cuenta de que no traía sostén.

No veas, no veas, no veas.

Los recuerdos pasan por mi mente.

La primera vez que la hice mía, el día que estaba borracho. Mi cuerpo reacciones y mi corazón se acelera, imágenes pasan por mi cabeza, como disfrute esos días.

Mierda ahora creo que ella piensa que me aproveche buscando su cuerpo.

Ahora me siento terrible.

Sin ver le pongo la camisa y los pantalones sueltos, la cubro con su manta y dejo un beso en su cien.

Observo la habitación y mi corazón vuelve a acelerarse, por temor a esto decido salir del lugar, bajo las escaleras.

Entro a la cocina y me dedico a prepararle comidas llenas de proteínas, me preocupa mucho su estado de alimentación.

Hago 4 comidas diferentes y las empaco en cubiertos de plastico, los meto a la refrigeradora y me dedico a salir.

Paso por la sala, maldita sea, pasa el recuerdo cuando Elizabeth me vio con alguien más que no recuerdo ni siquiera porque lo mande a la mierda después de saber que no sentía nada como lo hacia con Elizabeth, aunque más me hirvio la sangre fue encontrando besandola con un idiota.

Salí de su casa tratando de borrar eso de mi cabeza, agarre la llave de respuesto que tenía debajo la alfombra y cerré. La pongo en su lugar y me dedico a reflexionar de todo esto camino a mi casa.

Utilizando a mi mejor amigo gayDonde viven las historias. Descúbrelo ahora