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Daniel sirve café para los tres. Mientras yo dirijo mi mirada a los dos.

—Bueno. — Lara se aclara la garganta. — Lamento mucho lo sucedido, esto se mal interpreto por mi culpa.

— Creo que el que debería de llevarse la culpa soy yo. Yo le dije a Lara que no te dijera nada pequeña, el día que nos conocimos fue cuando estuviste en el bar ebria y te llevó a casa, sabes que siempre me he preocupado por ti e irme sin saber cómo seguías, me dolía verte delgada, con ojera pronunciadas, Me sentí culpable y con mucha razón. Por lo que le dije a Lara que me diera su número para poder saber de ti, indirectamente.

Recuerdo ese día, me pareció haberlo reconocido, pero después el alcohol me hizo mal jugada y termine durmiéndome.

— Comencé a prepararte comida para que tuvieras más carbohidratos, sabía que no estabas comiendo y todo eso fue gracias a Lara que estuvo diciéndome tus horarios de comida y solo ingerías cereal, por lo que las dejé en un refrigerador, esperando a que las consumieras.

Entonces fue él.

— ¿Entonces por qué tanto misterio, por qué no terminar un show de lastima? —

— Tenía miedo, miedo de que me corrieras, me cerraras la puerta en la cara, me rechazaras, me odiaras. Que al final creo que pasó. Capaz y no aceptarás las comidas al saber que habían venido de mí.

Y si lo intenté, intenté odiarlo, pero no pude.

— ¿Eso era lo único que me escondían? —

— No... hay algo más. —

Un nudo se hace en mi estómago pensando en lo peor. Pero espero paciente lo que me dirán.

— ¿Recuerdas a Stephany?.

— ¿La Psicóloga?

— Ella misma, Le había comentado a Lara que iba a estar yendo a ver una psicóloga, ayudarme a mí mismo. Fue un proceso del más espantoso. Se suponía que me consideraba un cien por ciento gay, todo hasta que te conocí, no había tenido ningún contacto hacia mujeres, las odiaba, me asqueaba tenerlas cerca.

Si eso leí en tu diario—. Pensé

— Pero llegaste tú, me brindaste una amistad sincera, me sentía bien, pude abrazarte ya no me sentía mal, ni me asqueabas. Pero llego ese punto en que intentamos algo. — Dijo apenado por la presencia de Lara. — Ya los hombres no lograban hacerme sentir lo que tú me hiciste experimentar, era diferente. Muy diferente, tanto así que me sentí confundido, te miraba como una hermana, y de repente mi imagen hacia ti no fue como una mejor amiga.

— No lo aceptaba, por eso, esa noche me fui con un chico, pero nunca fue igual, Jamás. — Tomo un sorbo de café. — No supe que hacer y por eso fui al Psicólogo, Ya no me sentía bien, pero fue para encontrarme a mí mismo.

Mi boca está seca, por primera vez con ellos dos. Me he quedado sin palabras.

— Si tienes alguna duda puedes revisar los mensajes. — Esta vez habló Lara. — Eso es todo lo que hemos hecho Elizabeth, nada más.

Me siento avergonzada, pude hacer esto desde un inicio. Esperar una explicación, no irme a carcomer la mente yo sola. Lo peor es que todo ha sido para mí bienestar, lo que me hace sentirme peor.

— Me disculpo yo igual. —Solté por fin. — Fui inmadura y no espere algún tipo de explicación como la de ahorita.

Las lágrimas están a punto de salir, Puta mierda, Los juzgue de las peores formas.

— Por favor, no vuelvan hacer eso, solo díganmelo sin importar lo que ustedes crean que yo vaya a sentir. — Dije para levantarme y darle un abrazo a Lara.

Utilizando a mi mejor amigo gayDonde viven las historias. Descúbrelo ahora