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Mierda, Mierda, Mierda y más Mierda, un dolor de cabeza inicia, el estómago se me revuelve, los nervios se ponen en piel de punta, tan solo ponerme a pensar que Daniel se entere que me acosté con James por despecho

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Mierda, Mierda, Mierda y más Mierda, un dolor de cabeza inicia, el estómago se me revuelve, los nervios se ponen en piel de punta, tan solo ponerme a pensar que Daniel se entere que me acosté con James por despecho.

Joder, aquí es cuando me arrepiento de mis decisiones tomadas por la rapidez del momento.

— No, no se encuentra aquí, quizá esté con su mejor amiga.— dijo para luego James despedirse de Daniel, y este con un asentamiento de cabeza cerró la puerta.

Cerró la cortina más cercana que daba vista a la sala y donde estaba yo, mientras que la otra, tenía vista a la cocina.

Daniel corrió hacía mí, me levantó y dejo, sentada en una silla que en todo el rato que conozco la casa de Daniel no la había visto.

— ¿Qué ray..— Daniel puso un dedo en mis labios como orden de silencio, extrañada hice caso mientras observaba como quitaba mi plato de la mesa y lo metía en el microondas.

¿Se volvió loco?, ¿Se le habrá metido algún espíritu viejo de la casa?

Veo como este se toma asiento en el que hace menos de dos minutos iba a decirme algo y mientras me observaba con una mirada de "No te muevas", continua su aperitivo. Estuve a punto de reclamarle cuando una sombra apareció por el ventanal, mis ojos se abrieron y llevé mis manos a la boca mientras calmaba los latidos de mi corazón nervioso.

¿Qué puta broma es esta?

La sombra, aunque algo alejada, se podía concluir que su objetivo era visualizarme, ya que, al pasar por el ventanal en frente de Daniel, ya no estaba. Que miedo joder.

Daniel toma una taza de café mientras se acerca a la ventana, minutos después decide bajar la enorme cortina.

— ¿Pero qué mierda?.— mi voz suena algo alterada, intento bajarme del taburete, pero Daniel se acerca a mí y me lleva a un cuarto según recuerdo, de los invitados.

Abre la puerta con facilidad y observo un cuarto sencillo, un color beige en las paredes, muebles de tonos blanco, una pequeña cama a la orilla de la pared, y un ropero al igual que toda habitación en sí, sencilla, simple, algo ordinario, pero con un ambiente humilde.

— Esta habitación no tiene ventanas, pero si aire acondicionado por si sientes calor, dormirás aquí.— observe como agarraba un bolso grande y agarraba el control del aparato vuela aire.— sé que no te pregunte si querías, esta es la única manera de que pueda protegerte pequeña, no me gusta lo que está pasando a tu alrededor, no sé qué pasa, pero tengo miedo de que pueda pasarte algo, voy a traer un poco de ropa y tus neceser personal...ventaja de que seamos vecinos.— Dándome un beso en la frente, sale de la habitación.

A los segundos escucho la puerta principal cerrarse, intento recostarme y analizar los últimos sucesos, no hago más que tener mil preguntas en mi cabeza

¿Quién me quiere hacer daño?, ¿Me está siguiendo para secuestrarme? O ¿Quién y por qué quieren hacerme algo?, ¿Van a matarme?.

Intento recordar en algún comentario o mal comportamiento que haya causado algún tipo de rencor o disgusto, pero en el par de minutos que llevo pensando no tengo ninguna idea.

No necesariamente tienes que hacer algo malo para que te odien, simplemente la gente guarda rencor o envidia en su corazón y esa arma es más que suficiente.

Luego de cinco minutos llenando mi cabeza de hipótesis y preguntas incompletas, las cuales no tienen respuesta, el cansancio inunda mi cuerpo y al rato caigo en los brazos de Morfeo.

[...]

Despierto en medio de un charco con agua, no puedo ver nada por la oscuridad absoluta del lugar, tanto así que con consto y puedo ver el reflejo del agua, voces se escuchan a lo lejos y algunas de ellas se acercan, intento pararme, pero siento como una cuerda amarra mis manos y pies, estoy inmovilizada, asustada, lagrimas salen de mis ojos. Mis oídos ya no aguantan las voces, son susurros irreconocibles, tan alto que pueden llegar a ensordecerte, intento zafar mis manos, pero es imposible, los nudos están sujetados con mucha más fuerza de la imaginable, mi cabeza duele, mis ojos de tanto llorar se secan, mi cuerpo se entumece. Pero lo peor es que no puedo hacer nada, intento hablar, pero sale un susurro de mi boca, pruebo de nuevo, pero me doy por vencida, Mis oídos vuelven a chillar el pitido se intensifica como si de una granada cegadora se tratase, las voces se escuchan más de cerca, siento mi ansiedad aumentar, no puedo, quiero salir de aquí. Las voces cada vez se hacen más claras. La palabra "Muere" se repite muchas veces.

"Muere", "Muere", "Muere", "Muere", "Muere", "Muere", "Muere", "Muere", "Muere", "Muere".

— ¡BASTA!.

Las voces cesaron repentinamente y el fondo que estaba alrededor, se esparce y deja ver una figura masculina, se ve atlética, alto y muy fornido.

"Será tu fin", escucho que dice, su voz es metálica. Después solo sentí volverme a caer en el vacío.

Capítulo corto lo sé, no me maten, pero intentaré actualizar algo más seguido, tenganme paciencia

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Capítulo corto lo sé, no me maten, pero intentaré actualizar algo más seguido, tenganme paciencia.

Gracias por apoyar la historia, como dije en mi mural, no las merezco😭🤌🏻❤

Psdta: Si hay errores ortográficos, pueden avisarme siempre y cuando sea de manera respetuosa porque no soy la gran escritora lamentablemente y estos detalles se me escapan.🥰❤

Utilizando a mi mejor amigo gayDonde viven las historias. Descúbrelo ahora