LEXIE
La música en mis oídos retumba muy fuerte y las vibraciones en el suelo hacen parecer que hay un temblor. Los colores de las luces de neón pintan todo el callejón de una manera demasiado creativa y llamativa.
Después de aquel incidente con dicho capitán del equipo de futbol, necesitaba venir a desestresarme un poco. Aquí nadie me conoce como nada más que "Girl guitar", y es algo que agradezco demasiado. Aunque bueno, si alguien pregunta por mi nombre les digo que me llamo "Coral". Hubiera elegido un mejor nombre, pero en el momento de venir aquí hace tiempo para tocar me pidieron uno y no quise registrarme o que me conozcan como "Lexie".
Las personas del lugar están vestidas con los mismos colores llamativos, a diferencia de mí que tengo la ropa completamente negra, pero en lugar de mi cabello rubio llevo una peluca pelirroja. Más que nada, es para que nadie me reconozca por aquí.
Camino con Victoria a mi lado y saludamos a todos con los que nos cruzamos. Llegamos a una especie de tribuna improvisada y me meto por detrás.
—Bien, ¿tienes tu guitarra ahí?
Asiento en silencio. Me fijo en mi mano adolorida y la sobo. Pude ir a la casa y mentirle a mamá con respecto a esto, diciendo que me tropecé con un compañero y sin querer caí contra el suelo. ¿Sorpresa? Me creyó.
Mi madre siempre sabe cuándo digo la verdad y cuando miento, pero esta vez al parecer lo hice tan bien que ni me lo preguntó dos veces.
Agarro la caja negra que está encima de la silla de madera y la abro. Saco la guitarra roja con pegatinas y acaricio las cuerdas. Esto es algo que no sabe nadie más que Victoria, ni mis padres, ni mis tíos, nadie.
Suficiente tuvieron con que les dijera que no quería estudiar medicina como ellos me habían insistido durante años, al punto de lograr que mi serie favorita fuera uno de esa misma carrera. Cuando les conté que quería ser directora de cine, vi un poco de decepción en sus ojos, pero igual me apoyaron con todo lo que necesitara.
Si les cuento que soy una cantante clandestina que gana veinte dólares la noche, les va a dar un paro cardiaco de eso estoy segura.
—¡Coral! Ahí estás.
Antonia, o como me gusta decirle Toni, se acerca a mí con una enorme sonrisa y haciéndose un moño con su liga negra para el cabello que resalta en su cabello negro con mechones rosadas.
—Toni, hola.
—Te estábamos esperando hace rato, ¿pasó algo?
—Nada de qué preocuparse, y disculpa la demora en serio.
Niega con la cabeza y saluda a Victoria a mi lado.
—Entonces, si todo está bien por aquí es hora de que subas a ese escenario y te comas al público.
Asiento. Tomo aire y relajo mis dedos con unos pequeños calentamientos. Tomo la guitarra y subo los escalones.
La luz blanca da directo a mi rostro y la gente alrededor grita mi nombre una y otra vez.
Tomo el micrófono con brusquedad y saco la lengua.
—¡¿Están listos para descontrolarnos?!
—¡Sí!
—¡MÁS FUERTE!
—¡SIIII!
Empiezo a tocar las notas de la canción y todos saltan al ritmo de esta. Lo que yo hago no es tanto escribir canciones, sino solo tocar las que existen, pero se me dan bien cantarlas y tocarlas.
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Besos Que Duelen [Besos #2]
Teen FictionLexie Williams, más conocida como "Girl guitar" para sus fanáticos, es una chica que tiene una doble vida. Sí, una doble vida. Por el día asiste a su universidad, mientras que en las noches se escabulle para dar conciertos en callejones donde solo g...