Maratón 5

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- ¿Qué mierdas haces aquí?.- Mi voz sale despectiva y unos ojos castaños que tanto extrañaba se sorprenden por mi respuesta.

Mi corazón comienza a latir rápido como el de una puberta de 15 años.

- Y-Yo, solo... - lo interrumpo.

- Mejor... No hables.- suspiro pesadamente.- Hagamos como hasta ahora simples desconocidos.-

- Eli...-

- No me llames así.- dije con frialdad.- no eres nadie para llamarme así.

Me voy hacia la parte trasera mientras preparo el pedido del que fue mi mejor amigo y amor platonico que duele como el carajo.

Regreso a la caja con su bebida preparada.

- ¿Podemos hablar?.- cerebro no me falles, cerebro no me falles, cerebre no me...

- Si pero no tengo todo el tiempo, tengo que cerrar.- Puto traicionero, ¿Para que le das explicaciones pendejo?, funciona bien una vez en tu vida.

Me quito mi delantal y lo meto a mi casillero, apago nuevamente la caja registradora y me dirijo a unas mesas apartadas.

Ahi yace Daniel sentado, está nervioso , su constante movimiento en las piernas me lo confirma.

cuando estoy frente de el puedo notar lo mal que esta, sus bolsas en los ojos comienzan a notarse, ¿No está durmiendo?, ahora que lo veo esta mucho más delgado que antes, demonios pero sigue estando igual de jodidamente guapo.

- Sere claro y preciso, sé que tienes muchas dudas y me quieres matar, sobre todo eso.

Y mucho hijo de perra.

-Siento haberme desaparecido de la nada y dejarte sola, soy un mal mejor amigo lo sé, solo te puedo decir que tu no tienes la culpa de nada, el culpable soy yo por alejarme de ti de una manera brusca y no explicarte o darte un porque.

Como desearía reclamarte Daniel, El porque me usaste, el porque te revolcaste a los días con alguien más, duele como la mierda no confesarte que SIEMPRE estuve enamorada de ti, y que nunca podré hacerlo porque tú rechazo dolería más que otra cosa.

¿De que te quejas Elizabeth? todo fue un reto, un juego, tu misma lo propusiste y tu misma te lastimaste.

-Solo quiero un tiempo para pensar las cosas.-

¿¡QUÉ VAS A PENSAR PENDEJO!?, LA QUE TIENE QUE PENSAR SOY YO, DE DEJAR DE ESTAR DE MASOQUISTA ENAMORADA DE UN GAY.

Mi yo interior esta a punto de explotar.

-Para.- dije sin mirar sus hermosos ojos avellana que tanto extrañaba ver.

-P-Pero.-

-Solo volvamos a lo de siempre, ¿Si?.

- No puedo.

- ¿Porque no?, ¿Qué o quién te lo impide?.- dije alzando una ceja, ¿Habrá una persona en su vida?

-Es algo que necesito resolver Eli, pero pronto volveremos hacer los mismos... Y mejores.- dijo esto último en un susurro.- Me tengo que ir, tenme paciencia cariño.- Dice para darme un beso en la frente esos que tanto extrañaba.

Malditas hormonas, CALMENSE.

- Vaya, Vaya, nunca te había visto sonreir tanto, literal estuve a punto de llamar a colgate para decirles que ya tenía su proxima sonrisa estelar.- una carcajada sale de mis labios.

Vaya que mi humor cambio.

Confirmado... soy bipolar.

-Basta ya terminemos esto para irnos, muero del sueño.- le digo mientras pongo código a la caja registradora al terminar de revisar las cuentas, busco mis cosas personales en la taquilla.

Apagamos las luces tanto interiores como exteriores del local, el cartel gigantesco del mismo, nos despedimos y cada quien por su camino

Al llegar a mi casa, me cambio de ropa y me tiro a mi comoda cama, un rugido proveniente de mi estomago se hace notar y decido bajar a calentar algo de lo cocinado.

Ya en la cocina miro los contenedores con esta comida que no se como diablos apareció en mi refrigerador de un día para otro, miro las etiquetas con los nombres de cada cosa dentro.

Se me hace reconocida la letra pero no recuerdo muy bien donde la había visto, sin ponerle tanta atención saco lo que parece ser un Sándwich y de paso una caserola con poco aceite, comienzo a tostarlo por los dos lados, hasta dejarlo con una textura crujiente, apago todo y me dirigo a mi recámara con el super fresquito de limonada en mano, después de 5 minutos termino dd ingerir todo con gusto.

La luz de una habitación proveniente fuera de mi casa, llama mi atención.

Daniel...

Veo como una silueta que la podría reconocer a kilometros se pasea por toda la habitación.

Para luego sentarse en su escritorio y comenzar a escribir en lo que puede visualizar es un libro.

¿Escribe libros ahora o cómo?.

Mi cerebro piensa que es un Diario  pero... ¿Los hombres también escriben en un diario?, nah babosadas. Rápidamente quito esos pensamientos.

Luego de un rato veo como se pone de pie y apaga la luz, no vuelvo a ver actividad dentro del cuarto y saco por conclusión de que se ha dormido.

Suspiro pesadamente mientras me levanto a hacer mi rutina de higiene vocal, me cambio la ropa por una más comoda y me acuesto en mi cama.

Miro el techo de mi habitación tratando de entender todo el remolino de sentimientos que tengo.

Que cagada estar enamorada de alguien que sabes que no te corresponderá jamás.

¿Y tu famosismo plan de enamorarlo?

Sabes subconciente, algunas veces es mejor abortar misiones imposibles, Ahora solo puedo tragarme todos estos estúpidos sentimientos.

Un sin fin de preguntas llegan a mi cabeza de todo lo que paso hoy en día.

¿Qué te ocurre Daniel?

Utilizando a mi mejor amigo gayDonde viven las historias. Descúbrelo ahora